Ignacio Romaní: “El mensaje fue muy claro: sabemos dónde vives, y dónde vive tu familia”

El exconcejal arremete contra el círculo de Kichi por las pintadas en su domicilio y el de su padre a raíz del caso archivado de Aguas de Cádiz

Ignacio Romaní recibe el apoyo de Juancho Ortiz, en presencia también de Bruno García.
Ignacio Romaní recibe el apoyo de Juancho Ortiz, en presencia también de Bruno García. / Julio González

Dice que es “prudente”, y también que tiene “un profundo respeto por el sistema judicial”. Por eso asegura haber mantenido un silencio casi sepulcral en los tres años que ha durado la investigación judicial que ha terminado en archivo de la causa interpuesta contra su gestión al frente de Aguas de Cádiz; y, en concreto, sobre una subvención concedida al que fuera director de su tesis doctoral. “Tres años de injurias, calumnias y falsedades que asumí al ser portavoz del grupo municipal en la oposición”, ha afirmado un Ignacio Romaní que ha comparecido este lunes en una especie de confesión que ha dejado ver su teoría sobre lo ocurrido, su tremendo enfado con el gobierno municipal que lo llevó a los tribunales y su profundo agradecimiento a los que lo han apoyado en este camino.

Romaní no ha querido olvidar el incidente de las pintadas en su domicilio particular y en el de sus padres después de conocerse la denuncia respecto a su gestión en Aguas de Cádiz. “Lo peor no han sido los ataques a mi persona, lo que no puedo asumir es lo que lo hayan hecho a mi familia, que pinten la casa de mi padre. Eso no tiene cabida ni entiende nadie decente”, ha afirmado el exconcejal, que ha señalado al entorno del alcalde como posible responsable de estos hechos. “A día de hoy sigo preguntándome quién puede tener un interés tan grande en lo que se publica en los medios respecto a la política municipal de esta ciudad para que de un día para el siguiente hacerse con un spray, localizar mi casa, localizar la casa de mi padre...”, lanzaba Romaní, dudando si el autor de las pintadas “tenía acceso al padrón municipal” y trasladando que “una de las primeras llamadas que recibí fue para decirme que él no había sido” -sin especificar el interlocutor, que estaría en el círculo cercano del alcalde-.

“Tengo el convencimiento de que al final sabré quién fue, y sobre todo quién lo mandó a hacer. Soy paciente”, ha trasladado, añadiendo que hasta el momento “lo único seguro es que el gabinete de Alcaldía me señaló públicamente e instó a mi quema en plaza pública y esa noche pintaron mi casa y la de mi padre”. “El modo nazi de actuar pudiera ser de algún asesor de Kichi. Yo señalo y mis sicarios actúan”, afirma, añadiendo que las pintadas llevaban “un mensaje muy claro: sabemos dónde vives y dónde vive tu familia”.

Es más, Romaní ha recordado el episodio de PSOE con uno de los miembros de la lista de Podemos en 2015, que amenazó al entonces portavoz socialista Fran González. “Y luego fui yo, siempre con el mismo modus operandi y con un alcalde cobarde que no da la cara”, ha trasladado.

Frente a este desagradable episodio que ha vuelto a recordar el ex portavoz del PP en el Ayuntamiento, destaca “la cantidad de gente que me mostró su apoyo en el peor momento”, citando particularmente a la entonces cúpula municipal de su partido, al presidente de la Junta de Andalucía “y especialmente a Juancho (Ortiz) que le llovieron todo tipo de presiones, entre otras cosas para que no me representara, y ha estado conmigo hasta el final”.

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