Enrique Arroyo promueve el proyecto en la finca de Catedral
Cádiz
El empresario apuesta por primera vez por una operación centrada en la hostelería "respetando las indicaciones de la Junta"
Cádiz/El promotor inmobiliario Enrique Arroyo ha adquirido, a través de una de las empresas de su grupo, la finca del siglo XVIII del Callejón de los Piratas 1, vecina de la Catedral de Cádiz, para concluir las obras de rehabilitación del inmueble, paralizada desde febrero de 2015.
La operación va a permitir concluir las obras en una zona de especial valor de la ciudad, a pie de la plaza de la Catedral por donde cada año pasan decenas de miles de turistas.
Los trabajos de conclusión de la reforma, que estaban al 85% cuando se suspendieron, avanzan ya a buen ritmo y la intención es concluirlos en un periodo no superior a los tres meses.
Arroyo indicó a este diario que su prioridad es "seguir de forma escrupulosa todas las indicaciones y normativas que impone tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Cádiz", tanto en el color como en los tonos que debe de tener la fachada. Las obras se han reanudado, ya con el nuevo propietario, con todos los permisos oficiales.
Cuando el edificio estaba en manos de otro inversor la Delegación de Cultura requirió al Ayuntamiento que ordenase la paralización de las obras debido a la decoración de la fachada. La nueva propiedad que ya ha asumido el proyecto incide en que se cumplirá todo lo ordenado por la administración, destacando a la vez que ellos no tienen nada que ver "ni hemos tenido ni vamos a tener" relación alguna con los anteriores gestores del proyecto.
En todo caso, Arroyo sí ha optado por mantener a la misma constructora y al arquitecto que hizo el diseño primitivo de la rehabilitación del edificio.
El proyecto, igualmente, será también el mismo. Una apuesta por la hostelería y la historia. Por una parte, un restaurante ambientado en el siglo XVIII, donde se integran los restos arqueológicos de la época romana que en su día se localizaron en el propio edificio, y por otra, un bar cafetería chill out. El establecimiento va a contar con tres plantas de altura y dos terrazas, que se suponen espectaculares por las vistas que tienen: las dos catedrales y sus respectivas plazas.
En esta primera vez que Enrique Arroyo afronta un proyecto relacionado con la hostelería, aunque su intención es que la gestión del mismo esté en manos de quienes ahora están ejecutando las obras de reforma.
En todo caso, no es la primera vez que las empresas de Arroyo afrontan obras de rehabilitación en edificios con importancia histórica en la ciudad. En los últimos años ha recuperado fincas con varios siglos de antigüedad, rescatando en las mismas piezas de valor, como pasó en un inmueble de San Francisco o más recientemente en San Agustín.
A la par que se recupera la inversión inmobiliaria privada en la ciudad, Arroyo ya está terminando una importante promoción en la calle Paraguay y otra en Ustáriz, mientras que se prepara para afrontar un ambicioso proyecto que va a afectar a toda una finca en Conde O´Reilly, que se va a rehabilitar, con unas 17 viviendas. Esta operación, como la realizada en Catedral, se ha cerrado con fondos propios de la empresa, sin necesidad de acudir a un préstamo bancario.
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