Inauguración del soterramiento de la vía del tren
ádiz se metió ayer de lleno en la modernidad y en el siglo XXI y lo hizo a través de un túnel, el que recorre bajo tierra lo que hasta hace apenas dos años era un pasillo ferroviario en superficie que rompía en dos la ciudad. Que ayer era uno de esos contados días que se pueden considerar como verdaderamente históricos en la vida de una ciudad, dieron cumplida cuenta los cientos de invitados que participaron en la inauguración de la obra que han ejecutado, en un tiempo récord y con un coste inferior de lo previsto, el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía.
El primero asumiendo el 60% del coste total (80 millones de euros de forma global), repartiéndose el 40% restante las otras dos administraciones. Junto a Francisco Álvarez-Casco, ministro de Fomento; Manuel Chaves, presidente de la Junta; y Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, acudieron varios consejeros del gobierno autonómico y una nutrida representación de la administración central, así como 'todo' Cádiz: desde el mundo de la economía y la política hasta el comercio pasando por la iglesia, el ejército, la prensa y abundantes miembros del movimiento vecinal, entre otros.
El acto se inició en la estación de Cortadura, donde el ingeniero jefe de las obras, Fructuoso del Río, explicó las principales características de un proyecto harto complicado. Tras descubrirse un monolito conmemorativo e inaugurarse la estación de cercanías, aunque ésta lleve dos años en funcionamiento, la comitiva recorrió todas las estaciones (Estadio, Segunda Aguada y San Severiano), hasta llegar a la terminal de plaza de Sevilla.
En todas las estaciones intermedias, que entre sí están separadas por aproximadamente un kilómetro, lo que les permite convertirse en auténticas paradas de metro cuando funcione la doble vía entre la capital y Jerez de la Frontera, Martínez, Álvarez-Cascos y Chaves, descubrieron igualmente placas conmemorativas.
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