Efectos colaterales

La construcción del segundo puente no se limita al propio desarrollo de esta infraestructura. El puente se mete de lleno en la ciudad en una de las zonas más densamente poblada. Por lo pronto, la 'pata' gaditana obligará a construir una gran rotonda frente al centro comercial de El Corte Inglés para evitar un colapso circulatorio, pues cada día utilizarán el puente, de ida o de vuelta, varios miles de coches. En un principio, el Ministerio de Fomento proyectó un paso subterráneo que uniría la avenida de la Bahía con la de Las Cortes. Tras el rechazo del Ayuntamiento, finalmente se ha optado por construir una gran rotonda. Las obras de la misma, que se ejecutarán en la última fase del proyecto, tardarán en ejecutarse unos tres meses, según la previsión de Fomento.

Junto a esta rotonda y directamente relacionado con el puente, el Ayuntamiento de Cádiz deberá de ejecutar una obra de gran calado: la transformación de la carretera de Astilleros en una gran avenida que conectase la rotonda con la plaza de Sevilla. El retraso que ha ido acumulando el proyecto del puente ha favorecido al Ayuntamiento por cuanto aún no ha logrado encontrar una empresa interesada en financiar el macroaparcamiento que irá bajo esta avenida. En todo caso, atendiendo a las previsiones de Fomento, sólo le quedan dos años para ejecutar esta vía.

Y junto a la avenida de Astilleros, el Ayuntamiento también debe sacar adelante la avenida de la Constitución de 1812, que en este caso conectará la rotonda con la avenida de Andalucía y el Paseo Marítimo. Será la primera conexión transversal de Puerta de Tierra. Buena parte de esta vía ya está en uso aunque queda el tramo más complicado de ejecutar: el solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil donde irán decenas de viviendas y equipamientos y que va parejo a la demolición de varios bloques de pisos para permitir la continuidad de esta vía.