La Escuela de Hostelería aumenta la oferta formativa
Gastronomía
El centro dependiente de Empleo acorta los cursos a un año y añade Repostería a los ciclos de Cocina y Restauración que ya venía impartiendo
La Escuela de Hostelería de Cádiz está en proceso de reforma de su oferta formativa a la que se añadirá próximamente una nueva línea. Los cursos se van a acortar a un año y Cocina y Repostería se convertirán en especialidades separadas. El objetivo es triplicar las personas que reciben formación especializada y amoldarla a las necesidades de inserción laboral del alumnado, aunque asegurando su habilitación con los certificados de profesionalidad.
La oferta, por tanto, quedará dividida en tres especialidades: Cocina, Repostería y Sala. Esto supone la adición de una línea nueva, ya que hasta el curso pasado la convocatoria sólo estaba abierta a dos: Cocina y repostería como especialidad conjunta, más la de Sala que continúa. El número de alumnos será de 15 por especialidad.
Los ciclos que se estaban ofertando hasta ahora en la Escuela de Hostelería gaditana, ubicada frente al Baluarte de Candelaria, constaba de dos años de duración. La nueva convocatoria, que la Consejería de Empleo de la que depende espera que pueda hacerse efectiva a comienzos del próximo año, se limitará a un solo año. La formación se verá acortada, por tanto, a la mitad. Esto responde a las nuevas necesidades que desde el centro se venían mostrando a la administración autonómica. Se daba la circunstancia de que en los últimos cursos se veía reducido de modo importante el alumnado que continuaba su formación el segundo año. Muchos ya estaban trabajando, de modo que abandonaban los estudios tras incorporarse al mundo laboral. La limitación de la formación a un año debe evitar las aulas medio vacías de segundo.
El nuevo itinerario docente seguirá contando con certificados de profesionalidad que avalen la formación, aunque adaptará su nivel al número de horas realizadas, mientras que las prácticas profesionales que históricamente vienen realizando en diferentes empresas de hostelería de la Bahía de Cádiz se mantendrá como hasta ahora, según lo previsto. En cuanto a la reapertura del comedor para las prácticas en la propia escuela, la intención de la Junta es llevarla a efecto, aunque no hay fechas ni plazos.
La reformulación planteada por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) viene a dar tranquilidad a los trabajadores del centro, ya que supone reactivar la oferta formativa ante el parón registrado durante el presente curso. Actualmente, la Escuela recibe a los alumnos de segundo de Cocina y Sala, los que comenzaron la formación durante el curso pasado con la oferta formativa vigente aún. Algunos de ellos se encuentran ahora haciendo prácticas, de modo que la actividad en el centro se ha visto reducida. No hay alumnos de primero de ninguna formación ya que no se abrieron las solicitudes en el plazo habitual. Si otros años en primavera había salido la convocatoria, durante el verano se había planificado el curso y en septiembre se había dado comienzo, en 2019 no se ha dado ninguno de esos plazos, de modo que la incertidumbre ya se había adueñado de los trabajadores que desempeñan su labor en el centro formativo.
El SAE ya ha pedido a Función Pública que autorice la contratación de profesionales que sustituyan a los que se encuentran de baja para completar el cuerpo docente necesario para afrontar la oferta. La Delegación de Empleo anuncia que la intención es que el proceso de selección de alumnos comience lo antes posible para que a principios de 2020 se puedan iniciar los nuevos cursos.
El delegado del ramo, Alberto Cremades, destaca que “el objetivo de estos ajustes es que redunden en una formación de calidad y con una mayor especialización y adaptación al mercado, dentro de lo estipulado por los certificados de profesionalidad”.
La Escuela vive un nuevo proceso de transición
Los trabajadores temen que el parón se alargue. Ahora mismo no cuentan con alumnos de primero porque la reformulación de la oferta ha retrasado el inicio de cualquier curso. Se quejan de falta de información y de no saber qué decirle a los interesados. Hay que recordar que ya sufrieron cierres en esta escuela, cuando los problemas con las partidas presupuestarias hicieron que la Junta los recolocase en diferentes consejerías. Llegaron los impagos, cortes de suministros, incluso un curso quedó a medio formar, con alumnos de primero que nunca tuvieron segundo. En octubre de 2016, cuando el SAE se hizo cargo del centro, la oferta formativa se adaptó a los certificados de profesionalidad y el perfil del alumnado se transformó, con mayor incidencia a la inserción laboral.
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