La Fundación Joly se enriquece con fondos sobre la Masonería en Cádiz
Un legado único
La biblioteca se convierte en uno de los principales depósitos sobre esta sociedad
Una exposición muestra parte de estos documentos
La Masonería es carne de cine, de series de televisión, de novelas, de cómics, siempre rodeada por el misterio. Ha sido y aún lo es ejemplo de fake news, noticias falsas, a lo largo de toda su historia. El franquismo, aún fresco en algunos ciudadanos, lo incluyó dentro la famosa frase de “contubernio judeomasónico”.
Es por ello que conseguir que Cádiz sea receptora de varios de los principales archivos en los que se cuenta la historia de la Masonería en España es un lujo que hay que saber valorar.
Y lo ha conseguido la Fundación Federico Joly, una de las grandes biblioteca privadas de toda Europa, que acoge en sus dependencias la cesión por un tiempo indeterminado de documentos pertenecientes al Centro de Estudios de la Historia de la Masonería Española, ubicado en Zaragoza, y de fondos propiedad del jesuita José Antonio Ferrer, considerado como uno de los mayores expertos en esta sociedad.
Una pequeña parte de esta colección, pues hay depositadas en las dependencia de la Fundación Joly más de 70.000 fichas de otros tantos masones, se expone en la propia biblioteca ubicada en el Centro Reina Sofía. Lo hace compartiendo espacio con la rica biblioteca de Federico Joly ya que, con la llegada del Rectorado a este edificio, el espacio dedicado a sala de exposiciones ha desaparecido.
El recorrido por la exposición, que cuenta también con material procedente de la propia Fundación Joly, incluye distintos mandiles procedente de logias irlandesas y escocesas, donde se ubican alguna de las más antiguas del mundo (la primera en la provincia se formó en Gibraltar sobre 1730, siendo un cónsul ruso el primer masón detenido en Cádiz, en El Puerto, en 1742), una pipa con el esquema del templo masón grabado (propiedad e una familia gaditana), una moneda conmemorativa, numerosas publicaciones sobre esta sociedad, el primer documento contra la masonería firmado por el Rey en 1751 (propiedad de la Fundación Joly), una copia de una inscripción masónica localizada en la catacumba del Beaterio, el diploma original de Diego López de Morla, que se inició en la logia más antigua de Escocia o, entre otros, una carátula original del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo creado por el franquismo.
Curiosamente este Tribunal impulsó la investigación por masones de insignes gaditanos ya fallecidos en la época, como Segismundo Moret. La documentación descubre también una intensa relación literaria entre miembros de esta sociedad y el franquista Queipo de Llano.
Todo ello es explicado, en visitas que hay que reservar previamente, por el comisario de la exposición, Ángel Guisado, que convierte el recorrido en una auténtica clase magistral sobre la Masonería y Cádiz que no hay que perderse.
Más allá del componente educativo que permite la visita a esta exposición, la presencia en Cádiz de este importante archivo ya ha traído a investigadores procedentes de Málaga, Gijón, Granada y la propia capital.
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