Escepticismo en el recinto exterior

Escepticismo, desinformación, incertidumbre e incluso cierto rechazo hacia el proyecto de reordenación del polígono exterior de la Zona Franca se percibe entre los empresarios que ocupan las naves de este recinto que ahora se denomina Parque Industrial Ciudad de Cádiz.

El Consorcio de la Zona Franca y el Ayuntamiento anunciaron el año pasado que en 2013 comenzarían las primeras obras para la remodelación del recinto exterior, pero los empresarios no se lo creen. Los que más tiempo llevan con sus negocios en ese lugar dicen que están escuchando hablar de este proyecto desde los años 90. "Yo creo que me voy a morir sin ver esto renovado", comenta Lorenzo García, propietario de Neumáticos Doallo y García, en la calle Jimena de la Frontera. Francisco García, encargado de Confisur, en la calle Alcalde Manuel de la Pinta, tampoco se cree que el proyecto se vaya a poner en marcha, "y más ahora, que no hay un duro en las administraciones".

Lorenzo García reconoce que "el recinto está de pena" y que necesita una renovación. Pero, a la vez, confiesa que no se quiere ir de allí "porque esto es mío, aquí tengo todos mis clientes y la cosa está peor que mal para empezar de nuevo en otro lugar".

La verdad es que al dar una vuelta por este Parque Industrial Ciudad de Cádiz, da pena ver el deterioro de muchas naves que se encuentran sin uso.

El Ayuntamiento y Zona Franca crearon en 2011 la Oficina de Captación de Inversiones para el Desarrollo del Polígono Exterior de la Zona Franca de Cádiz (OPEX), que está analizando todo el polígono industrial y valorando las necesidades de cada negocio para poder desarrollar con garantías su radical desarrollo. Según las últimas informaciones, las obras comenzarían en el solar que ocupaba Navalips, donde está proyectado un Palacio Metropolitano de Espectáculos, y en la nave de Talleres Faro, que se destinará a uso terciario. Para el centro de espectáculos haría falta un espacio adicional al de Navalips, que resultaría de la unión de las naves adyacentes, pero los propietarios de esas edificaciones no lo ven nada claro.

Talleres Narváez es uno de los negocios que linda con el solar de Navalips. Su titular, Pedro Narváez, afirma que ellos serían los primeros que tendrían que irse de allí, pero no lo ve tan inminente como lo anuncian porque dice que su reubicación es muy complicada. Cuenta que en enero del año pasado, desde Zona Franca le dijeron que en seis meses estaría fuera de ese lugar "y no se han vuelto a poner en contacto conmigo".

Pedro Narváez explica que su empresa no es fácil de mover ya que cuenta con maquinaria pesada que está anclada al suelo. Además, necesita mucha altura. Así que todavía ve lejano el inicio de las obras.

Al preguntar en el resto de empresas de la calle Alcalde Manuel de la Pinta, no tienen nada claro el proyecto y no saben si les afecta. "Yo sólo sé que quieren tirarlo todo, pero depende de que haya dinero para comprar el suelo, porque esto es nuestro", declaran en Garaje del Sur.

Algunos ven tan lejana la remodelación del recinto exterior de la Zona Franca, que acaban de instalar sus negocios allí. Es el caso de José Antonio y Carlos Gutiérrez, que el pasado mes de mayo abrieron el Club de Padel Puerta Tierra en la calle Jimena de la Frontera, o suministros de hostelería Dayela, que se inauguró hace unos días en la calle Magallanes. "Vinimos sabiendo que esto iba a remodelarse, pero va para largo porque no hay un duro para acometer este proyecto. Así que ni le hemos prestado atención a este asunto", comenta José Antonio Gutiérrez.

Jimena de la Frontera es una de las calles en las que hay más vida. Lassaletta Imprenta es otra de las empresas que se ha instalado recientemente en esta vía. Allí consideran que el proyecto de renovación del recinto exterior es "bueno" pero lo ven lejano, igual que en Gadelectric, una empresa de montajes eléctricos y reparaciones navales e industriales. "Se lleva hablando del tema mucho tiempo, pero no hay dinero. Parece que aquí está previsto que se construyan viviendas y, como la nave es nuestra, han venido a preguntarnos si estamos dispuestos a irnos o a vender, pero no nos han hecho ninguna oferta", señalan en este negocio.

En el otro extremo de la calle está Motos Payán, ocupando el mismo espacio desde hace casi 19 años. Allí comentan que han ido dos veces al Consorcio a informarse del proyecto y han expuesto sus necesidades, "pero no hemos sacado nada en claro. Nos dijeron que iban a empezar por el Supersol y luego irían avanzando poco a poco, pero que necesitaban dinero. Así que esto va para largo, porque cuando haya dinero empezarán por un extremo y tardarán años en acabar todo". Añaden que es una pena la situación en la que se encuentra este Parque Industrial Ciudad de Cádiz, con muchas naves cerradas y poco movimiento en la zona. "Se han llevado un tiempo sin dar licencias de apertura de negocios y ahora las están dando provisionales, y las van a ir renovando dependiendo del plan. Esto ha provocado que muchos propietarios, al no tener licencia, dediquen las naves a almacenes o guardamuebles. Y mientras, están creciendo otros polígonos como el Trocadero o Urbisur".

En Motos Payán consideran que el proyecto de renovación del recinto exterior de la Zona Franca "es bonito, pero de aquí a que se haga puede cambiar. Por eso, nosotros estamos haciendo limpieza y cambiando de imagen porque necesitamos una renovación estética".

Francisco Miguel Cornejo, uno de los socios de Motos Cornejo, en la calle Ciudad de San Roque, comenta que "han creado una oficina de información, pero dan poca información". Este comerciante se muestra en contra del proyecto. "Espero que no se haga porque hay cosas más importantes que poner las calles más grandes y más bonitas".

Él piensa que no es momento para hacerlo, y lanza varias cuestiones: "¿qué pasa con la reubicación de los negocios?, ¿cómo se haría?, ¿dónde?, ¿quién paga el traslado y la publicidad para anunciar el cambio de sitio?, ¿quién paga el acondicionamiento del local? Es que no es tan sencillo reubicar un negocio. Además, ahora mismo estamos subsistiendo como podemos, con pérdidas, y hacer un cambio de ubicación es un problema, sería terminar de hundir a los que todavía sobrevivimos. Creo que no se podía escoger peor momento para hacerlo ".

Cornejo afirma que la única información que tienen es que el proyecto se va a llevar a cabo, pero no saben cuándo "porque no hay dinero. También sabemos que están buscando inversores y que se empezará por las calles donde haya más naves propiedad del Ayuntamiento y la Zona Franca".

En la misma calle que Cornejo está Surimex S.A., una empresa de mecanizados de precisión y reparaciones navales militares. Los hermanos Juan Manuel y Salvador González Crespo son los gerentes, y aseguran que no saben nada del proyecto. "Hemos pedido información al Ayuntamiento por escrito y no nos han contestado. Desconocemos cómo nos afecta. No sabemos las condiciones técnicofacultativas ni económicas del proyecto, tampoco los plazos, el tiempo de traslado... Y esto nos crea incertidumbre porque no sabemos cuándo nos iríamos y cuanto nos va a costar".

Dicen que también enviaron una carta a la OPEX, y, como contestación, un abogado fue con un arquitecto a visitar las instalaciones. "Hicieron fotografías y no hemos vuelto a tener noticias de ellos". Así que estos hermanos lo único que tienen claro es que no están dispuestos a que les cueste dinero. "Aunque este proyecto sea bueno para Cádiz, nosotros no vamos a pagar la mejora de la ciudad, que ya pagamos suficientes impuestos. Además, aquí estamos estupendamente, no tenemos ninguna necesidad de movernos".

Ellos afirman que no les interesa el proyecto y ven que es el peor momento para llevarlo a cabo, dada la "situación crítica" en la que nos encontramos. Es más, no creen que el proyecto salga adelante porque lo ven inviable, "además, existen otras prioridades".

Por su parte, Carlos de la Torre, gerente de la empresa de transporte integral de paquetería Tips@, en la calle Magallanes, ve factible y más cercano el inicio de las obras de renovación del recinto exterior de la Zona Franca. "Llevo muchos años oyendo hablar del proyecto y nunca se hacía nada, pero el año pasado vinieron de la Zona Franca interesándose por nuestra actividad, los metros que ocupamos, el personal y si nos interesaría una nave o local cuando se haga la remodelación. Así que parece que ya hay movimiento, lo que no sabemos son los plazos, porque con la crisis está todo muy difícil".

Este empresario afirma que "si el proyecto va a a beneficiar a la ciudad porque se van a construir viviendas y una zona comercial, a nosotros nos da igual estar aquí o en otro sitio, teniendo los mismos metros cuadrados".

Él es de los pocos que ven de una manera positiva este proyecto.