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Que el buque Juan Carlos I entre a reparar en alguno de los astilleros gaditanos es siempre una buena noticia tanto por la plantilla como la propia Navantia y al fin ya tiene nueva fecha. Lo normal sería que el portaaviones Juan Carlos I entrara en el dique de la factoría de Navantia-Cádiz como ya ocurriera en 2015, pero, en esta ocasión, será la plantilla del astillero de Puerto Real la que tendrá que acometer los trabajos que necesite este navío que tiene prevista su entrada el próximo 9 de noviembre.
Se trata, según fuentes de los comités de empresa de Cádiz y Puerto Real de una varada reglamentaria que lo mantendrán en la provincia de Cádiz hasta finales de diciembre, concretamente hasta el día 27, si todo marcha como debiera.
En esta varada reglamentaria, las obras más importantes que se llevarían a cabo son, según confirma la propia Navantia, un recorrido completo del sistema de propulsión con Siemens, el pintado de obra viva y obra muerta utilizando técnicas de hydro blasting y una revisión de las aletas estabilizadoras. A esto se le sumaría un recorrido de las hélices de maniobra y una supervisión del estado de las válvulas de fondo así como de los colectores contraincendios y aspiraciones. La obra culminaría ya a finales de diciembre con la inspección de los tanques y de los espacios vacíos.
El número de empleados que podría necesitar el portaaviones Juan Carlos I está por determinar pero podría rondar unos 150 trabajadores procedentes de la industria auxiliar y unos 700, según estimaciones del comité de empresa de Navantia-Puerto Real, del la propia factoría.
Se da la circunstancia de que Puerto Real está ahora mismo acometiendo los trabajos de construcción de una estructura de eólica marina flotante destinada al parque Kincardine de Reino Unido. Ese encargo ha supuesto un paso más en la diversificación de la factoría puertorrealeña y forma parte del contrato que Cobra Wind International, filial de ACS, adjudicó a Navantia el pasado mes de enero para construir cinco estructuras similares.
En esa misma línea, la presidenta del comité de empresa del astillero de Puerto Real, Margarita Forné, valoraba de manera muy positiva la entrada en dique del Juan Carlos I, dándole consideración de "hito importante por muchas implicaciones que tiene en el portfolio de los trabajos que venimos realizando".
Después del Juan Carlos I, se iniciarían los trabajos de reparación del Carnival Victory, que quedaría al margen, dado que la preferencia de los trabajos para la Armada están por encima de todos, tal y como exige el cumplimiento de una serie de acuerdos firmados con el Ministerio de Defensa. La propia Margarita Forné dejó caer que "pronto contaremos con una puesta de quilla", extremo sobre el que no ofreció ningún datos más y que no fue confirmado por parte de Navantia. A pesar de ello, Forné dijo con seguridad que "estamos pendientes y en breve podríamos dar el comité de empresa una magnífica noticia".
Sobre el empleo que ocupará esta reparación, la presidenta del comité de empresa del astillero de Puerto Real reconoció que desconocía aún la envergadura de las tareas que trae el Juan Carlos I, "pero al no tratarse de un buque civil, que suelen incluir más mano de obra extranjera, la mayoría de los trabajadores procederán del propio astilleros".
Sobre el hecho de que se repare este portaaviones en Puerto Real y no en Cádiz, Forne afirma que si se desvía hacia su facotría es por tamaño o bien, como es el caso ahora, porque el dique de mayor tamaño está ocupado con la reparación del 'Solitaire'.
"Este comité de empresa consigue carga de trabajo sin sacrificar a los trabajadores. De hecho ya hemos conseguido el BAM IS que ha sido producto del trabajo silencioso y protegiendo tanto al la industria auxiliar como a nuestra propia plantill", afirma Margarita Forné.
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