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Juancho, el hombre que siempre tuvo arrojo

Criado bajo el manto de Teófila Martínez, se hizo un hueco casi desde el principio en su guardia pretoriana

Melchor Mateo

16 de marzo 2018 - 08:51

Guillén

En una corporación que casi acababa de tomar posesión en el año 2003, un joven de 31 años se enfrentaba a su primera intervención en público, ya como concejal de Vivienda in pectore. En aquel discurso se le pudo ver algunos de los rasgos que definen su personalidad. Enérgico, seguro de sí mismo porque no le tembló la voz ni un instante, con un lenguaje más legal que político entonces y con mucho arrojo, porque incluso llegó a a acusar de prevaricación al entonces líder de la oposición, Rafael Román. Aquel joven apuntaba maneras desde el principio.

Pronto empezó a asumir responsabilidades importantes hasta llegar a convertirse en poco tiempo en parte de la guardia pretoriana de Teófila Martínez, en la que estaban entre otros Ignacio Romaní, Mercedes Colombo y Jorge Moreno.

En su primera intervención en un pleno ya mostró rasgos de su personalidad

Criado en una familia numerosa, Juan José tiene otros dos hermanos y dos hermanas, estudió en el colegio San Felipe Neri y posteriormente marchó a Sevilla para estudiar Derecho. Allí conoció a la que es hoy su esposa, Yolanda. Eran tiempos en los que cada vez que podía cogía la tabla y la vela para hacer windsurf, deporte del que era un gran aficionado. También frecuentaba el gimnasio, donde llegó a tener un gran nivel en algunas artes marciales.

Desde siempre ha tenido una cierta dosis de liderazgo, incluso entre los círculos más íntimos, y una gran personalidad, para lo bueno y para lo malo.

A pesar de que lleva ya 15 años como concejal, nunca ha querido dejar su profesión aparcada y ha estado ejerciendo como abogado, en algunos casos como letrado del propio PP.

Juancho, como le conoce todo el mundo y como ayer se le nombró en la rueda de prensa, es un hombre simpático en las distancias cortas. De hecho, durante mucho tiempo y casi hasta la aparición de Bruno García, era la sonrisa del PP en el Ayuntamiento de Cádiz, aunque en los plenos volvía al discurso enérgico que ha tenido desde que debutara en aquel verano de 2003. Sin embargo, con el paso de los años se ha ido endureciendo, más aún cuando le ha tocado sentarse en el banquillo de la oposición. En esta época ha tenido que defender algunas situaciones complicadas como un punto en el que querían que el alcalde pidiera disculpas por unas manifestaciones sobre Arnaldo Otegi y tuvo una enganchada con alguien del público. También le tocó hacer de abogado defensor de Ramón de Carranza cuando llegó la hora de quitarle el nombre a la avenida y utilizó el tratamiento de don para el que fuera alcalde de la ciudad.

Ortiz, durante el Gobierno de Teófila Martínez, ha estado al frente de Vivienda, en donde puso en marcha el plan de alquiler para jóvenes y gestionó la operación para los pisos de la antigua Comandancia de la Guardia Civil; también estuvo al frente de Comunicación, en donde presidió el consejo de administración de Onda Cádiz; y sobre todo se le recuerda por haber sido el concejal del Bicentenario de la Constitución y por organizar dos grandes regatas.

Ayer se abrazaba a Teófila Martínez, su mentora y la misma que ahora tendrá que dejarlo volar solo. Tiene un año para conseguir el vuelo perfecto.

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