Gestos que valen un campanario

El silencio se ha apoderado de la Viña. El tintineo de las campanas de la iglesia de La Palma, que marcaba las horas del día a día de este barrio se ha apagado a consecuencia de su mal estado. Y ya hay quienes han puesto su grano de arena para que la hermandad pueda restaurar las campanas y devolver a la Viña su sonido habitual.

La cofradía ha puesto en marcha una campaña para captar donativos que permitan realizar los trabajos necesarios para la recuperación de las campanas. Y en los primeros días, ya se han producido cuatro gestos que destacan desde la propia hermandad.

El primero se produjo desde la empresa de apartamentos turísticos que hace meses se instaló en la calle San Nicolás, junto a la iglesia. Su propietario ha entregado ya un donativo para colaborar en la vuelta al funcionamiento de las campanas, trasladando desde la hermandad que “el 98% de los clientes destacan a su marcha el sonido de las campanas que acompaña a su estancia”, según indica el hermano mayor, Francisco Javier Lucero.

El segundo gesto ha llegado de la mano de los predicadores que han pasado por la novena, que han tenido presentes en algunos comentarios el problema de las campanas y que además han declinado el donativo que la hermandad pretendía entregarles por su asistencia a estos cultos “para que lo destinemos precisamente al arreglo de las campanas y que la iglesia pueda recuperar su sonido habitual lo antes posible”, cuenta Lucero.

El tercer gesto ha llegado desde Santander, nada menos, donde “una mujer se ha puesto en contacto con nosotros a través de las redes para ofrecernos su disposición a colaborar económicamente en esta empresa”.

Y por último, una vecina de la Viña ha aportado –hasta el momento– otro gesto especial que destacan desde la cofradía. “Me paró el otro día por la calle para darme el donativo que le permitían sus posibilidades, siendo pensionista; y se ofreció para seguir colaborando en próximos meses si su limitada economía se lo permite. Fue muy emotivo el gesto”, destaca el hermano mayor, que espera que estos gestos se reproduzcan y permitan devolver al barrio su característico sonido.

La estimación es que la inversión total que se necesite supere los 20.000 euros, cantidad en principio inalcanzable para la corporación. Por eso, se han abierto caminos como la creación de una cuenta bancaria donde poder realizar las donaciones (ES65 2103 4022 1000 3000 8960, especificando en el ingreso “Pro Campanario”) o los contactos que determinados representantes políticos han mantenido con los cofrades de La Palma.

Hace unos días ya visitó la iglesia y el campanario, interesándose por su estado, el candidato del Partido Popular a la Alcaldía, Juancho Ortiz, “que se ha ofrecido a mediar con algunas entidades privadas por si prestan su colaboración en este asunto”. Y en los próximos días también está prevista la visita del portavoz y candidato socialista, Fran González, “que también ha llamado interesándose por este problema”, explica Francisco Javier Lucero, que añade que los técnicos municipales también han visitado el campanario para conocer su estado.

Todas estas situaciones generadas invitan al optimismo entre los cofrades de barrio de la Viña, que confían en poder contar con fondos suficientes con los que en los próximos meses actuar en el campanario y recuperar el sonido tan característico del templo. “Primero porque estamos hablando de piezas patrimoniales de más de siglo y medio, como ocurre con las campanas; y después porque su sonido ha marcado siempre la vida de nuestra parroquia y de nuestro barrio, y sería una pena que terminara perdiéndose”, valora el hermano mayor.