Elías Ahuja, un filántropo gaditano de principios del siglo XX

Retrato de otra época

Fue acusado de masón, por lo que se exilió en Nueva York, donde murió el 20 de julio de 1951

Elías Ahuja.
Elías Ahuja.
Ignacio Casas De Ciria

31 de enero 2022 - 06:00

Cádiz/El filántropo Elías Ahuja nació en Cádiz en 1863, en la calle Doctor Zurita 38. Hijo de Elías Ahuja Suárez natural de Asturia y María Andria Romaní de El Puerto de Santa María. Sus primeros estudios los hizo en el instituto gaditano, ubicado en el antiguo convento agustino, en Cádiz. En 1880, su padre lo envía a los Estados Unidos, a Massachusetts, donde vivirá los primeros años. Allí, tras estudiar, se inicia en el campo de los negocios. Se trasladó a Boston, donde hizo su carrera profesional en varias firmas internacionales. Viajaba con frecuencia a España, donde poco a poco fue perdiendo a su familia, algunos de sus hermanos ingresaron en órdenes religiosas y otros murieron sin descendencia.

En 1903 se trasladó a Nueva York y conoció a Pierre S. du Pont, el cual quedó impresionado con Elías y con sus contactos y don de gentes, por lo que lo contrató para los negocios de Dupont Nitrate Company, en Chile. Allí estaría desde 1915 a 1919 cuando regresa a Nueva York. Durante su estancia en Chile, se dedicó a inversiones en bolsa, que le produjeron grandes beneficios antes de la crisis de 1929 convirtiéndolo en un hombre rico. Tras abandonar Chile, pasó temporadas en Riverside, California, dedicando su tiempo a obras benéficas y a una de sus pasiones , volar en avioneta.

En 1922 cuando vuelve a España, a Cádiz, ve cómo ha empeorado la situación económica, por lo que decide instalarse una temporada en El Puerto de Santa María y mejorar la situación de los más necesitados. En 1923 crea Beneficiario Particular Elías Ahuja, donde dirige todas sus obras benéficas que aporta con los ingresos que genera su fortuna, conseguida en Estados Unidos a través de la bolsa. Esto permaneció hasta después de su muerte, gestionado por su secretario y buen amigo, Manuel Durio y Muñoz de Bustillo, hasta el 31 de octubre de 1979, financiado en sus últimos años por la Fundación Good Samaritan en Wilmington’. Su labor filantrópica comenzó con la compra de unos camiones para el regimiento de Infantería de Cádiz. Tras vivir un periodo en El Puerto tras su vuelta de América, se trasladó a Cádiz donde se hizo construir una casa en la Alameda Apodaca, 10.

Elías Ahuja, a la derecha junto a dos monjas, durante una de las comidas que ofrecía a los más desfavorecidos.
Elías Ahuja, a la derecha junto a dos monjas, durante una de las comidas que ofrecía a los más desfavorecidos.

Fue un gran mecenas de la Cruz Roja y de los Boy Scouts. Recibió muchas medallas y premios por sus constantes ayudas y lo nombraron hijo adoptivo de El Puerto de Santa María. Le apodaban , ‘el padre de los pobres’, por su espíritu caritativo. Gestionaba numerosas comidas de beneficencia para los más desfavorecidos de la ciudad. A través de su organización, Beneficencia Particular Elías Ahuja, gestionaba las ayudas para cubrir gastos a todas las entidades benéficas de la provincia. Y sobre 1932 pagaba el alquiler de la casa del Explorador de Boy Scouts en la calle Santiago Terry.

En 1932 acusaron a Elías Ahuja de masón. Él seguía con sus obras benéficas, en el año 1936 protegió a la comunidad del convento de la Esclavas, escondiéndola en su casa.

Tras la muerte de su hermana Joaquina , la cual vivía con él, y con motivo de sus detractores los cuales le acusaban de masón, Elías Ahuja, abandona Cádiz el 31 de mayo de 1937 por Gibraltar. Regresa a Estados Unidos para evitar ser detenido y fusilado.

Allí continuó con su labor de filántropo, creando el 15 de junio de 1938 la Fundación Good Samaritan. El 20 de julio de 1951 falleció en Nueva York, donde fue enterrado.

Agradecimiento a Manuel Martínez Cordero por su colaboración, datos y fotografías.

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