Marta Peris y José Manuel Toral (Arquitectos): "Cualquier estrategia que contribuya a la expansión de la vivienda es positiva"
Arquitectura sostenible
Los arquitectos catalanes, cuya obra ha obtenido el Premio Jóvenes Arquitectos de Cataluña o el Europeo de Arquitectura, ofrecen una conferencia en el Colegio de Arquitectos de Cádiz
Paula Vilches: "Queremos acompañar al colegiado en estos momentos de cambios"
–La vivienda y un nuevo concepto para vivirla. Habláis de vivienda flexible, adaptada a cada persona y familia. ¿Es factible en vivivienda social?
–La forma en que estamos abordando la flexibilidad es cambiando la unidad de agregación de la vivienda a las habitaciones. Proponemos habitaciones de igual tamaño, entre doce y trece metros cuadrados, para que la vivienda deje de tener una jerarquía en los espacios, adaptándose mejor a las nuevas unidades de convivencia más allá de la familia nuclear. Además, como los espacios son iguales, son fácilmente intercambiables, lo que los hace muy flexibles.
La vivienda social es un entorno ideal para introducir estos conceptos de vivienda, ya que no está sujeta a la presión del mercado inmobiliario y proporciona un espacio para la experimentación.
–Entre estos cambios, en el programa de vivienda social de Cornellá (Premio Arquitectura Española 2021) introducís la eliminación de pasillos para aprovechar los espacios y maderas como elemento sostenible. ¿Estamos ante todo un cambio de paradigma en el ideal que tenemos de vivienda?
–Eliminar los pasillos nos permite aumentar la superficie de las habitaciones. Para conseguirlo, es necesario cambiar la forma en que nos movemos por la casa, pasando de un esquema de canalización a través de pasillos con estancias estancadas a un esquema de filtración a través de habitaciones porosas e interconectadas. Estas propuestas surgen tras una crisis económica, climática y sanitaria a los que el paradigma anterior no era capaz de dar respuesta. Por ello, merece la pena probar nuevas formas de vivir y construir. Un cambio de paradigma que sitúa la habitación como unidad de agregación y también influye en la estructura de la vivienda. Esta se ajusta a las dimensiones de la habitación con luces más pequeñas, lo que permite incorporar estructuras más sostenibles, como el uso de la madera o la tierra.
–De hecho, trabajáis en la habitabilidad de espacios comunes más allá del ámbito privado como son coworkings, salas de lavadoras, cocinas compartidas... ¿Estamos preparados en España para esto?
–Cualquier estrategia que contribuya a la expansión de la vivienda es positiva. La vivienda discontinua con espacios compartidos en todo el edificio parece ser una de las formas más eficaces de conseguirlo. Compartir es una estrategia que puede hacernos más sostenibles desde una perspectiva social y económica. Si tenemos en cuenta el número de lavadoras de un edificio y los problemas de contaminación por la obsolescencia programada, nos daremos cuenta de que compartirlas podría permitirnos utilizar máquinas industriales que sean más eficaces. Además, los espacios compartidos también pueden crear un entorno social en los edificios que nos permita tener una mejor relación con nuestros vecinos. Al compartir espacios de trabajo, también podemos beneficiarnos de mejores redes Wi-Fi, salas de reuniones y otros servicios a un coste menor, haciéndonos así más productivos y eficientes. Creemos que la sociedad española está preparada para adoptar espacios compartidos.
–En Cádiz, aquello de la cocina compartida y el baño recuerda a la época de la infravivienda, en lo que se llamaban ‘partiditos’ con habitaciones privadas y estos espacios compartidos
–En otras épocas se ha compartido por falta de recursos y por necesidad, ese pasado lleva a creer que se trata de compartir problemas. Sin embargo, también puede ser una oportunidad para compartir sueños y mejorar juntos. Por ejemplo, crear salas de juego compartidas para los niños. Del mismo modo, los espacios de trabajo compartidos pueden fomentar la colaboración y la creatividad. Añadir habitaciones de invitados al edificio puede permitir tener más visitas, reforzando las conexiones sociales. Estos espacios también pueden liberar espacios privados, permitiendo a los residentes vivir en viviendas más grandes y dispersas dentro del edificio.
–¿Demandan este tipo de programas en promociones de viviendas privadas?
–Cada vez hay más empresas privadas que hablan de co-living y co-working. Sin duda, habrá muchos programas de este tipo en el futuro. Las nuevas herramientas y plataformas digitales pueden mejorar la gestión de estos espacios.
–¿Se implican las administraciones en las viviendas sociales sostenibles o de emisión cero? ¿Es muy costoso?
–La inversión realizada por la administración no sólo debe utilizarse para hacer frente a la emergencia habitacional, sino también para ayudarnos a comprender cómo mejorar nuestra forma de construir. Esto incluye minimizar la huella de carbono incorporada de los materiales de construcción y reducir el consumo de energía a lo largo del ciclo de vida de los edificios. En nuestro caso, el proyecto Cornellà nos ayudó a comprender cómo construir un edificio plurifamiliar con estructura de madera, superando retos relacionados con la seguridad contra incendios, el coste y la acústica entre vecinos. Recientemente, terminamos un edificio en Ibiza con muros estructurales de tierra que no requiere sistemas activos de calefacción o refrigeración, pero que garantiza el confort mediante sistemas pasivos. Aunque el coste de construcción puede ser hasta un 20% superior al de los edificios convencionales, el coste total durante el ciclo de vida del edificio es mucho menor.
–¿De qué forma introducís la perspectiva de género en vuestros proyectos?
–En Cornellà, a escala de la tipología, al igualar los tamaños de las habitaciones, desaparece la sensación de jerarquía. Ya no hay habitaciones principales ni secundarias, ni tampoco pasillos. La cocina se coloca en el centro como pieza de distribución, dejando de desempeñar un papel de servicio, y el trabajo doméstico se hace visible, evitando los roles de género. A escala de agregación, en lugar de acceder a cada uno de los cuatro vestíbulos directamente desde la calle, todos los vecinos acceden a través del patio mediante un porche. Esta decisión crea un sentimiento de pertenencia a la comunidad a través de un espacio con control social que es seguro desde una perspectiva de género.
-¿En el contexto medioambiental y económico que nos rodea, no sé si la arquitectura y la construcción están abocadas a trabajar por la sostenibilidad?
–Trabajar por la sostenibilidad es esencial. Nos enfrentamos a una emergencia climática, y la arquitectura, incluida la construcción y el funcionamiento de los edificios es responsable de casi el 40% de las emisiones mundiales de CO2. Tener en cuenta estos factores no debería ser excepcional, sino una práctica habitual en cualquier proyecto arquitectónico.
Peris+Toral: Otras maneras de habitar la vivienda social
Fundado en 2005 por Marta Peris y José Manuel Toral, ambos titulados por la ETSAB, Peris+Toral Arquitectes es un estudio de arquitectura con sede en Barcelona que combina su actividad profesional con la académica.
Actualmente trabajan en diferentes proyectos y obras, tanto de vivienda social como de espacio público, e imparten docencia en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y en la Escuela de Diseño IED.
Como Estudio participaron el pasado año en la formación online impartida por nuestra Aula Universitaria de Arquitectura dentro del Título de Experto de Diseño de Edificios de Consumo casi nulo.
Sus obras han sido publicadas en libros y revistas especializadas tanto nacionales como internacionales y se han expuesto en la UIA de Tokyo de 2011, en París (2009) y en la Bienal de Venecia (2000). Además, su trabajo ha sido reconocido con diferentes premios y distinciones entre los que destacan: el Premio Jóvenes Arquitectos de Cataluña, el Premio Europeo de Arquitectura, el FAD de la Opinión, además de ser finalistas en el Premio Mies Van Der Rohe o el Premio de Arquitectura Española del CSCAE.
Al distinguido conjunto de las 85 viviendas sociales en Cornellá, y a las anteriores 54 viviendas en Bon Pastor, se unirán próximamente otras nuevas incursiones de Peris+Toral en la vivienda social ahora en proceso: como el Co-Housing Cooperativo Can 70 en Barcelona, 43 viviendas sociales en Ibiza o 42 en Son Servera en Mallorca. Obras con las que continuarán brindando de novedosas y brillantes respuestas a las formas de habitar que la sociedad precisa en cada momento, y siempre fieles a su personal línea de pensamiento que sitúa al individuo como centro de la acción y al arquitecto como agente social.
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