“Zona Franca hizo un gran negocio con Quality pero después la hundieron”
Caso Quality Food
El fundador de Quality Food, Manuel García Gallardo, resalta que el ex delegado del Consorcio, Miguel Osuna, “era como un hermano mayor para mí”
El juicio celebra su primera jornada en la Audiencia Provincial
“Miguel Osuna era como un hermano mayor, me daba buenos consejos y estaba comprometido con el proyecto”. El fundador de Quality Food, Manuel García Gallardo, ha sostenido este martes en el inicio del juicio en la Audiencia Provincial sobre las presuntas irregularidades que pudo haber en la gestión de esta empresa que fue participada y adquirida por la Zona Franca, en que esta institución “hizo un gran negocio con Quality Food pero después vinieron unos señores que hundieron la compañía y lo que duele es que no se les hayan pedido responsabilidades”.
Así, señala con dolor que desde que “nos expulsaron a mi familia y a mí, destrozaron la empresa en menos de un año y fue un disparate”, e incluso deslizó que el sucesor de Osuna al frente de la Zona Franca, el socialista José de Mier, prohibió que se acudiera a los concursos públicos con las administraciones.
García Gallardo, que se enfrenta a una petición de pena por parte de la Fiscalía de 16 años y siete meses, ha defendido que toda su actuación durante los años que gestionó la empresa fue legal, que “nunca le he ocultado nada a nadie” en referencia a la Zona Franca, que tampoco engañó al ex delegado de la Zona Franca, Miguel Osuna y calificó de “barbaridad” que hubiera podido aliarse con este último para desviar dinero. Dentro del capítulo de negaciones también incluyó que “nunca he cobrado nada de la Zona Franca de Cádiz”.
Manuel García Gallardo. Fundador de Quality Food
“Todo este proceso se ha creado y se ha dilatado para no pagarme lo que ha dicho una sentencia”
Durante la mayoría del tiempo muy seguro y tranquilo, a ratos emocionado y en otras ocasiones más enérgico, García Gallardo sólo se sometió a las preguntas de la Fiscalía, de su propia defensa y del letrado de su madre, que también esta procesada en el caso.
Trató de establecer un relato en el que el primer contacto que tuvo con la Zona Franca fue cuando alguien que no identificó se puso en contacto con ellos cuando ya tenían su sede en El Puerto para que se instalaran en Cádiz, algo que al principio no le convenció.
Una vez aceptado se firmó un convenio por el que recibirían por parte de la Zona Franca una serie de ventajas que iban desde el asesoramiento en materia comercial y también a la hora de pedir ayudas públicas y el compromiso de participar en un 50% en las inversiones futuras. A cambio la Zona Franca, a través de su sociedad Sogebaq, entraba en el accionariado con el 5%. Posteriormente empiezan a llegar las ampliaciones de capital y la entrada de consejeros de la Zona Franca. Esta institución realiza dos préstamos participativos a la empresa, es decir, unos créditos temporales a cambio de conseguir una mayor participación en las acciones. García Gallardo insistió en varias ocasiones que todos estos créditos fueron devueltos a la Zona Franca “y me extraña que no aparezca esa información en ningún comité ejecutivo ni en ningún acta”. Cada uno de estos créditos era de 900.000 euros.
Poco después hubo una tercera por valor de 1,8 millones de euros, según lo que iba explicando en sus respuestas García Gallardo, y éste sí que se canceló por la conversión en acciones, de manera que la Zona Franca pasó a tener el 24%, “a pesar de que no llegaba”.
Manuel García Gallardo. Fundador de Quality Food
“Se pasaron tres pueblos conmigo. Llegué un día a mi despacho y la Guardia Civil me impedía acceder”
El meollo de la cuestión y cuando todo salta por los aires se produce el 23 de diciembre de 2003 cuando hay otra ampliación de capital por medio.
García Gallardo cuenta que la Zona Franca decide aceptar ir a la misma pero para ello la estrategia es hacerse con la mayoría accionarial de la empresa. Para eso se ponen una serie de cláusulas con la posibilidad de que el empresario y su familia puedan recuperar el accionariado total. Para ello tendrían que devolver todo el dinero que había puesto el Consorcio con un 0,5% de interés mensual, una condición que considera que “es abusiva”.
En el caso de que sea la Zona Franca la que quiere hacerse con el control total, se elegirían dos empresas auditoras entre las cuatro más prestigiosas del mundo para ponerle valor a las acciones de García Gallardo entre la media de las dos. Incluso había una cláusula por la que se podían ver obligados a cederle las acciones gratuitamente si el valor era muy pequeño. El fundador de Quality asegura que al final la Zona Franca escogió a dos que no eran las elegidas. “Después nos expulsaron a mi familia y a mí”. Cuenta incluso que no pudo ni siquiera acceder a su despacho y que se quedaron con su ordenador y con su coche.
Poco después la Zona Franca puso un pleito para reclamarle la entrega gratuita de las acciones “y nosotros le contestamos con otra”. El juzgado encarga otra peritación y da lugar a que cada acción valga 5.330 euros, por lo que la Zona Franca tendría que pagarle 13 millones de euros a García Gallardo , que con los intereses asciende ya a unos 20 millones: “todo ha sido una estrategia para dilatar el procedimiento y no pagarnos”.
Uno de los nombres que salió a colación en el juicio fue el de uno de los directivos que tuvo en Quality Food, Francisco Villarreal, que también fue concejal fugaz del PP porque tuvo que dimitir pocos meses después de acceder a San Juan de Dios. Este en la instrucción acusó a García Gallardo de desviar dinero a sus cuentas: “Es una persona que no sabe lo que es la ética y la moral. Eso es falso. Este señor, que fue impuesto por determinadas personas, ha tenido una actitud tendenciosa y se ha ido llevando todos los contratos y nadie ha dicho nada”.
A lo largo de toda la declaración, el empresario señaló que su empresa era un gran proyecto y, para ello, ha dicho que era la que más ha crecido en el sector en los últimos 20 años y recuerda que en el año 2003 había contratos por valor de 30 millones de euros y se estaba en proceso de conseguir nuevos socios. La plantilla, según García Gallardo, fue de 450 empleados.
Previamente, al entrar en la Audiencia señaló que estaba encantado de “estar aquí después de catorce años aguantando acusaciones injustas sin que me hayan dejado responder. Así que ahora voy a contestar a todos”.
Hoy les toca el turno a Osuna y a Fedriani
El juicio de Quality Food encarará este miércoles la segunda jornada con la declaración del ex delegado de la Zona Franca de Cádiz, Miguel Osuna Molina, y el que era su jefe de gabinete, José Manuel Fedriani. Para ambos la Fiscalía pide diez años de prisión. Con ellos dos acabarán las declaraciones de los seis acusados en este causa que lleva 15 años en pie en los juzgados. Ya a partir de ese momento comenzarán los testigos, que superarán el medio centenar entre consejeros, empleados, peritos y otras personas que van a acudir a la Audiencia Provincial.
La cuestiones previas que habían planteado varias representaciones fueron rechazadas, menos una petición del abogado del Estado sobre un informe pericial de KPMG, al entender que “es contrario a las reglas de la buena fe”.
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