La Joya custodiada
Más de 1.600 alegaciones se han presentado ante Medio Ambiente para evitar que las obras en el Castillo de San Sebastián afecten al paisaje de La Caleta
No es la más grande, sus arenas no son las más blancas ni sus aguas las más cristalinas, sin embargo, algo tendrá La Caleta para que cada febrero le llueva una retahíla de piropos que la convierten en la playa más cantada del planeta. Un castillo hembra y otro varón custodian sus tesoros, su centenar de tipos de piedras, su alhaja, su aroma a algas y roca que remueve el poniente. Un faro le pone luz aquellos días que la luna libra para completar un paisaje que resulta aún más espectacular cuando el sol se esconde tras el Castillo de San Sebastián. Inmersión del astro rey en aguas gaditanas que se convierte en uno de los pocos espectáculos gratis de este mundo. Ese regalo divino, ese paisaje inspirador de poetas, es lo que quieren defender a toda costa los caleteros y la plataforma Salvemos La Caleta, nacida a raíz de la puesta en marcha de algunos proyectos enfocados a convertir el Castillo de San Sebastián en el buque insignia de la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812 y que consideran puede atentar contra el equilibrio de esa joya de los mares patrimonio de la ciudad de Cádiz.
Tanto la citada plataforma como el historiador Juan Antonio Fierro Cubiella, gran estudioso del enclave, han presentado alegaciones al proyecto en la Demarcación de Costas y en el Ministerio de Medio Ambiente con nulo resultado hasta el momento. Los dos escritos de Fierro Cubiella fueron contestados con sendos comunicados muy escuetos en los que explicaron que el proyecto "está dentro de la legislación vigente".
Las reticencias de Fierro y otros caleteros al proyecto de ampliación y consolidación del malecón de acceso al Castillo de San Sebastián y la recuperación del Muelle del Socorro se basan en varios puntos. El primero de ellos es la necesidad de asumir el territorio y sus singulares características. "No se ha asumido los condicionantes derivados de la configuración física de aquel territorio, acentuados por su localización y agravado en ciertas situaciones con acciones climáticas", dice Fierro en el escrito remitido a Medio Ambiente.
En su escrito indica que La Caleta ya aparece citada en las referencias que el autor romano Pomponio Mela hace sobre Cádiz en el siglo I d.C. Cuando habla de los dos promontorios en los que termina la isla. Pero no será hasta el siglo XVI cuando se tienen noticias fiables sobre la peligrosidad para la navegación que hoy día son evidentes y de lo que da testimonio los abundantes restos de naufragios constatados en las cercanías de estos escollos, "lo que ha obligado a su vez a que desde tiempo inmemorial se construyeran edificios orientativos que avisaran a los navegantes; primeramente faros, torres de atalayas, bocinas náuticas...".
El conjunto caletero atrae por completo, aunque los dos castillos que lo custodian se antojan como lo más destacable. Sobre todo el hecho de que ambos se construyeron en la misma época y que, según los estudiosos de la zona, el proyecto de ampliar el arrecife es inviable. "No tiene sentido -dice Fierro Cubiella- porque por mucho que puedan ensancharlo al final siempre se van a encontrar con la estrechez de la entrada del Castillo de San Sebastián". En su escrito de alegaciones asegura que hablar de seguridad no tiene mucho sentido "porque la distancia a cubrir en caso de evacuación o desalojo inmediato es la misma (600 metros), y en pleamar el camino quedaría igualmente colapsado, por lo que la presencia de cualquier tipo de vehículo sería más perjudicial que beneficioso (…)". Hay que tener en cuenta que el Castillo de San Sebastián y su malecón es una construcción histórica, levantada en un momento donde el concepto evacuación era desconocido. Y se pregunta Fierro Cubiella: "¿Qué solución daríamos ante la aglomeración de visitantes en la pirámide de Keops o en el Santo Sepulcro de Jerusalén, abrir una puerta de doble sentido, agrandar las galerías? ¿Y en los monasterios colgantes del valle de Meteora?".
Otra de las preguntas que se hacen los defensores de la conservación de La Caleta es el uso que finalmente se dará al Castillo de San Sebastián una vez pasado el Doce. Teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas reinantes en la zona en invierno sería complicado mantenerlo operativo todo el año. Además, los defensores de mantener intacto todo el conjunto paisajístico de La Caleta se cuestionan en voz alta qué museo podría colocarse en un lugar tan húmedo como San Sebastián, donde las paredes chorrean agua prácticamente los doce meses del año.
Plataforma Salvemos La Caleta
Juan Antonio Fierro Cubiella no está solo en esta lucha por mantener La Caleta tal cual la conocemos. José Antonio Sánchez, miembro de Agaden, y otros compañeros, como José Luis Olmo, pusieron en marcha el pasado mes de enero la plataforma Salvemos La Caleta, que ya tiene casi un millar de adeptos en Facebook y que ha recogido unas 3.500 firmas de apoyo para que se modifique el proyecto que en estos momentos maneja el Consorcio del Bicentenario.
Sánchez reconoce que tras conocer el proyecto de Costas "no nos hizo mucha gracia, sobre todo el dragado para la rehabilitación del muelle del Socorro y la transformación del malecón de acceso". De manera oficiosa, han tenido conocimiento de que el Consorcio ha abandonado su plan de realizar ese dragado y estudia otras alternativas para poder llegar a ese embarcadero con un barco de menor calado.
Hasta el momento, además de las alegaciones de Fierro y de la propia plataforma, se han realizado otras 1.600 a modo particular. "Creemos que el proyecto previsto en principio alteraría de forma irreparable uno de los bienes más preciados de la Caleta: el paisaje", dice Sánchez.
La Plataforma no es partidaria de que en el Castillo de San Sebastián se celebren actos masivos, "que son los que convierten la cuestión de la evacuación en el origen de los ensanches del malecón de acceso. El Castillo debe tener un aforo limitado que haga compatible su utilización y su conservación".
Eso sí, los miembros de la Plataforma aseguran que no son contrarios al Bicentenario "ni estamos en contra de que en el castillo tengan lugar todos aquellos actos institucionales y culturales que sean necesarios, siempre que se limite el aforo".
José Antonio Sánchez reconoce que se llevaron una grata sorpresa al comprobar como su plataforma ganaba adeptos en Facebook día tras día. Otros colectivos, como Agadén o Ecologistas en Acción también han presentado alegaciones al proyecto, pero sin duda la recogida de firmas y el escaparate de las redes sociales es lo que más poder está teniendo a la hora de hacer que las administraciones se planteen variar el proyecto original.
"La Caleta es un monumento natural en su conjunto, desde el Baluarte de los Mártires hasta el Castillo de Santa Catalina", dice Sánchez, que asegura que no ve que exista ningún problema en que se solapen dos figuras de protección.
La Plataforma también ha solicitado que los redactores del proyecto tengan una actitud "más transparente, más abierta a la gente, aunque esto ya no es culpa de Costas directamente sino de la administración en general".
Sobre las obras que actualmente se están llevando a cabo en el Castillo también solicitan "más información". La Plataforma ya ha pedido, incluso en el Pleno municipal, la paralización de los trabajos de remodelación del interior del edificio y pretende "que se reconduzca el proyecto".
En cuanto a la rehabilitación del muelle del Socorro José Antonio Sánchez mostró igualmente su rechazo. "No tenemos la certeza absoluta de que la zona no vaya a ser dragada. Hemos hablado con María Luisa García Juárez (gerente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario) y su palabra nos parece seria y honorable, pero no hemos recibido una contestación oficial ni del Consorcio ni de la Demarcación de Costas. Queremos creer lo que nos dicen pero...".
La Plataforma teme que en un futuro ese muelle de atraque del catamarán pueda tener un uso privativo, a lo que hay que sumar el peligro de escapes de fuel y las restricciones que las embarcaciones artesanales sufrirían. "Tememos una posible privatización del castillo y del muelle del socorro como elemento de atraque para un puerto deportivo. Hay un proyecto ambicioso para un puerto deportivo en la barriada de la Paz y creemos que Cádiz no necesita más puntos de atraque", dice José Antonio.
Los miembros de la Plataforma son, por lo general, naturales de Cádiz, por lo que explican que "conocemos bien la zona y somos conscientes de las dificultades que existen para acceder al castillo cuando hay temporal, así que su uso nos crea muchas dudas".
Otro aspecto que les resulta muy chocante es la construcción de dos piscinas naturales junto al malecón de acceso al Castillo. "Al menos figuraban en el proyecto original al que tuvimos acceso". Que se lleve a cabo ya parece más complicado, puesto que estas piscinas, que se llenarían con la marea alta, podrían resultar incluso peligrosas para los más pequeños.
Otra de las dudas que crea el proyecto a las personas que han presentado alegaciones es la propia elección del Castillo de San Sebastián para la celebración del Bicentenario, "puesto que no pintó nada en aquella época".
Para los arquitectos, el proyecto del Castillo es un caramelo muy jugoso. También se barajó la posibilidad de realizar un proyecto contemporáneo. Al preguntarle a los miembros de la Plataforma cuál sería su posición si, por ejemplo, se quisiera construir en el Castillo de San Sebastián un gran auditorio, tipo la Ópera de Sidney, comentaron lo siguiente: "nos opondríamos radicalmente a algo así por el impacto visual que tendría sobre el paisaje de la playa de La Caleta, que es un patrimonio en sí mismo. En Puerta de Tierra hay mucho espacio libre para intervenir con arquitectura contemporánea sin tener que romper un conjunto tan espectacular".
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