Jornada festiva con el comienzo del derribo de las murallitas

RAN las tres y diez de la tarde de ayer cuando el alcalde de Cádiz, Cayetano del Toro, con una palanqueta de plata en sus manos y profundamente emocionado, empujaba la primera piedra de la muralla. Los actos dieron comienzo a las dos de la tarde. A esa hora más de veinte mil personas se daban cita en las proximidades de la muralla. La Corporación Municipal bajo mazas salió de las Casas Consistoriales seguida de los estudiantes de Medicina y Comercio. Al llegar a la muralla, frente a la calle Sánchez Barcáiztegui, estalló el delirio. Cientos de cohetes se lanzaron al aire y se multiplicaban los vivas a Moret, a Cayetano del Toro y a Cádiz. Apenas se escuchaban los compases de las bandas de música cuando la comitiva subió a las murallas. Cayetano del Toro dirigió unas emocionantes palabras a la multitud. Señaló que las murallas de Cádiz habían servido para rechazar a Drake y a Napoleón, pero que hoy no tienen utilidad y entorpecen la vida de la población. Los terrenos que hoy ocupan las murallas servirán de hermosos paseos para las guapas gaditanas. El alcalde terminó su discurso agradeciendo el apoyo prestado por el jefe del Gobierno, Moret. Al terminar su discurso, cientos de cohetes anunciaron el momento de ver caer la primera piedra a la calle Isaac Peral. Los obreros Juan Palacios y Francisco Balaer recogieron del suelo esa piedra y la cubrieron con una bandera de España. Cayetano del Toro la entregó a la Sociedad de Pescadores para que sirva de primera piedra del monumento a Moret. Durante toda la tarde miles de gaditanos estuvieron desfilando por las murallas y la calle Nueva presentaba el aspecto de los días grandes. Hemos tenido ocasión de ver la palanqueta de plata con la que el alcalde procederá a derribar la primera piedra y con la siguiente inscripción: "Con esta palanqueta se derribó la primera piedra de las murallas de Cádiz por el alcalde Excmo. Sr.D. Cayetano del Toro y Quartiellers. 3 de marzo de 1906".