Invisibles
Diferentes colectivos analizan la situación de las personas sin hogar Hoy, concentración en la plaza de las Flores por la muerte de Antonio García
La muerte de Antonio García Jiménez, como la de Jose Antonio este mismo año, como la de Antonio El Portugués y Andrew hace un par, supone una especie de bofetada dirigida a toda la sociedad. Una buena bofetada con todo lo que ésta conlleva. El dolor, la vergüenza y la vuelta de la consciencia. Una bofetada que nos hace visible lo invisible. La complicada realidad de las personas sin hogar que nos devuelve "un nuevo fracaso social", como dice Rafael Lara de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Con la APDHA, con Cáritas, con Calor en la Noche, con el Comité Oscar Romero, con los Caballeros Hospitalarios y con el albergue municipal realizamos esta modesta radiografía de la situación de las personas que viven y duermen en las calles de la ciudad de Cádiz. Una situación que necesita visibilización -porque sólo se comprende lo que se conoce- y que es uno de los objetivos de la concentración que hoy a partir de las doce de la mañana se celebra en la Plaza de las Flores, junto a la cafetería Andalucía, lugar donde falleció Antonio hace, apenas, unos días.
Tan anónimos que, para la ciudadanía, sólo recuperan su nombre cuando mueren. Desde Cáritas, María José Romero explica que "casi con toda seguridad" son más de 106 las personas que viven en nuestras calles. Más porque el día que se realizó el conteo las malas condiciones climatológicas impidieron un recuento más exhaustivo. Sobre 120 tiene entendido Rafael Lara; sobre 130 personas baraja Pedro Castilla, del Comité Oscar Romero, que, también detalla, que si en Extramuros hace "cuatro o cinco años" sólo había "seis o siete" personas sin hogar, actualmente "serán unos 40". Y, desde Calor en la Noche, Rafael Torres asegura que "en los últimos dos viernes" han atendido a más de 70 personas por día.
Estos colectivos coinciden en que el perfil de estos hombres y mujeres que duermen a la intemperie ha cambiado en los últimos años. Si habitualmente, como explica Romero, eran "sobre todo hombres a partir de 45 años con múltiples problemas emocionales y familiares y con algún tipo de adicción", en los últimos años, y aunque estos casos son los más numerosos, "han aumentado el número de mujeres, de jóvenes y hasta de familias enteras que se han visto en la calle por los desahucios". En estos últimos casos, precisa la técnico de Cáritas, "sí que prefieren dar una patada a una puerta que estar en la calle".
El responsable del albergue de la Orden de Caballeros Hospitalarios, Crisolo Albusac, relata que el tipo de usuario que recibe "ha cambiado" en los últimos años y, por tanto, "también nuestro funcionamiento". "Ahora vienen, por ejemplo, gente con problemas económicos que necesitan nuestro servicio hasta que puedan cobrar la ayuda. Tenemos estancias más largas e incluso los alojamos durante meses si vemos que la situación lo requiere". Desde el centro de acogida municipal informan de que la mayoría de las personas que atienden son "las que están en espera de ingreso en comunidad terapéutica, las que buscan empleo, ciudadanos con problemas de salud crónico o que estén en comienzo del proceso de normalización".
La mayoría de las fuentes consultadas también coinciden en otro aspecto: los casos han aumentado. Una percepción que confirman desde Caballeros Hospitalarios, que han realizado "más de 3.600 asistencias" en lo que va de año y que creen que cerrarán 2014 "superando las 3.700". En el albergue del Ayuntamiento, desde el 1 de enero de 2014 a 30 de septiembre del mismo año, se han alojado 445 personas y se ha prestado atención social a 805. Eso sí, desde esta insititución aseguran que durante 2013 el nivel de ocupación de personas atendidas alojadas fue del 89% frente al 90% en 2012. En los últimos días, son 19 personas las que han utilizado su servicio, "no contabilizándose un aumento en la ocupación con respecto a otras fechas del año a pesar de la climatología", especifican.
Es tarea complicada descifrar los motivos por los que una persona termina viviendo en la calle. Cáritas, Comité Oscar Romero y la APDHA señalan, en primer lugar, a la propia configuración del sistema, una verdadera fábrica de desigualdad que, además, "no destina los recursos suficientes para atender a esas personas que el propio sistema margina".
Los detonantes de la expulsión del paraíso pueden ser tanto problemas psíquicos de estas personas anteriores a vivir en la calle (Lara nos recuerda que "desde la desaparición de los manicomios no se ha puesto en marcha desde la Administración ningún plan para esas personas y la responsabilidad recae en el colchón social de la familia que, por otra parte, cada vez es más delgado"); los problemas laborales de personas que tienen rota su situación familiar (tanto Pedro Castilla como Rafael Torres han atendido a personas que venían de una situación normalizada) y de marginación social por causa de alguna adicción, como también apuntan desde Cáritas.
La "crisis económica" y "los recortes sociales" que el Gobierno ha utilizado como respuesta también son nombrados por los colectivos como puertas de acceso a la vida en la calle. Así, Torres asegura que Calor en la Noche ha atendido a personas que anteriormente trabajaban en empresas auxiliares de Delphi. Lara incide en la tijera "a los derechos sociales", Castilla habla de "una mayor potenciación de la crisis sistémica" y Romero de "los recortes en recursos" por parte de las administraciones.
Mucho, desde las organizaciones sociales; poco, desde las administraciones. Es el resumen de la opinión de los colectivos que se preocupan "por el peligro que conlleva una atención sólo asistencialista que crea más pobreza", advierte Romero.
Pero atendamos, primero, a la labor municipal. El Centro de Acogida Municipal dispone de 20 plazas (8 para alojados de larga duración y 12 plazas para alojamientos cortos) que incluyen pernocta, ducha, comedor, ropería y lavandería. También desde el área municipal de Servicios Sociales se informa de ayudas en farmacia y desplazamiento y atención social para las personas alojadas.
Desde el Ayuntamiento se recuerda la creación y coordinación de la Mesa de las Personas sin Hogar (cuya última reunión fue el 5 de noviembre) que en estas fechas activa el dispositivo para la Campaña del Frío, una medida extraordinaria que consiste en ampliar la capacidad de alojamiento y atención, tanto del albergue municipal como del centro de acogida de Caballeros Hospitalarios (el año pasado, el pico más alto de usuarios que acudieron en invierno al centro fue 26 personas). Colectivos como la APDHA se preguntan "si esta campaña se acompaña de una mayor dotación de recursos". En Caballeros Hospitalarios se opina que este incremento de servicios en épocas concretas ha existido "siempre". Y desde el PSOE, lamentan que en esta Mesa "no se llega al mínimo de las exigencias".
El albergue de Caballeros Hospitalarios, con 15 plazas, ampliables en algunas épocas del año (ahora mismo está completo), está activo desde 1992 y también cuentan hoy con servicios de ropería, lavandería, desayuno y cena. Cáritas también realiza una labor importante con las personas sin hogar tanto a pie de calle como de análisis y de gestión de recursos, al igual que la APDHA y el Comité Oscar Romero. Calor en la Noche llevan desde 2003 saliendo a la calle todos los viernes con bocadillos, café y caldo para estas personas, además, de darles un trato de cercanía y de atención sanitaria, pues cuentan con los servicios de un médico. Además, desde hace "unos siete meses", con la colaboración del bar Galicia y del bar Mari y Jose, ofrecen almuerzos los domingos "para unas once o doce personas" en esta situación. Otras organizaciones como Cruz Roja, Despertares, Grupo Cristiano de Reflexión-Acción y las bolsas de caridad de diferentes cofradías, entre otras, también realizan una labor asistencial con los ciudadanos que viven y duermen en la calle.
Desde lo más general a lo más concreto, las diferentes organizaciones consultadas proponen diferentes ideas y reflexiones para acabar con esta realidad "que no es normal aunque nos lo parezca", subraya Torres. Así, por un lado, exigen el cumplimiento de las leyes (APDHA) como la ley andaluza o la propia Constitución y, además, un cambio legislativo para proteger más a estas personas (Cáritas). Romero, por ejemplo, constata la desaparición de los bancos de la plaza de las Tortugas hace un par de semanas. "Efectivamente pregunté por ello al Ayuntamiento y ha sido por labores de limpieza aunque el técnico no me supo decir si los bancos volverían a su lugar. Lo que sí es cierto que en otros lugares del país se está variando el mobiliario urbano para evitar que los utilicen estas personas".
El aumento de recursos es denominador común de las exigencias a los responsables públicos. Recursos como la ampliación de plazas del albergue municipal o, incluso, como proponen desde el Comité Oscar Romero con el Grupo Cristiano de Reflexión-Acción, crear un centro más grande rehabilitando y utilizando edificios sin uso en la ciudad como Olivillo, el Beato Diego o la gran finca de la calle Santiago Terry.
Un aumento de recursos, también, humanos. Y es que, aunque los colectivos defienden la labor del voluntariado ("magnífica"), echan en falta que las autoridades destinen a algunos profesionales (médicos y personal de salud mental) a la atención de las personas que viven en la calle. Porque, como reflexiona Torres, "el voluntariado es un arma de doble filo porque le saca las castañas del fuego a los responsables públicos".
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