El parqué
Álvaro Romero
Subidas generalizadas
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A lo largo de su fecunda vida profesional, ha destacado como abogado del Estado y al frente de su bufete. En la política tuvo un pasado brillante, con trayectoria nacional y andaluza, aunque sólo resistió ocho años. En otras actividades ha demostrado ser un gaditano cabal, riguroso y ético.
José Ramón del Río y García de Sola (Cádiz, 1935) nació en la calle San José, número 8 (encima del Bar Liba). Su padre, Ramón del Río, perteneció a la Armada. Su madre, Pilar García de Sola, era hija de Francisco García de Sola, que fue director general de Obras Hidráulicas y responsable de la política de pantanos en los años de posguerra. No se enriqueció, cuando murió vivía en un piso alquilado en Madrid.
Era una familia numerosa. José Ramón tuvo cinco hermanos: Paco (fallecido), Maribel, Marisa, Quino (que es marino) y Nacho (registrador de la propiedad). Aprendió las primeras letras con doña Guadalupe Fajardo. Entró en el colegio de San Felipe Neri (del centro) en ingreso, y estuvo allí hasta que en tercero de bachiller pasó al colegio marianista de Extramuros. Tras aprobar quinto, en sexto se fue a Madrid, al colegio de Huérfanos de la Armada. Su padre quería que fuera marino, pero no tenía vocación militar.
Los tres primeros cursos de Derecho los hizo en la Universidad de El Escorial y los dos últimos en el CEU de Madrid, donde se licenció en 1957. Consiguió matrícula de honor en todas las asignaturas del último año de Derecho. Quería ser abogado del Estado. Las oposiciones eran muy duras: se presentaron 300 para 12 plazas. Pero en junio de 1961 entró en el Cuerpo de Abogados del Estado, con el número 2 de la promoción.
Su primer y único destino ha sido Cádiz: la Delegación de Hacienda y Juzgados y Tribunales, en la que prestó servicio durante 44 años, hasta su jubilación en agosto de 2005. Había desempeñado la Jefatura de la Abogacía hasta 1982, cuando solicitó una excedencia especial para dedicarse a la política activa.
El 1 de junio de 1962 se casó con María Dolores Cobián Echevarría. La ceremonia se celebró en la iglesia de San Fermín de los Navarros, de Madrid. El matrimonio ha tenido siete hijos: José Ramón (que es abogado del Estado, con destino en Valencia), María (religiosa), Eduardo, Pablo, Carlos, Pilar y Juan. Ya tienen 10 nietos.
En 1963 José Ramón del Río entró como colegiado en el Colegio de Abogados de Cádiz, que le concedió su medalla de oro en 2013 por los 50 años de ejercicio profesional. Como abogado en ejercicio ha tenido su bufete durante muchos años en el edificio El Fénix, donde también estuvo su vivienda habitual. Cuando se vendió el edificio, una parte del despacho se la quedó el abogado Víctor Arnedillo, que entonces trabajaba con él. José Ramón del Río trasladó su bufete al Centro Europeo de Empresas e Innovación, en el polígono de Las Salinas, de El Puerto de Santa María, donde sigue en activo con sus hijos Carlos y Juan.
Entre otros cargos, fue presidente de la Caja de Ahorros de Cádiz. Fernando Portillo lo incorporó al Consejo de Administración en 1970. Después José Ramón del Río ejerció la presidencia desde 1975 a 1982,. Dimitió para dedicarse a la política. Como presidente de la Caja de Ahorros no tenía sueldo. Percibía 25 pesetas por las reuniones de la ejecutiva y 50 pesetas por las del Consejo. Solían dejar el dinero para una comida de Navidad. Por su labor, el Ministerio de Economía le concedió la Medalla al Mérito en el Ahorro.
A la política llegó por su amistad personal con Antonio Hernández Mancha, que también era abogado del Estado. En 1982, Del Río encabezó la lista de AP por Cádiz en las primeras elecciones autonómicas de Andalucía. Fue elegido y ejerció como portavoz adjunto de su partido en esa legislatura. En 1986 fue reelegido y nombrado vicepresidente del Parlamento de Andalucía.
Ese mismo año, Manuel Fraga dimitió como presidente de AP, tras las elecciones generales. Fue elegido nuevo presidente nacional Antonio Hernández Mancha, que se impuso a Herrero de Miñón. En ese periodo, el nuevo presidente confió en José Ramón del Río, que estuvo en Madrid durante tres años. Fue secretario general adjunto y presidente del Comité Electoral Nacional en 1989. José Ramón se retiró de la política en 1990, cuando volvió Fraga.
Otro aspecto reseñable es la trayectoria cofradiera. Precisamente en 1982 , cuando entró en política con AP, dimitió como vicehermano mayor de Buena Muerte. En la cofradía de San Agustín había salido por vez primera en 1954. Antonio Grosso, cuando fue hermano mayor, lo llamó para su junta. Desempeñó diversos cargos, hasta ser vicehermano mayor. En aquellos años hicieron el paso del Cristo y otros enseres que aún mantienen. El paso fue tallado en el taller sevillano de Guzmán Bejarano, que lo envió a Cádiz con trabajaderas para costaleros, al ignorar que saldría con cargadores. No ha tenido ocasión de ser hermano mayor de esta cofradía. Aunque se muestra contento con la gestión de la actual junta.
También está vinculado a Afligidos. A raíz de un artículo suyo publicado en Diario de Cádiz, cuajó el movimiento liderado por Ramón Velázquez (al que admira) para salvarla. José Ramón del Río salió en Afligidos, tras su reorganización, vistiendo chaqué.
Fue pregonero de la Semana Santa de Cádiz en 1976, en un acto celebrado en el Teatro Andalucía. En su intervención defendió a las cofradías frente a la incomprensión de algunos sacerdotes.
En Cádiz, José Ramón del Río ha estado presente en muchas actividades. Cree que no es carnavalero porque no lo vivió de pequeño. Tampoco es un cadista forofo, pese a que su padre fue directivo con Julián Arana. Su familia es partidaria del Atlético de Madrid. Lo era su padre y lo son sus nietos.
A Mon del Río, como es conocido por sus amigos, le gusta pasear por el casco antiguo de Cádiz. Es ateneísta de mérito y pertenece al Casino Gaditano. Es también uno de esos gaditanos (profesionales liberales en su mayoría) que se fueron a vivir a Vistahermosa, en El Puerto. Hace ya más de 30 años. ¿Y por qué? Vivían en un piso, en la Alameda de Cádiz, que se les quedó pequeño. Tenía siete hijos. Era abogado de Vistahermosa y le surgió la posibilidad de adquirir un bungalow con parcela. En Cádiz no disponía de ese espacio. Mantuvo su despacho profesional en El Fénix, desde el que ha llevado muchos casos relacionados con la libertad de expresión, como abogado del Grupo Joly.
Es aficionado a la caza, sobre todo a la mayor, que practica en una finca de Los Barrios. Lo que más caza son corzos y venados. Piensa que la caza contribuye al equilibrio de la naturaleza. No le gusta causar daño a los animales.
A sus 81 años, se cuida todas las semanas: dos días spinning, otros dos pilates, dos o tres días juega al golf y otros dos o tres para natación. Además, escribe dos artículos semanales para el Grupo Joly y Diario de Cádiz. Por supuesto, sigue viniendo a Cádiz todas las semanas, cada día que puede.
José Ramón del Río es una persona afable, un buen amigo, que ha ejercido su profesión y sus aficiones con entusiasmo, acreditando su buen hacer. Pudo ser un gran político para Cádiz, pero prefirió dedicarse en exclusiva a la abogacía. Lo que pudo ser ya no importa, porque lo que ha sido (y es) justifica todos sus esfuerzos.
JOSÉ JOAQUÍN LEÓNEn 1986 José Ramón del Río se fue a Madrid como secretario general adjunto de Alianza Popular, después de que le convenciera su amigo Antonio Hernández Mancha, que había sido elegido presidente del partido, tras la dimisión de Manuel Fraga. Por entonces el responsable de la tesorería era Ángel Sanchís. Entre sus colaboradores se encontraba Luis Bárcenas, que años después sería tesorero del PP y protagonizaría el famoso caso. Sin embargo, Arturo García Tizón, que fue nombrado secretario general de AP en esa etapa, no se fiaba de Bárcenas, al que retiraron de esas funciones. Poco después, José Ramón del Río se ocupaba de la secretaría de Finanzas. Recuerda que AP "no tenía un duro". Para buscar fondos, pidió préstamos a bancos. Algunos directores, que eran amigos suyos, hasta le retiraron el saludo.
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