Leon Griffioen: "Un Sol de la Guía Repsol para Código de Barra es un premio para todo un equipo que lleva un año sufriendo la pandemia"

Cádiz/“Esta distinción es un premio al trabajo de todo un equipo que lleva más de un año sufriendo la pandemia, aunque sólo llevamos abierto ocho meses”, dice orgulloso a este periódico el chef gaditano-holandés Leon Griffioen desde una sala de embarque del aeropuerto de Madrid. Su restaurante Código de Barra, abierto hace sólo ocho meses en la calle San Francisco de Cádiz, en plena pandemia, acaba de recibir uno de los Soles de la prestigiosa Guía Repsol. Su otro local en la capital gaditana, Contraseña, en la Plaza Candelaria, ya fue incluido como Bib Gourmand en la Guía Michelin.

“Nunca hemos podido arrancar y carburar a todo gas, siempre con restricciones. No ha sido fácil arrancar y cuadrar todo para un restaurante con un concepto nuevo, que es único en Cádiz capital, y para una empresa en expansión. Un Sol Repsol es algo muy bonito y premia el esfuerzo de todos los que trabajamos en este proyecto”, subraya.

A corto plazo la prioridad de Leon Griffioen es “intentar mantenerlo todo a flote, seguir trabajando en medio de esta pandemia y continuar mejorando y disfrutando de esta profesión para que cuando podamos abrir con más libertad podamos seguir dando lo mejor a nuestros comensales”.

“Llevamos cocinando ya más de 20 años. La constancia en el trabajo hace que el reconocimiento llegue tarde o temprano. A nosotros nos ha costado un poquito más llamar la atención, pero con el trabajo y la constancia, todo llega. Lo importante es confiar en que lo que estás haciendo está bien hecho”, afirma muy seguro de su trayectoria desde que abriese La Cigüeña, en la calle Plocia, convirtiéndose en pionero en Cádiz de la cocina de autor.

“Para todo el equipo, para la familia, para los amigos, todo es muy bonito cuando al final llega el reconocimiento. Y nos ha empezado a llegar con la pandemia en forma de distinciones de las dos guías más reconocidas. Estoy muy contento”, insiste. “Pero ahora toca seguir trabajando para continuar cosechando más distinciones para Cádiz, para la cocina gaditana, que estamos intentando interpretar de una manera diferente a la de los demás. Es un orgullo formar parte de la restauración gaditana, porque hay muchos restaurantes buenos y seguramente el año que viene llegarán más Soles a Cádiz”.

En cualquier caso, Leon tiene muy claro cuál es el motor del trabajo diario de su equipo. “Nunca hemos cocinado para conseguir soles o estrellas. Si llegan, bienvenidos sean, que siempre es agradable, pero nuestro objetivo es que el comensal disfrute y trabajar duro para ello. Ese es nuestro mayor reconocimiento, nuestro mayor premio”.