Visto y Oído
Broncano
La normalización del servicio ferroviario entre Cádiz y Madrid, que hoy apenas se presta con tres viajes por sentido que resultan insuficientes para la demanda de pasajeros que existe, aún va a tardar frente a la recuperación de los Media Distancia y Cercanías que ya funcionaban al mismo nivel que antes de la pandemia.
La falta de trenes con la capital obligó a reforzar el pasado verano las unidades pero sin incrementar las líneas. Hoy, es difícil encontrar plaza libre, de ida o de vuelta, si no es comprando el billete con mucha antelación.
Renfe reconoce que son dos los problemas que tiene para normalizar el servicio y alcanzar las cotas de viajes existentes antes de 2019 (que en el verano de 2017 alcanzaron su récord con 6 trayectos por sentido). Por una parte, faltan maquinistas y, por otra, faltan trenes.
En el primero de los casos, la empresa pública destaca que está metida de llena en un proceso de ampliación de la plantilla, que atienda a la apertura de nuevas líneas en el país(sobre todo en el norte) y ocupen las plazas dejadas por jubilaciones. Este año se contará con 5.720 maquinistas, la cifra más alta desde 2016, pero insuficiente para atender la demanda, como pasa con la línea con Cádiz.
La pandemia ha retrasado todo el proceso laboral, lento y largo en el tiempo. Por ejemplo, el próximo enero comienza un nuevo curso en la Escuela Técnica Profesional de Renfe (con 9 centros en todo el país) por lo que el personal que salga de mismo aún tardará al menos un año en estar preparado, pues necesitan pasar un determinado número de horas de conducción y, también, habituarse a un tipo concreto de tren y de línea.
En cuanto al material de transporte, sigue en marcha el proceso de remodelación de los Alvia 130, que realizan el trayecto con Madrid, muy necesitados de una modernización (son normales las averías: el pasado miércoles el que salió a primera hora de Cádiz circuló sin megafonía).
En este plan de 35 millones de euros, ya hay algunos S130 renovados y circulando en la línea entre Cádiz y Madrid, pero todavía no se han repuesto todos, lo que dificulta la normalización del servicio.
Más complicado va a ser la puesta en marcha de los nuevos Avril, con capacidad para circular en los dos anchos del sistema español y alcanzar los 330 km/hora.
Talgo, la adjudicataria de este contrato, ya ha terminado la construcción de los 30 trenes encargados, con una inversión de 1.281 millones de euros. El problema es que acumula ya 20 meses de retraso en su entrega, pendiente de la homologación de los mismos.
"Confiamos en la capacidad de esta empresa para que consiga homologar los trenes y los entregue con urgencia, porque es un pedido que hace casi dos años debería estar a pleno rendimiento", indica a este diario una portavoz de Renfe.
Cuando se anunció la compra de estas unidades se indicó que los Avril cubrirían los servicios desde la Bahía con Madrid, reduciendo algo los tiempos de viaje.
Sin embargo, más allá de los retrasos en la entrega por parte de Talgo, lo cierto es que los Avril tardarán años en poder utilizarse desde Cádiz, y desde Sevilla, por cuanto dependen de que concluyan las obras de la nueva red de seguridad ERTMS con Madrid, un proyecto que se calcula estará terminado en tres o cuatro años. Hasta entonces habrá que limitarse a los Alvia.
Desde Renfe se destaca que "en la medida de lo posible se ha priorizado la reposición de los servicios públicos para garantizar la movilidad de los ciudades. En el caso de Cádiz ya están recuperados al 100% tanto los Cercanías como los Media Distancia". A la vez se menciona la puesta en servicio del tren Torre del Oro, que une Cádiz (cuando antes no pasaba de Sevilla) con Barcelona, en el que es el recorrido más amplio de toda la red ferroviaria del país. Lo cierto es que este recorrido es el que más retrasos e incidencias acostumbra a acumular.
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