El parqué
Nicolás López
Tono mixto
Fiestas de verano en Cádiz
Si Fernando Colomo hubiera querido buscar un argumento alternativo a su película Antes de la quema, rodada en Cádiz y actualmente en cartelera, podría haber cambiado su carnavalesca y narcotráfica historia por un documental con los entresijos de la fiesta de los Juanillos, la tradicional y popular manera de recibir al verano en la víspera de San Juan y que este año ha contado con la participación de nueve entidades y otras tantas construcciones efímeras que fueron pasto de las llamas en la tarde-noche de ayer.
La fiesta, como otras manifestaciones gaditanas, no tiene ahora nada que ver con el auge y empuje de otros años. El número de Juanillos no remonta (hay tres menos que el año pasado) y los tiempos en que un buen número de hogueras se repartían por la ciudad han quedado demasiado atrás. Pero la tradición, con todas sus luces y sombras, sigue adelante gracias al empeño de unas cuantas asociaciones que concursan con estas creaciones que combinan, en distintas dosis de intención y resultado final, crítica, humor, ironía e ingenio. Que ya aquella chirigota callejera sentenció hace años que los Juanillos de Cádiz son “pa meterles fuego”.
Porque los Juanillos vienen a ser como una tanda de cuplés veraniegos y enchampelaos. Y en ese repertorio, como el de cualquier chirigota, hay planteamientos flojillos y buenos, como hay remates conseguidos y desperdiciados. Para enjuiciarlos ahí está también el jurado, aunque con más relajación y menos presión mediática desde luego que el que ocupa el palco del Falla.
En esta foto fija de la actualidad gaditana en la que también se convierten los Juanillos, este año ha habido hueco sobre todo para el alcalde Kichi, protagonista de muchas de las creaciones y a quien en un par de ellas se ubicó en un trono de hierro a la gaditana como si fuera el mismísimo trono de San Juan de Dios. También estaban las palomas y su polémica captura mediante redes de hace unas semanas, las nuevas fuentes que pueblan la ciudad, el carril bici, las corbetas árabes de Navantia y hasta las ratas...
La asociación de vecinos Tacita de Plata optó este año por un torreón de la Puerta de Tierra con el alcalde González en su trono de hierro, ganado para cuatro años más, la bandera del movimiento LGBTIQ coronando el monumento, la ‘kichifuente’, palomas cazadas en red y el carril bici, entre otros personajes como Pablo Iglesias.
La asociación Castillete de Puntales ideó un carril bici con los ciclos llevados por ratas y con un vigilante Kichi convertido en superhéroe de capa y escudo de Cádiz al pecho. Martín Vila era el otro personaje en una creación donde también aparecía la red cazapalomas. Y la asociación Fuerte de San Lorenzo presentó a concurso una reivindicación de la playa de Puntales con Teófila portando una carretilla de arena para la prometida playa.
Aún en extramuros, la asociación de vecinos del barrio de Astilleros construyó una grúa de Navantia con la proa de una corbeta saliendo de ella, una madrina botando el buque, dos operarias de la factoría y un jeque de Arabia Saudí con un maletín cargado de billetitos. Todo para reclamar trabajo para la industria naval.
Los vecinos de las Murallas de San Carlos se esmeraron para sentar a Kichi en el trono de hierro con el título ‘Gades de Thrones’. El trono era tirado por dos bicicletas en cuyo manillar se situaron dos cabezas de dragón. Envolvía el conjunto un mapa de los siete reinos a la gaditana (Alto Jardín Genovés, por ejemplo) y con un Kichi presentado como “protector de la Tacita, padre de bicicletas, rompedor de deudas y de aparcamientos”.
La Asociación Sebastián Pérez, en Santa Cruz, creó un conjunto para recordar la cantidad de elecciones que ha habido este año, con un zapatero rodeado de botos. Y cada calzado dedicado a un partido político.
Los últimos Juanillos se juntaron en La Caleta, en la recién nombrada plaza Canal de Ponce. Allí, la Asociación Mujeres de Acero reivindicó una pensión de viudedad íntegra a través de una consulta médica. La Federación de Peñas Gaditanas tiró de sorna para hablar de las subvenciones municipales, con el alcalde en una mesa atendiendo las peticiones de quienes organizan el entierro de la caballa, la erizada, la tortillada popular y el concurso de cante por soleás de la peña Juan Villar. El Centro de Participación Activa Cádiz Caleta, por su parte, construyó un Juanillo dedicado a los abuelos y reivindicando su figura y su entrega a los nietos.
Cerraba el conjunto un Juanillo casi apócrifo, fuera de concurso, con un personaje que portaba un cartel con una petición firmada por Paquito el del Mentidero: “Vuelve al concurso, Sheriff”.
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