El Gobierno desatasca por fin el nuevo edificio de la Subdelegación en Cádiz
Se elaborará un nuevo proyecto más barato en sustitución al diseñado por los arquitectos Cruz y Ortiz
Solares vacíos en la ciudad
El Estado ha reactivado por el fin el proyecto del nuevo complejo de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz. El solar, inmenso para las medidas urbanas de la capital, permanece vacío desde hace más de una década, teniendo el cuenta que el edificio del viejo Gobierno Civil se derribó en 2008 y que diez años antes se hizo lo mismo con las sedes de Obras Públicas, Costas y Radio Juventud.
El Ministerio de Hacienda ha publicado ya en el Boletín Oficial del Estado, BOE, el anuncio de licitación de la redacción del proyecto básico y de ejecución, la dirección facultativa y los trabajos complementarios de las obras del nuevo edificio que albergará la Subdelegación. El coste de la operación sale a concurso por valor de 899.572,93 euros.
El plazo para la recepción de ofertas o solicitudes de participación de este procedimiento abierto se extiende hasta el 14 de septiembre y la duración del contrato es de 31 meses. Cabe recordar que los Presupuestos Generales del Estado para 2022 incluyen una inversión de 1,1 millones de euros para el nuevo edificio de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.
El conjunto de solares objeto de intervención se encuentra vacío en la actualidad. Será objeto de desarrollo en la fase de proyecto básico y de ejecución, así como de materialización posterior, 7.200 metros cuadrados. La huella arqueológica que afecta a los terrenos reviste especial trascendencia y servirá de pauta a la hora de desarrollar estos trabajos. En los trabajos que ya realizaron para el proyecto primitivo, que nunca se llegó a ejecutar, se localizaron tumbas de la época púnico tardío. El subsuelo también puede afectarse por la presencia de los túneles de los glacis que protegían el frente amurallado de la ciudad histórica.
El pliego ahora presentado indica que se tendrá en cuenta especialmente los criterios de adjudicación son la calidad arquitectónica (45%), la funcionalidad de la propuesta (20%), los requerimientos bioclimáticos y de sostenibilidad del diseño (30%) y la racionalidad económica (5%).
Ha sido la "racionalidad económica" lo que ha llevado al gobierno central a olvidarse del proyecto original, que data de 2011 y que fue diseñado por los arquitectos sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz. Ambos arquitectos fueron autores en su día de la rehabilitación del Baluarte de la Candelaria, como fallida sede del Museo del Mar.
Este proyecto, presentado en una época de relativo crecimiento económico, se valoró inicialmente en 32 millones de euros, aunque después se planteó un retoque tras la localización de los restos arqueológicos. Ahora, lo que se quiere es construir un edificio menos costoso. El proyecto "se adaptará a la realidad económica y social actual, con el fin de dar un mejor servicio a la ciudadanía, al estar todas las dependencias juntas y hacer un mejor uso de los recursos públicos, ubicándose en un edificio propio, con lo que no habrá que seguir abonando los alquileres”, según se indicaba recientemente desde la propia administración.
En aquel momento, el nuevo complejo administrativo iba a acoger a las dependencias de la propia Subdelegación, el Instituto Nacional de Empleo, Muface, el Instituto Nacional de Estadística, el Catastro, la Abogacía del Estado y la delegación de Economía, Tráfico, la Inspección de Trabajo, la Demarcación de Costas y la de Carreteras, Extranjería, Fogasa, la Inspección de Trabajo, la dirección provincial de Comercio, la Jefatura Provincial de Telecomunicaciones o el Instituto Español de Oceanografía.
Buena parte de estas dependencias se encuentran ubicadas en locales de alquiler, por lo que la construir de un edificio propio supondrá un considerable ahorro para las arcas estatales. En todo caso, hay que tener en cuenta que ahora lo que se hace es encargar la elaboración del proyecto, por lo que habrá que esperar aún varios años para ver este equipamiento listo.
Y todo si no hay nuevos parones por medio. Ya pasó en 2002, cuando se comenzaba a actuar en esta operación y tras la tragedia del buque petrolero Prestige, todos los fondos estatales se redirigieron a luchar contra la contaminación de la costa gallega. Desde entonces, en Estado sólo ha construir un nuevo vallado en el solar, limpiando el mismo de forma periódica.
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