El 'Grand Mistral' se queda en Navantia para su revisión rutinaria

Lo prometido es deuda. A finales de septiembre, Mario Martini, consejero delegado de Iberocruceros, y su director general, Alfredo Serrano, anunciaron en las páginas de Diario de Cádiz que dos de sus buques, el Grand Voyager y el Grand Mistral, utilizarían el dique de Navantia de Cádiz para su reparación, en el caso del primero, y mantenimiento, en el caso del segundo. Y así ha sido, el pasado martes escalaba el Grand Mistral en el muelle Alfonso XIII horas antes de pasar por boxes para una operación rutinaria de revisión y mantenimiento.

El buque de Iberocruceros permanecerá en el astillero gaditano durante al menos quince días y su estancia representará, según estimaron en su día los responsables de la compañía de cruceros, una inyección económica de unos tres millones de euros.

Y aprovechando su estancia en Navantia, la empresa ha anunciado la celebración de un acto que protagonizará su director general, Alfredo Serrano, que espera contar con la presencia de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.

El director de Iberocruceros guiará a los convocados a lo largo de una visita por las instalaciones del Grand Mistral. Se da la circunstancia de que su estructura es muy similar a la del Grand Voyager, crucero que iniciará en mayo su experiencia con Cádiz como nuevo puerto base parcial para el embarque y desembarque para su ruta marítima.

Fue el 18 de octubre del año pasado cuando el Grand Voyager atracaba en Navantia para someterse a unas pequeñas labores de mantenimiento. Concretamente los trabajos se centraron en la reparación de la hélice del crucero.

A partir de mayo, todos los lunes hasta el mes de octubre, Cádiz formará parte de la ruta circular del Grand Voyager, que cargará la mitad de sus pasajeros en Cádiz y la otra mitad en Vigo.

Mario Martini y Alfredo Serrano avanzaron en su momento que "la cosa no quedaría ahí, sino que la pretensión de la compañía de cruceros es hacer que todos sus buques con rutas por España hagan sus mantenimientos en el astillero de reparaciones navales de Cádiz".

Hasta ahora, son astilleros italianos, país originario de la familia Costa, propietaria de Costa Crociere, que absorbió hace meses a la española Iberocruceros, los que no sólo construyen sus buques sino que es allí donde someten a sus naves a cualquier tipo de reparación por minúscula que fuera.