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Un grupo de miembros de Agaden-Ecologistas en Acción y de la Plataforma El Árbol han protestado por la poda extrema a la que se están sometiendo dos hileras de grandes Laureles de Indias (Ficus microcarpa) en la Alameda Clara Campoamor (antes Apodaca), de Cádiz. Las dos organizaciones han pedido por escrito al Ayuntamiento que cesen estas labores que ejecuta una empresa externa contratada por el Ayuntamiento y que, a su juicio, incumplen las directrices del Plan Director de Arbolado, en el que se recomienda que las podas tengan siempre el mínimo impacto en los ejemplares.
Seis miembros de ambos colectivos se concentraron con unas pancartas al pie de los ejemplares en torno a las 10:00 de la mañana del martes y permanecieron allí durante un par de horas, logrando que cesasen de momento las labores y se retirasen las máquinas de la empresa concesionaria que ejecuta la faena. Fuentes de Agaden-Ecologistas en Acción reconocieron a este periódico que es más que previsible que la poda continúe a lo largo de esta mañana.
Los ecologistas alertan de que esta reducción de la masa vegetal tan severa daña la avifauna que habita, duerme, anida y se posa en estos árboles y elimina la barrera que constituían frente a las inclemencias del tiempo y la contaminación del aire y acústica del tráfico entre las calles General Menacho y la Glorieta Carlos Edmundo de Ory, a la vez que acaban con la sombra que proporcionaban, aumentando así la temperatura en la zona de cara al verano en el contexto del cambio climático y de calentamiento global en el que estamos inmersos.
“Creemos que las directrices y líneas maestras que se marcan en el Plan Director del Arbolado van precisamente en contra de este tipo de actuaciones. En él se indica que es necesario podar lo estrictamente imprescindible y dejar que el arbolado urbano desarrolle su copa, de manera que se pueda cubrir la mayor área de superficie urbana posible”, argumentan en su escrito. “Se establece en el Plan Director que el área cubierta por el arbolado debe ser la máxima posible de cara a mitigar las islas de calor, reducir las temperaturas, absorber contaminación atmosférica y acústica y crear un entorno saludable para los ciudadanos y la avifauna que habita estos lugares”, añaden.
“Es precisamente por todo lo expuesto, que solicitamos a este Consistorio se paralicen las podas que puedan quedar y no se realicen en los próximos años. Es imprescindible permitir que las calles plazas y avenidas de Cádiz se cubran de una masa arbolada que proteja a sus habitantes de las olas de calor que a buen seguro llegarán con mas frecuencia y durante más tiempo. Estamos hablando de seres vivos y no de mobiliario urbano", insisten los ecologistas.
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