Experimento en General Morla, 4

Dicen los vecinos del número 4 de General Morla que después de ver otras rehabilitaciones realizadas en el casco antiguo, el proyecto ejecutado por la Junta en su finca tuvo un claro carácter "experimental".

Este inmueble del Mentidero, junto al número 3 de la calle Suárez de Salazar en el barrio de Santa María, fue el primero que se entregó completamente rehabilitado dentro del Plan Integral del Casco Antiguo aprobado por la Junta de Andalucía en 1999. La entrega de llaves se realizó el miércoles 11 de abril de 2001, hace ahora quince años.

No hay celebración en General Morla salvó la de tener una calle arreglada. Eso sí, ya se notan los primeros signos del paso del tiempo desde el final de las obras que reformaron de forma integral una finca que estaba en un estado lamentable.

Se nota en los patios interiores, necesitados de un buen arreglo, aunque el interior de las viviendas es mimado por sus inquilinos que, además, no dudan en requerir a la Junta para que mantenga en condiciones las casas. Eso sí, está costando que les hagan caso en cuanto a actuaciones en los espacios comunes, como los años que llevan pidiendo el arreglo de los patios. Incluso la azotea la tuvieron que arreglar los propios vecinos.

La altura de los escalones, imposible para los más mayores que residen en el edificio, y que sueñan con la posibilidad de instalar un ascensor, y las ventanas interiores y exteriores de madera son ejemplos de que "al ser el primer edificio que se reformó, experimentaron antes de invertir más dinero en otras promociones, que han sido más cuidadas que aquí", comenta Antonia Castilla, que atiende a este diario acompañada de su hija Sonia. Rosa, su otra hija ya exclamó hace ahora quince años, cuando entró en su nueva casa "¡Qué guay!".

En el edificio residen los mismos vecinos que volvieron a la finca en abril de 2001, desde entonces sólo se ha integrado en la reducida comunidad una familia de realojo.