Un museo como apuesta ciudadana
el desarrollo de la ciudad. nuevo equipamiento para el casco histórico
La Diputación rehabilitará el antiguo IES del Rosario y lo transformará en un centro dedicado al arte contemporáneo. El coste será de 3,5 millones con año y medio de obras
Cádiz/El viejo edificio del Instituto del Rosario de Cádiz, donde hace cerca de 160 años nació el primer centro de enseñanzas medias de la capital y que se encuentra sin uso alguno desde hace más de una década, se va a convertir, en el plazo de unos dos años, en el Museo de Arte Contemporáneo que dará cabida a la importante colección que la Diputación ha ido atesorando a lo largo de las dos últimas décadas y que se compone de unas trescientas obras.
Esta operación es la de mayor calado que emprende la Diputación Provincial en materia de promoción de la cultura en toda su historia. La inversión es importante, 3,5 millones de euros, para acondicionar un edificio con un evidente valor histórico, desgajado del convento de los Agustinos tras la desamortización de 1835, y ubicado en la calle San Francisco, una de las más céntricas de la capital.
La apuesta, además, tiene un excepcional valor en materia de sostenibilidad. Más allá de una mera rehabilitación de un edificio sin uso alguno y su conversión en un centro, la Diputación ha realizado un apuesta clara por el medio ambiente a la hora de plantear el proyecto arquitectónico que ha sido dirigido por Francisco Martín.
El futuro Museo, porque su concepto inicialmente va por ese camino superando al de un centro cultural, será el primero en toda Europa totalmente preparado para lograr un gasto de energía casi cero, y la que necesitará consumir la producirá el mismo inmueble. Para conseguir este objetivo se ha trabajado con la Empresa Provincial de la Energía, con la colaboración de las universidades de Cádiz y Sevilla y de la Junta de Andalucía. El calibre de lo realizado por todo este equipo transversal ha sido tal que la de Cádiz es la única diputación provincial que ha logrado fondos de la Agencia de Energía de Andalucía, que aporta como subvención un 60% del coste de la obra.
El proyecto, en el que se viene trabajando casi desde el principio de este mandato, hace ya tres años, está a punto de ser licitado para su ejecución. La intención de la institución provincial es iniciar las obras este mismo año para concluirlas, si no se produce incidencia alguna, en el plazo de 18 meses.
La operación fue presentado ayer por la presidenta de la Diputación Provincial, Irene García, que no podía ocultar su entusiasmo por este proyecto, que ella unió a la apuesta de esta institución por recuperar su patrimonio inmobiliario como apoyo a la economía de la provincia, léase el edificio de Valcárcel o los centros asistenciales.
Con el documento en sus manos reconoció que lo conseguido por los técnicos "nos ha superado. Cumple, con su carácter innovador, muchos de los retos que nos marcamos en nuestro gobierno, recuperando un edificio singular con una clara vocación pública de primer nivel".
Tiene claro que cuando esté en funcionamiento se convertirá en un "elemento de dinamismo importante, tanto en lo que se refiere a la creación de empleo como al desarrollo turístico y cultural".
Junto al carácter de Museo, se contará también con espacio para encuentros culturales (como presentación de libros) y para la realización de diversos tipos de talleres, en lo que Irene García pretende que se convierta en "un pulmón cultural abierto a toda la provincia".
En sus salas irán buena parte las 300 obras adquiridas desde hace años, especialmente en la Feria Arco de Madrid, que no tenían un espacio para su exposición permanente. Entre la planta baja y los tres pisos del edificio se cuenta con cerca de 1.400 metros cuadrados de espacio expositivo, además de una sala para la realización de talleres y, junto a la entrada, un local para cafetería y tienda.
El gran patio central, uno de los referentes arquitectónicos del edificio, estará cerrado integrándose de lleno en el nuevo museo.
La Diputación mantendrán como salas de exposición temporal el bajo de la sede provincial y el edificio Rivadavia.
Cabe recordar que el Ayuntamiento ya cuenta con el ECCO, donde se exponen también obras contemporáneas. Hace unos años Diputación planteó la venta de su colección a la administración local, sin éxito.
La transformación del antiguo instituto, salvando de la ruina un edificio histórico de la ciudad, en un centro cultural de referencia, y la adaptación energética de todo el conjunto llevan a decir a Irene García que "la Diputación Provincial de Cádiz está preparada para hacer buenos proyectos, a pesar de lo que algunos digan", agradeciendo el apoyo de la Junta de Andalucía, frente a la administración central "cuyo marco comunitario sigue cerrado para nosotros. Con todo, hemos obtenido la categoría máxima, somos ya un ejemplo y yo estoy muy orgullosa de liderar este proyecto".
En lo que fuera buena parte del convento de los Agustinos, que acaban de celebrar sus 400 años de estancia en Cádiz, y con cuya congregación se ha negociado el desarrollo del proyecto, abrió en 1863 el primer instituto de enseñanza media de la capital, con el nombre de Columela. Un siglo más tarde se levantó un nuevo edificio junto a la muralla de la Puerta de Tierra al que se fueron los chicos y se llevó el nombre. En San Francisco se quedaron las alumnas y se cambió la denominación del centro por el de la patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario. La construcción de un nuevo instituto junto al puerto provocó el cierre del Rosario en 2006. Ahora el inmueble, en un par de años, volverá a dedicarse a la promoción de la cultura.
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