Estudiantes e investigadores del Basque Culinary Center visitan el Másterñam de la Universidad de Cádiz
Gastronomía
Trabajan en la conexión entre el velo de flor de los vinos de Jerez y la “vinificación” del sake japonés
Másterñam organiza el taller ‘Ópera y gastronomía’ en el restaurante ‘Código de Barra’ de Cádiz
Cádiz/Estudiantes e investigadores del Basque Culinary Center (BCC) de San Sebastián, perteneciente a la Universidad de Mondragón, visitan esta semana la provincia de Cádiz de la mano del Máster de Innovación Gastronómica (Másterñam), impartido en la Universidad de Cádiz.
El director de Másterñam de la UCA, José Berasaluce, ha señalado que a través de intercambios y colaboraciones como estos permite que “Másterñam continúe siendo una referencia en la innovación gastronómica de la provincia de Cádiz”. En un intercambio científico y académico, celebrado el jueves en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA, entre alumnos y miembros de la Asociación de amigos y antiguos alumnos de Másterñam (Alumni Másterñam), y los estudiantes del BCC, Berasaluce ha celebrado que “en el futuro se puedan establecer lazos de unión entre los dos centros de enseñanza gastronómica liderando así redes de cooperación, centros de investigación y convertirnos en un agente del conocimiento de un sector que está lleno de oportunidades”.
‘Food Diáspora’ es el nombre del trabajo que ha llevado a dos catalanes, una estadounidense, un aragonés y una chilena a investigar el mundo del sake japonés y sus conexiones con los vinos del marco de Jerez. “Vimos la oportunidad de investigar sobre un mundo que nos fascina y comenzamos a elaborar un amazake, mosto japonés, sustituyendo el agua por el mosto de uva", explica Curro Polo.
“La idea era fermentar dicho mosto buscando unas condiciones idílicas para hacerle crecer un velo de flor, ya que nos había llamado la atención de la vinificación del sake”, añade.
Los investigadores y alumnos han visitado diferentes bodegas del Marco como Romate; Williams & Humbert; Albariza en las Venas; Vinifícate, de San Fernando; la Taberna la Manzanilla, de Cádiz y el Tabanco La Pandilla, de Jerez, con el fin de comprender la parte más científica del Jerez combinada “con el duende que se esconde en las bodegas y que dota al marco de Jerez de matices a veces evangélicos”, tal y como explican los estudiantes.
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