Leo Mezquita un referente para las novias y las madrinas de boda de Cádiz

Retratos de otra época

Con su creatividad, espíritu de lucha, discreción y buen gusto consiguio 40 años de éxito en la moda

Leo Mezquita en sla mesa de trabajo de la tienda de la calle San Pedro, cuyo diseño dejó en manos del estudio del decorador Villegas.
Ignacio Casas De Ciria

20 de mayo 2024 - 06:00

Cádiz/El reportaje de esta página recoge una mítica firma en Cádiz de finales del siglo XX y principio del sigloXXI. Todo un referente en la moda de esa época. Tuvimos el privilegio de estar con su propietaria Leónila Mezquita Rodrigo conocida por todos por Leo. Dentro de esa discreción, elegancia y naturalidad que siempre la distinguió hizo un repaso sobre el Cádiz de aquella época recordando los locales vecinos como papelería Díaz, el supermercado La Predilecta, la cafetería Piccola, la perfumería Europa o el ultramarino Gómez de Barreda, todos ya desaparecidos.

Leo nació en Zamora pero vivió toda su infancia y adolescencia en Madrid. Desde muy joven fue una mujer trabajadora iniciando su carrera profesional con 20 años en Madrid, donde residía, en la feria del libro de Recoleto con la editorial Hispanoargentina. Allí estuvo durante ocho años y recuerda esos años maravillosos en el mundo de los libros. Mas tarde conoció a su marido, Constante Bueno, y dejó el trabajo para casarse y venirse a Cádiz. Desde su primera visita a la capital gaditana, para conocer la familia de su futuro marido, se enamoró de la ciudad y de sus gente y ya nunca la abandonó.

Siempre le interesó la moda y en Cádiz iniciaría su trayectoria empresarial. Sus comienzos fueron en el año 1977 en una tienda en la calle Ancha de la capital gaditana llamada El Portal. Allí empezó con dos socias con la ilusión de juventud con el nuevo proyecto y la tienda destacó por ofrecer a su público primeras firmas de Madrid y Barcelona. Entre ellas recuerda la del diseñador Elio Benhayer.

El interior de una de la tienda de Leo Mezquita donde ese encontraba, entre sus firmas, Valentino, Fendi o Ungaro.

En 1985 se independizó y abrió su primera tienda en un antiguo local en la calle San Pedro. El proyecto de interiores de esta tienda la dejó en manos del decorador Villegas. Allí empezó su nueva actividad empresarial en el mundo de la moda con la misma ilusión que su etapa anterior pero con más responsabilidades. Comenzaría con trajes y bañadores y diferentes firmas como Valentino, Fendi o Ungaro. Poco a poco fue evolucionando y creciendo con la apertura de otros locales de la calle que fue ocupando con una clientela muy fiel que poco a poco iba creciendo.

En 1987 empezó con los trajes de novias y de madrinas teniendo entre su publico clientela de toda la provincia y de otros lugares. Una de las primeras novias que vistió y que recuerda con especial cariño es a Flora Balbontín o a Esperanza Mera. En sus apuntes, que conserva con un gran cariño y nostalgia, junto a sus patrones y fotos de las jóvenes que ha vestido, se puede leer que en el año 2008 había confeccionado ropa para 700 novias. El negocio cerró sus puertas a el 31 de enero del 2020, un mes y medio antes del encierro de la pandemia. La protagonista de este artículo guarda un gran cariño de toda su etapa profesional y un sentimiento de agradecimiento a toda su clientela y las personas que colaboraron con ella durante su etapa profesional como Pilar Warleta, Rosario López Camas, Maribel y Gely Bueno e Isabel Granado, que hicieron de su sueño un modo de vida.

Hoy retirada a sus 84 años conserva esa creatividad que hizo que triunfará en el mundo de la moda y que actualmente la dedica a pintar como se refleja en sus muchos cuadernos de pinturas que muestra.

Muchas de sus creaciones aun la custodian numerosas clientas como si fuera auténticas reliquias. Agradecimiento a Leo Mezquita por la colaboración y fotos del reportaje.

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