Esther Molina: “La ciudad de Cádiz es puerto y el puerto de Cádiz es ya ciudad”
Entrevista con la gerente de Suncruise Andalucia
Esther Molina defiende que Cádiz debe aspirar a un turismo más premium, de más lujo
Afirma que a Cádiz le fallan aún las conexiones internacionales para llegar a convertirse en puerto base
–¿Parece que 2023 puede ser el año en el que las navieras recuperen el aforo completo en sus cruceros?
-Los efectos de la pandemia y el miedo a nuevos repuntes hacían que las navieras permanecieran alertas y prudentes. Precisamente ellas han dado un ejemplo de prudencia y han preferido mantener estrictas medidas como las restricciones en el aforo o el hecho de reservar una zona del buque para posibles incidencias que se pudieran durante la travesía.
-¿Y este año ya cambiarán las cosas?
-Este año ya va a cambiar de manera radical. Ya sentimos en todo el segmento turístico, y más en el de los cruceros, que hay medidas que han llegado para quedarse. No olvidemos que antes que en ningún otro medio de transporte, cuando uno entraba en un crucero, incluso antes del Covid, ya uno se encontraba dispensadores de gel hidroalcohólico, hospital a bordo, servicio médico… Es como una pequeña ciudad, al fin y al cabo.
-¿Pero se sigue hablado del Covid en el mundo de los cruceros?
-No, ya no. Se sigue aprendiendo de la experiencia porque el Covid nos ha permito a todos sacar conclusiones. Ya de lo que se habla es de la vuelta a la normalidad y no de recuperación.
-¿Cómo se presenta 2023?
-Creo que será un año de consolidación y una vuelta a la era previa al Covid. De hecho podemos soñar ya con un crecimiento de los tráficos en torno a un 6 o un 8%. Particularmente en Andalucía, tanto en número de escalas como de cruceristas porque ya los barcos volverán a llevar el cien por cien de ocupación disponible. Pondremos las miras en recuperar lo conseguido en 2019 y afianzar lo que significó ese año histórico. A partir de ahí, crecer y crecer.
-Parece que España se va a consolidar como el segundo país de Europa en cuanto a número de atraques despues de Italia. ¿Eso sí que es recuperarse, no?
-España y Andalucía tienen ahora una gran oportunidad. Las navieras han crecido en número de barcos y han decidido buscar nuevos destinos para sus nuevos cruceros. El itinerario italiano está ya demasiado explotado y las navieras están buscando itinerarios alternativos y creo que ahí es donde Andalucía y Cádiz pueden tener una buena oportunidad porque nuestra costa es este, es oeste, es Mediterráneo, es Atlántico… Creo que aquí la cooperación internacional con países como Portugal o Islas Canarias o Ceuta, Melilla o Marruecos pueden ser cruciales para que cuenten con nosotros en ese nuevo tipo de itinerarios quenecesitan las navieras.
-La relación con Marrueco ha abierto también nuevos horizontes?
-Marruecos siempre estuvo ahí y es un país que turísticamente tiene un atractivo especial por la diferencia cultural tan grande que tiene con Europa, a lo que se le suma el atractivo que puede tener desde el punto de vista fiscal tanto para el pasajero como para la naviera. Y no olvidemos que tenemos muy cerca Ceuta y Melilla que están en otro continente.
-¿No cree que ha llegado la hora de buscar clientela entre otros grupos de edad y convencer a los jóvenes de que el crucero no es sólo un producto para gente mayor?
-Sin duda. Y creo que es una mirada que había que hacer desde las navieras y desde su estrategia de comercialización. En nuestras mentes teníamos que un crucero es un viaje cómodo, en el que no tengo que mover maletas, relativamente aburrido y pensado para personas de más de 65 o 70 años, ya maduras. Eso está cambiando de manera radical. Ahora ya hay barcos e itinerarios para todas las edades.
-¿Ese es otro producto de la reflexión durante el Covid?
-Pues mire. No va descaminado. El Covid también ha traído de la mano una nueva manera de trabajar. Ya hay gente joven que ha encontrado la manera de viajar a la vez que teletrabajan. El barco se ha encontrado con que ahora tendrá que responder a esa demanda y perpetrarse de la tecnología suficiente como para dar la respuesta adecuada.
-Se habla mucho de sostenibilidad. ¿Esta preocupación es por conveniencia o por convicción y es porque se lo impone el entorno?
-Creo que ambas cosas. La convicción la tenemos todos. Sabemos que el mundo está necesitado de cambiar la forma de gestionar la energía. Las navieras llevan muchos años llevando a cabo acciones en esa dirección sin contarlo. ¿Sabía usted que muchos barcos llevan plantas de reciclaje a bordo o plantas de depuración de aguas negras? Ahora lo que pasa es que se le ha puesto un nombre a este tipo de actitud.
-¿Y al cruceristas le importa todo eso de la sostenibilidad? ¿Elige una naviera u otra porque ésta tenga una mayor o menor preocupación por el medio ambiente?
-Sí. Cada vez más.
-¿Sabrá Andalucía aprovechar la oportunidad a la que antes hacía alusión?
-Tenemos que poner el foco en una nueva estrategia para captar cruceros más especializados, crucero más premium y no solo hablo desde el punto de vista económico, que también. Le hablo de cruceros con pasajeros con un mayor poder adquisitivo y una inquietud más alta por buscar la especificidad de nuestros puertos y de nuestro destino y la diversidad que podemos aportarles. Desde Suncruise vamos por ese camino sin dejar de mimar a las navieras generalistas que las seguimos necesitando. La capacidad que tiene Andalucía de crecer en el sector del turismo de lujo es enorme. Son barcos que pernoctan en las ciudades, sus pasajeros se bajan, hacen compras…
-¿Ve a Cádiz dentro de ese modelo?
-¿Cómo no voy a ver a Cádiz dentro de ese modelo? Si Cádiz es un lujo de por sí con un puerto conectado a la ciudad. La ciudad de Cádiz es puerto y el puerto de Cádiz es ciudad. Eso tiene un valor que debemos aprovechar y sacar pecho por ello.
-Lo que no cuaja Cádiz es como puerto base. ¿Qué se está haciendo mal?
-Falla, sobre todo, la conexión internacional en general. Ahora mismo hay una compañía que ha apostado por poner un avión que une Nueva York con Málaga. Eso ha despertado ríos de tinta y rivalidades entre Sevilla y Málaga.
-Al final la rivalidad entre los propios puertos andaluces sigue ahí.
-Esa es una discusión muy pobre con unas miras muy cortas sobre hacia dónde vamos. Nos metieron esas rivalidades en la cabeza porque interesaban en un momento concreto, pero ahora vivimos en un mundo muy global donde no tiene sentido esa rivalidad entre provincias separadas por 200 kilómetros. No tiene sentido.
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