Juan Mera publica un poemario dedicado a la Virgen de la Oliva de Vejer

Juan Mera, con su nuevo libro, un poemario dedicado a la Virgen de la Oliva de Vejer. / Lourdes De Vicente

Es su cuarto libro, “mi cuarto niño”. Juan Mera Gracia es de sacar las cosas que lleva dentro rimadas en versos, como los clásicos que tanto ha bebido y que siempre ha defendido ya sea en el teatro o en verso. Como hizo hace unos años cuando recorrió el Camino de Santiago en bicicletas y escribió el romance a pedaladas para contar su experiencia; y como ha vuelto a hacer ahora, en esta ocasión con un poemario dedicado por completo a la Virgen de la Oliva de su familia, de su Vejer natal a la que tan unida sigue, él que se define “vejeriego con carné que me gusta ejercer como tal”.

Este profesor de las carmelitas, cofrade y pregonero (los suma por decenas) se planteó hace más de un año la redacción de este poemario que ha titulado ‘Devoción y nombre’ y que dedica al completo a la Patrona de su pueblo. “Me adentró en la obra de San Juan de la Cruz para un proyecto, y me motivó mucho no solo su poesía, que ya conocía, sino la temática que empleaba”, recuerda; y ahí comenzó su “ansia de escribir para plasmar mis ideas”.

En paralelo, en Vejer elaboran un manto para la Oliva donado por sus devotos y que incorpora súplicas y gracias; y de ahí salió una decena de sonetos. Y le incorporó un romance sobre el azulejo vejeriego. Y luego vino el pregón del año pasado (por el 425 aniversario de la hechura de la Virgen y el 25 de su coronación, que pronunciaría Mera) y ha agrupado unas cuartetas “sobre el éxtasis que supone para el pueblo de Vejer el 9 de agosto cuando repican las campanas”. Y así fue tomando forma este poemario, marcado por las 92 liras dedicadas a la Virgen.

La composición de este libro vino a coincidir con el aniversario del colegio de las Carmelitas, donde ejerce de profesor; y al hilo de una exposición conmemorativa celebrada el pasado año en el convento, Mera cuenta con la inestimable colaboración de un grupo de pintores que da luz al libro tanto en la portada (obra del gaditano Antoine Cas) como a las páginas interiores (con pinturas de Isabel Sola, que además le ha dedicado el prólogo, José María Pedernal, Díaz Arnido, Daniel Franca, Álvarez del Pino o Nuria Barrera).

Doce dibujos son, en total, los dedicados también a la Virgen de la Oliva que completan esta obra que se presenta esta tarde (a las ocho en el claustro de San Francisco) y que ha editado la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Vejer. A esta entidad se destinarán todas las ganancias que se recauden por la venta de ejemplares, al precio de 10 euros cada uno; “porque sigue peleando por el mundo cultural vejeriego y porque hay que apoyarla como socio y como vejeriego”, justifica el poeta.

-“Un mero aprendiz”, corrige.

“La Virgen de la Oliva está muy presente en mi familia y en mi vida. Soy hermano desde pequeñito, obviamente; y prácticamente todas las semanas voy a comer con mis padres a Vejer y suelo siempre pasar por el santuario”, explica el autor del libro, que ha querido plasmas esa pertenencia inamovible a la Patrona de Vejer, esos actos del año pasado en los que pregonó su aniversario, o toda la realidad de la pos-pandemia en esta nueva obra que aunque se dedica íntegramente a la Oliva “cualquier podrá aplicar algunos poemas a otras advocaciones o realidades”.

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