Joaquín Benítez
Luces y sombras en navidad
El problema de la vivienda en Cádiz
Algo tan cotidiano y normal en la mayoría de los hogares es, a día de hoy, un auténtico lujo que no está al alcance de algunas casas del barrio de la Viña. Las noticias e imágenes sobre la infravivienda que inundaban el día a día en los años 90 y que poco a poco se fue erradicando en la ciudad parecen olvidadas; pero lo cierto es que sigue habiendo casas en los que no se dan unos mínimos de habitabilidad o unas condiciones básicas de comodidad. Así lo ha detectado la hermandad de La Palma, que con motivo de la coronación canónica de su titular dolorosa, la Virgen de las Penas, presentó anoche una cuanto menos curiosa obra social que desarrollará a partir de ahora: rehabilitar, mejorar o, directamente, construir cuartos de baño en aquellas viviendas del barrio que no dispongan a día de hoy un espacio para el aseo con unas mínimas condiciones.
El hermano mayor de la cofradía, Francisco Javier Lucero, ha explicado que se estuvieron valorando varias opciones y proyectos para atender la obra social que requiere una coronación canónica, y que según establece la Iglesia tiene que ser “perdurable en el tiempo”, no algo puntual. “Sabíamos que existía gente en el barrio con cuartos de baño compartidos o repartidos en varias estancias de la casa, o en muy malas condiciones. Infravivienda, en definitiva. Y vimos que ahí es donde la hermandad podía hacer una labor muy importante”, indica.
La relación propia de la cofradía con el barrio, siendo muchos vecinos hermanos de La Palma, o las misiones populares que desarrolló la parroquia el pasado año y que llevó a sus participantes a visitar puerta por puerta a los vecinos es lo que ha permitido localizar esta necesidad que la hermandad se ha propuesto solucionar. “Además, nos reunimos también con Cáritas parroquial, que está muy encima de los problemas de barrio, y nos confirmó que efectivamente el de los cuartos de baño ocasionaba situaciones muy complicadas”, cuenta Lucero, que valora la ayuda que en la organización de esta obra social está prestando la Cáritas de la parroquia de La Palma.
Desde La Palma se ha apostado por esta actuación en los baños de la Viña porque como defiende el hermano mayor “el aseo personal entendemos que es uno de los primeros pasos para salir adelante en el día a día y enfrentarse a la vida”. Y también porque al igual que la comida y la vestimenta, la cofradía entiende el aseo personal como uno de los elementos básicos vinculados a la dignidad de la persona.
La hermandad asumirá la financiación total, desde la redacción del proyecto, la tramitación de las licencias, la compra del material necesario y, por supuesto, la ejecución de la obra
De este modo, la cofradía se va a hacer cargo de todo lo relacionado con la actuación para dotar al mayor número posible de viviendas de la Viña. Redacción del proyecto de obras, tramitación de las licencias necesarias, adquisición de los materiales, sanitarios y demás elementos; y por supuesto ejecución de los trabajos. Todo correrá a cargo de La Palma. Todo será posible gracias a la coronación canónica de la Virgen de las Penas.
En este sentido, Francisco Javier Lucero señala cómo ha sido fundamental la implicación de dos fundaciones que permitirán llegar a un mayor número de actuaciones. Se trata de la Fundación La Caixa y la Fundación Cajasol, “que rápidamente vieron viable el proyecto y nos han ayudado bastante”. Destaca el hermano mayor cómo ha causado en estas instituciones “mucha sorpresa comprobar que en pleno siglo XXI sigue ocurriendo esto en casas de nuestro entorno”, implicándose este primer año en la obra social con una partida de 30.000 euros.
A esa financiación le sumará ahora la hermandad sus recursos propios, que incrementará mediante diversas iniciativas siempre con el objetivo de poder asumir cada año el mayor número posible de intervenciones en casas del barrio. “Y lógicamente estamos abiertos a iniciativas solidarias que puedan surgir al respecto, ya sea de empresas que quieran colaborar con la donación de materiales de obra o propios de los baños, o con mano de obra cualificada que quiera participar en las obras de manera voluntaria, se me ocurre”, indica al respecto Lucero.
Para el desarrollo de este proyecto, la hermandad ha elaborado ya junto a Cáritas parroquial un informe de campo sobre la situación, localizando los casos que más urgencia presentan en ese objetivo de habilitar unos cuartos de baño con unas mínimas condiciones de comodidad e higiene. Un estudio que también ha servido, lo que sí ha supuesto un contratiempo no detectado, para detectar “que todavía hay gente en peores condiciones que ni siquieran tienen cuarto de baño”. Para estos últimos casos “estamos planteando cómo podemos mejorar sus vidas”, precisa Lucero. Y para el resto se elaborará ahora una especie de orden de prioridades “en función de las necesidades” para establecer qué actuaciones se inician en primer lugar.
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