ETA asesina al concejal Jiménez-Becerril y a su esposa

Sevillanos de todas las edades desfilaron ayer por la capilla ardiente del matrimonio asesinado.
Sevillanos de todas las edades desfilaron ayer por la capilla ardiente del matrimonio asesinado. / Archivo Diario De Cádiz
31 De Enero De 1998 Diego Joly

20 de octubre 2017 - 02:07

ETA asestó ayer el mayor golpe contra el Partido Popular en Andalucía al matar de sendos tiros en la nuca al segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Jiménez-Becerril, y a su esposa, Ascensión García Ortiz. Es la primera vez que ETA mata de un tiro en la nuca en la comunidad autónoma y la primera vez que asesina a un concejal andaluz. El matrimonio regresaba de compartir unas copas en un bar del barrio de Santa Cruz y murieron en el acto a unos metros de la puerta de su domicilio, en el corazón de la Sevilla histórica, a los pies de la Giralda.

Dejan tres hijos de 4 a 9 años. Los terroristas fueron premeditadamente a matar al matrimonio, según la autopsia que reveló que la mujer tenía un tiro en la nuca, igual que su esposo.

El matrimonio deja tres hijos de 4 a 9 años, que anoche no sabían la noticia

Fuentes antiterroristas señalaron que los expertos en balística han detectado en el lugar del atentado que las vainas de los proyectiles utilizados contra el matrimonio "saltaron en paralelo". Para los expertos, esto indica que los disparos fueron simultáneos y apoya la teoría de que fueron dos los asesinos que efectuaron los disparos. Inicialmente la policía manejó la tesis de que los terroristas mataron a Ascensión García para evitar que pudiera reconocer a los asesinos de su marido en una identificación posterior, puesto que ella era la única testigo del atentado y mientras el concejal tenía el disparo en la nuca, la mujer parecía tener el orificio de entrada en la frente.

Los tres hijos del matrimonio pasaron el día en casa de una tía materna, a donde fueron trasladados por amigos de la familia.

A primera hora de la tarde los tres huérfanos, de entre tres y nueve años, no conocían todavía la noticia de la muerte de sus padres.

Por la mañana los niños fueron recogidos por algunos amigos del concejal y de su esposa, que los llevaron a casa de una hermana de Ascensión García, cerca del domicilio del concejal en el barrio sevillano de Santa Cruz.

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