La construcción necesita en Cádiz 3.000 nuevos trabajadores en dos años
Desarrollo de la construcción en Cádiz
Alerta ante el envejecimiento de las plantillas
"El sector se demonizó y no era atractivo para los jóvenes"
El crecimiento en el negocio de la construcción y las perspectivas de más trabajo gracias a los proyectos que obtendrán financiación con los fondos europeos de recuperación, chocan con un grave problema: la falta de mano de obra en el sector y, especialmente, la falta de personal con una mayor formación técnica.
Junto a ello una tercera cuestión igualmente grave: el envejecimiento de quienes trabajan en la construcción. En apenas cinco años la edad media ha pasado de 34 a 45 años edad y se calcula que en los dos próximos años, cuando se incrementen los proyectos a ejecutar, la provincia de Cádiz necesitará entre dos mil y tres mil trabajadores más en el sector.
Asume Jorge Fernández-Portillo, secretario general de la FAEC, que en su día "se demonizó más o menos al sector de la construcción, un sector que no es muy atractivo para los jóvenes". Y, sin embargo, la imagen y las formas de trabajar en el mismo han experimentado una clara modernización “alcanzado un perfil que ha cambiado con una imagen más sofisticada”.
Pero no parece suficiente, por lo que se pide cambios en la formación, en la modificación de los curriculum y que éstos se adapten mejor a las necesidades "sobre todo cuando el sueldo medio es de 2.000 euros, por encima de los ingresos medios en general".
Ante la necesidad de garantizar el relevo generacional "porque sino vamos a tener un problema estructural", se plantean cursos que, por las características de los trabajos, apenas tendrían una duración de unos meses, por lo que no es un proceso largo en el tiempo que dificulte la solución a esta situación.
En este sentido, desde la patronal se destacan los fondos que la Junta de Andalucía ha aprobado para sacar adelante nuevos cursos.
Los nuevos modelos constructivos y la clara, y obligada, apuesta por los edificios energéticamente sostenibles han puesto en el mercado empleos con una formación más específica, con técnicos cualificados, a lo que se une también las actuaciones, que desde los fondos europeos se quieren priorizar, de rehabilitación de fincas ya existentes e, incluso, de barrios enteros.
Durante años funcionaron de forma muy efectivas las escuelas taller, financiadas por la administración regional y gestionadas por los ayuntamientos. En aquella etapa un elevado porcentaje de los jóvenes formados en distintas cuestiones relacionadas con la construcción salían de esta etapa formativa con un puesto de trabajo asegurado e incluso formando sus propias empresas.
En los últimos años de gestión el PSOE no se aprobaron más, a pesar de las peticiones constantes de los municipios.
Esta falta de personal, cualificado en mayor o menor medida, y la alta demanda de trabajo ha elevado, a la vez, los costes de muchas obras.
Materias primas
A este problema financiero para las empresas se une a otro también grave: el coste disparado de las materias primas.
Esta es una cuestión menos "visual" para todos aquellos ajenos a la ejecución de un proyecto constructivos, pero toca de lleno en la inversión final del mismo.
Fernández-Portillo como han subido los precios relacionados con el hormigón, el acero, el aluminio, el cobre, la madera y los materiales de plástico. Hay mucha demanda ante una oferta que tiene sus límites lo que eleva los precios en medio mundo.
Junto al coste de la mano de obra se calculan incrementos medios del 6%.
Por si fuera poco, desde hace ya un tiempo los contratos "vienen funcionando con precios cerrados (que impiden una modificación en caso de imprevistos), por lo que los márgenes de maniobra que se tienen son muy escasos y provoca que en algunos casos se vaya a pérdidas o que, incluso, se pueda producir un desabastecimiento de material2.
A todo este cúmulo de inconvenientes se le une la falta de un suficiente número de contenedores para fletar en los grandes barcos de mercancías. De nuevo la demanda supera a la oferta y todo acaba retrasando los procesos constructivos y elevando los precios.
Tras el boom inmobiliario la oferta bajó y ahora se queda corta ante tanta demanda
Cádiz es la tercera provincia en Andalucía con mayor desarrollo inmobiliario. Es más, las ventas en junio pasado, las mejores en este mes en los últimos años, superaron incluso a las realizadas en Sevilla, mientras que Málaga se mantiene con fuerza al frente de la locomotora inversora.
Todo ello se logra tanto por una demanda notable, como está pasando con Cádiz capital que agota en apenas horas la oferta de venta en determinadas promociones, como por la existencia de un grupo de empresas promotoras de capital gaditano muy solventes y eficaces.
En este sentido, desde la patronal de la construcción se destaca que "frente a lo que ha pasado en las provincias de Málaga y Sevilla, en Cádiz el protagonismo lo han tenido pequeñas constructoras y promotoras que han sido las que han reactivado al sector (tras la última crisis de 2008) y han generado un dinamismo que ha acabado por atraer a las grandes empresas", como está pasando en la capital gaditana con firmas hispalenses que ya han emprendido varios proyectos.
Pendiente de la activación de las promociones pública, que se recuperan de forma muy lenta, la mayor parte de la expansión inmobiliaria se está sustentando sobre el trabajo de la iniciativa privada. Es decir, vivienda de renta libre y algo de protegida.
Desde FAEC se indica que la recuperación del sector se inició en la zona de la costa, como Chiclana, Conil, Tarifa, Rota y, por supuesto, Cádiz capital que choca con la falta de suelo y el interés de muchos por vivir en esta ciudad.
Destaca el secretario general de la FAEC que tras el boom inmobiliario de hace más de una década, con un exceso de oferta, se había logrado equiparar ésta a la demanda. Ahora, por la recuperación económica y los efectos de la pandemia en la vida de las familias, es la demanda la que empieza a subir y la oferta a quedarse inicialmente corta.
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