Kichi, en sus últimas horas como alcalde de Cádiz: "Mentiría si dijera que no estoy triste"
Alcalde en funciones
El regidor vive sus últimas horas en el cargo con una sensación de vacío que espera ir rellenando en el futuro
Le gustaría que lo recordaran como un alcalde honrado y honesto y que metió a Cádiz en la senda del siglo XXI
Kichi ante su espejo
Jose María González Santos ‘Kichi’ vive sus últimas horas como alcalde de la ciudad. En su despacho de Alcaldía afronta la entrevista relajado, con buen humor, como aquel que trata de saborear el final de un proyecto de vida que le ha tenido ocho años al frente de la capital gaditana.
-¿Cómo está viviendo estos últimos días como alcalde?
-Con una sensación muy rara, extraña, como de ruptura, como cuando rompes con una pareja o se te va algún familiar querido. Hay un sentimiento de pérdida, de vacío, que espero que el tiempo vaya rellenando. Lo estoy viviendo con extrañeza pero también con gratitud. Le tengo mucho agradecimiento a todas las personas que me han acompañado estos años, a los técnicos y técnicas del Ayuntamiento de Cádiz, a la gente de la ciudad que me ha arropado y que me ha dado fuerzas para seguir. Mentiría si le dijera que no estoy triste.
-¿Cómo va a ser su descompresión a lo largo de la próxima semana?
-Sin pensarlo demasiado y sin hacer muchos preparativos, yo creo que el trabajo me va a ayudar mucho. El día 19 me incorporo al instituto y eso va a ser un bálsamo y una medicina muy positiva que me va a venir muy bien para centrarme en otros horizontes, en otros desafíos en el instituto. La prueba la tengo en casa porque Teresa (Rodríguez) se reincorporó a principios de año después de las vacaciones de navidad y está muy contenta y equilibrada, no tiene sensación de melancolía ni tristeza por la cosa publica y los focos. Ella los sigue teniendo de alguna manera como portavoz de Adelante Andalucía pero yo creo que lo voy a llevar muy bien.
-Deja de ser alcalde pero esto le va a acompañar toda la vida. Cada vez que vaya por la calle, la gente le va a seguir viendo como alcalde.
-Pues no lo sé. El otro día lo hablaba con un jugador del Cádiz, que si hay algo mas famoso es un jugador del Cádiz en Cádiz y me decía que cuando dejó el fútbol, al poco tiempo la gente ya estaba acostumbrada e incluso le llamaban por su nombre de pila y no el futbolístico. Con el tiempo se llega a recuperar esa normalidad. Soy consciente de que formo parte de la historia de la ciudad desde ya mismo y eso es importante y algo que hay que llevar con honor y dignidad pero aspiro convertirme en una persona anónima, en una persona como otra cualquiera.
-Si tuviera que echar la vista atrás estos ocho años. ¿Hay algo de lo que se arrepiente?
-Evidentemente nos hemos equivocado y hemos tenido decisiones que no son acertadas pero algo de lo que me arrepienta… Me arrepiento de no haber mantenido con más fuerza o conciencia más pies en las calles. Quizás nos hemos centrado en la gestión de lo municipal, en lo del día a día, en lo cotidiano del Ayuntamiento. Evidentemente nos hemos olvidado de que nosotros no somos una organización política como el PSOE, que tiene ciento y pico de años de historia, o como el PP, que tiene décadas y décadas. Nuestro electorado y nuestra base social es mucho mas reciente, más joven y tendríamos que haber estado mas pendientes de la construcción de esa base crítica para que la gente hubiese entendido con más naturalidad los pasos que se han dado, las decisiones que se han tomado, por qué se han tomado, para qué, cuáles son los objetivos y qué perseguimos y eso ha sido un error que hemos cometido.
-¿Ha llegado a perder el sueño en algún momento por asuntos relacionados con la gestión y la Alcaldía?
-En innumerables ocasiones. Ejemplos cotidianos con los problemas. Yo lo he contado y es que en los primeros meses en la Alcaldía no podía dormir hasta que no escuchaba el camión de la basura pasar. Me ha quitado el sueño en la pandemia, en el confinamiento, para que la gente más vulnerable estuviese atendida y eso ha sido una preocupación importantísima. O cuando tienes algún caso de una familia que van a desahuciar es imposible no llevárselo a casa. Por eso digo que no se puede ser alcalde ocho horas al día ni dos o tres días a la semana. Cuando se asume la Alcaldía se adquiere un compromiso que es 24/7 y es mentira que esas cosas no te las lleva a casa. Lo que pasa es que en tu hogar, como es mi caso, tienes a los niños y una actividad que te obliga a estar centrado en bañar a los niños, darles de comer... pero por la noche en la soledad vienen los desvelos.
-¿Qué es lo que le ha dolido que han dicho de usted estos años?
-Creo que la gente de izquierdas tiene ese sambenito de que es floja, es grifota, que es el típico estereotipo. Que pensasen que precisamente por ser de izquierdas, por tener una sensibilidad que no tiene la gente que es más conservadora, pensaran que no estamos capacitados para gestionar una ciudad como Cádiz o un presupuesto de 170 millones y el hecho de haber demostrado que no sólo hemos sido capaces sino que lo hemos hecho mejor que ellos, y que hemos gestionado mejor que ellos, es una de las cosas que más satisfacciones me da.
-¿Hasta qué punto lamenta que no vaya a tener continuidad este proyecto?
-Me aterra que no tenga continuidad este proyecto de momento porque soy consciente del tremendo salto atrás que se nos avecina, no hace falta escuchar a Bruno, que dicho sea de paso, no se le ha escuchado decir nada, no hay ninguna idea o proyecto que haya transmitido en su campaña electoral y, por lo tanto, es inevaluable, pero sí lo han dicho los Juanma Moreno, con la obcecación del tema de Doñana por ejemplo, o la presidenta de la Comunidad de Madrid con sus políticas sociales sanitarias y de cambio climático o el candidato Feijóo con la impunidad y la falta de decoro con la que le da su bendición a los pactos con la ultraderecha de Vox.
-¿En estos años ha sumado más amigos o enemigos?
-Más amigos. Los enemigos ya los teníamos y son los mismos siempre pero me he encontrado a mucha gente buena en todos los frentes, incluso en los lugares insospechados me he encontrado a amigos que me llevo para toda la vida. Me llevo un balance positivo de amistad y de buenas personas a lo largo de estos años.
-¿Cuándo se da uno cuenta de que no puede solucionar todos los problemas?
-Pronto. Ten en cuenta que la gente deposita en ti esperanzas y una serie de expectativas incluso de asuntos que tú no tienes la llave, como por ejemplo que te dicen que a ver si solucionaba las pensiones. Cómo le digo yo a esa señora que nosotros no tenemos ninguna competencia para eso. Es tremendamente frustrante el vivir esa sensación, saber que no vas a poder solucionar determinadas cosas aunque quieras por no tener las competencias o la capacidad económica para hacerlo . Esa es una de las primeras cosas que aprendes.
-¿Y cree que ha podido decepcionar a gente?
-Entiendo que sí. Entiendo que habrá personas que se habrán sentido decepcionadas pero por los dos lados, es decir, gente porque no he llegado o no he sido todo lo de izquierdas que pretendían que fuéramos o que por ser de izquierdas, no hemos hecho determinadas cosas que esperaban pero esto es así y no se puede entender de otra manera. Lo decía mi padre, “tú no puedes contentar a todo el mundo”. Ser alcalde de todos es un horizonte pero no es real porque no puedes ser alcalde de todos porque hay determinados intereses que se contraponen y llega un momento que tienes que elegir un camino. Hay un momento en el que se bifurcan, que son divergentes.
-¿Qué consejo le daría al nuevo alcalde Bruno García?
-Yo no soy persona de muchos consejos. Soy persona de recibir consejos pero me cuesta mucho trabajo darlos. Si hay algo que le pudiera decir, algún comentario sin que sonara a consejo es una recomendación y es algo que he llevado a gala y a practicar todos los días de estos mandatos: que Cádiz sea el primer partido en el que milite. Un alcalde no puede militar en otro partido que no sea su ciudad, que no sea el de defender los intereses de sus vecinos. Y es muy difícil en partidos que son tan verticales y tan centralistas como el Partido Popular y el PSOE intentar conseguir eso pero es imprescindible hacerlo porque si no, tus vecinos te van a ver como una extensión de las siglas y no como un defensor de sus intereses.
-¿Qué nota se pone como alcalde?
-(Risas) Uno no se puede poner nota, la nota se la ponen los demás. Es algo tan subjetivo, tan personal y tan reciente que no tengo la distancia suficiente todavía ni la perspectiva necesaria para eso. Son los demás los que te tienen que poner nota.
-¿Qué le ha dado y qué le ha quitado ser alcalde de la ciudad?
-El honor más grande, el privilegio más grande que puede tener un gaditano que ser alcalde de la ciudad que ama. Eso es un privilegio con todos los sufrimientos, con todos los dolores, con todas las lágrimas, si todo lo malo lo metiéramos en un saco, no sería comparable a la inmensa alegría, al tremendo honor y orgullo de ser el alcalde de tu ciudad. He tratado de devolverle a la ciudad todo lo que ella me ha dado y eso es muy bonito. Y lo que me ha quitado es muchos cuidados, muchas horas, tener la posibilidad de hacer muchas cosas que me gustan. Me he quitado la posibilidad de vivir mi vida, la vida que yo elegí, que me había construido, que me trabajé y me estudié y no sólo en lo profesional, sino también en lo personal. Por ejemplo el Carnaval. Renunciar a mí para abrazar la causa de los demás durante ocho años. Eso es un enorme sacrificio pero lo he hecho muy a gusto.
-¿Cómo le gustaría que le recordaran como alcalde?
-Vuelvo a lo mismo y es que es algo muy subjetivo. Cada uno te va a recordar como le dé la gana. Sí me gustaría que me recordaran como alguien honrado, honesto y que sentó las bases para que Cádiz entrara en la senda del siglo XXI. Me quiero ver como el que empezó a pensar en el siglo XXI y preparara la ciudad para enfrentarnos a los retos y los desafíos que nos vienen por delante. Quizás alguien, alguna persona en algún momento en los próximos años, vea y se inspire en las políticas que hemos desarrollado en el Ayuntamiento de Cádiz, no solo yo sino mi equipo. A mí me ha tocado poner la cara, ser la piedra de la onda de David pero hay un equipazo detrás.
También te puede interesar
Lo último