Malo y enfermo

07 de julio 2012 - 01:00

Es impresión general que la gente ya no se pone mala, sino enferma. Ya hace tiempo que no se oye eso de "me estoy poniendo malo", algo que se sobrelleva con una aspirina o una vitamina. Ahora, lo que se dice es "me estoy poniendo enfermo", lo que traducido resulta que hay que irse para la Residencia, porque "enfermo es peor" que malo. Y aquí empieza la historia.

De momento vete pensando en unos pinchazos, que como te los dé una enfermera a la que le acaban de quitar trescientos o cuatrocientos euros del sueldo y pluses, y que para colmo lleva ese día varios enfermos tan difíciles como yo, aviado vas. En algunos casos hasta hay una 'excursión' por la vena, jeringa en ristre, que ríase usted.

El 'primer paso' te lo dan en la llamada Urgencias. En esta dependencia te ponen el termómetro, te dejan en el brazo dos o tres agujas clavadas, te meten un tubo por la boca y otro por el culo. Y nada de agua. Una monería. Todo esto en media hora, de las más largas de tu vida. Y después te dejan y a esperar a unos gladiadores, que son como unos celadores con carné de conducir camillas. Hasta que te dejan en una habitación con uno o dos enfermos más. Y ya "no me parece que estoy enfermo", sino que "lo estoy".

Y empiezan a pasar los días y siguen y siguen las agujas. Como te coja en la cama un viernes, lo tienes claro. Hasta el lunes no volverá a verte el médico. Y empieza la semana de la esperada alta. Y empiezas a cogerles cariño a las enfermeras. Has entrado en el periodo de "querer ponerte bueno". Y te vas sintiendo mejor. Hasta que llegue el viernes y entonces…

- Está usted mucho mejor, pero le voy a dejar aquí por lo menos hasta el lunes.

Y se te caen los palos del sombrajo.

Pero llega el lunes y el médico te insiste en el tratamiento y otro día fuera.

Como tienes tiempo para todo le preguntas a una enfermera, de la que ya eres amigo, que te explique lo del 'copago' y que cuánto te van a salir las medicinas.

Ni idea, como todo el mundo, que tampoco tiene idea.

Le hablas de su nuevo sueldo y menos mal que hemos empezado a ser amigos. Y tu mientras, sin agua, y así desde hace diez días.

Por fin llega el alta. Algunas veces te dejan hecho una birria, pero tú dirás 'qué manitas' tiene este médico. Es el mejor. Y las enfermeras, las mejores. Y los celadores, ¡qué voy a decir de ellos! Hasta los celadores. Y los periodistas que dicen que lo han 'bordado' con este enfermo.

Bordado, no sé; pero pinchado, agujereado por delante, por detrás y hasta paseado en camilla sí que ha salido.

stats