Medio siglo siendo una referencia
El IES San Severiano abrió sus puertas el 15 de septiembre de 1965 Reconocido por la FP y más tarde por los ciclos formativos, su oferta incluye Secundaria y Bachillerato
LGE, LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOE y LOMCE. Son las iniciales de las siete leyes educativas aprobadas durante la Democracia. Todos ellas las ha conocido el Instituto de Enseñanza Secundaria San Severiano, que este año cumple su 50 aniversario.
Fue el 15 de septiembre de 1965 cuando este centro abrió sus puertas por primera vez en la ciudad gracias al impulso de la Obra Social o Sindicato Vertical, quien apostó por retomar un proyecto del General Franco para revitalizar la zona tras la explosión de 1947. Bajo el nombre de Institución Sindical de Formación Profesional San Severiano se empezaron a impartir las ramas de Metal y Electricidad, a la que se uniría un año más tarde Automoción y Delineación.
160 alumnos comenzaron su andadura el curso de inauguración, cifra que se dobló en 1966 con 320 estudiantes. La línea ascendente siguió años más tarde, pues en 1970 ya se superaban los 600 y a principios de los 90 sobrepasó los 1.200.
En la actualidad, hay 800 alumnos y 79 profesores. Con algunos de ellos, jubilados y en activo, hemos querido compartir recuerdos. La charla a seis bandas es intensa, por momentos enrevesada, y en algunos casos difícil de seguir, algo lógico si van aflorando vivencias, anécdotas, datos, cifras... Toda una vida al servicio de la enseñanza.
José Manuel Román fue secretario, vicedirector y sigue siendo profesor del Departamento de Electricidad. Él entró en 1975 para dar clases y cuenta que "ese fue el último año en que el alumno entraba formado a clase. Además, había clases hasta los sábados por la mañana".
En un principio, cuando el centro pertenecía al Sindicato Vertical, se impartían lo que se denominaban Oficialías o aprendizaje industrial, hasta que en 1972 se instauró la FP1 y un año más tarde la FP2.
José Manuel explica que "las enseñanzas de este centro se enfocaron a las industrias de la Bahía", a lo que añade Ángel Manuel Molina, director entre los años 2009 y 2012, que "venían becarios de Astilleros. Los trabajadores del sector enviaban a sus hijos a formarse porque cuando aprobaban entraban a trabajar. En esa época eran estudios muy vinculados al mercado de trabajo".
Esa vocación no se ha perdido, ya que como reconoce la actual directora, Elisa Moreno, "los ciclos te preparan para entrar en el mercado laboral en solo dos años. Hay mucha inserción".
Ángel recuerda que "en el año 1997 teníamos 12 alumnos en Soldadura y al igual que ahora, los profesores y el equipo directivo tenían que buscar las empresas para las prácticas de los alumnos. Ese año conseguimos a duras penas que Talleres Faro recibiera a nuestro estudiantes, pero al año siguiente nos llamaron nueve empresas y al otro ya eran ellos los que nos buscaban y conseguimos 23".
El tipo de enseñanzas que se ofrecían tenían un perfil marcadamente masculino y en los primeros años de vida no había mujeres en el centro. Hasta finales de los 70 no se matricularon dos en Delineación. "Llegaron en 1979 y lo hicieron porque eran familiares de integrantes del antiguo sindicato. Yo daba clases ese año de Educación Física y no sabía que hacer con ellas, así que las mandaba a la biblioteca a hacer trabajos sobre esta materia. Es que no había ni vestuarios femeninos. Fue una revolución para el resto de alumnos", comenta José Manuel.
Con la implantación del FP de Administrativo, la presencia de la mujer fue más habitual, pero según Ángel "la dinámica se ha mantenido a lo largo de los años. Para Automoción, Soldadura y Electricidad, hombres. Para Delineación, Peluquería o Administrativo la mayoría han sido siempre mujeres".
Donde se concentró un importante número de alumnas fue en el FP de Relaciones Públicas, uno de los extintos junto a Delineación y Mecanizado. "El boom de las Relaciones Públicas se dio del 94 al 98, no había día que no saliera en el Diario una noticia haciendo referencia a los eventos que montábamos".
Esta enseñanza, a pesar de los buenos resultados, "no pudo continuar porque al incorporarse los ciclos formativos no había ninguno equiparable, aunque nosotros luchamos por su continuidad", explica José Manuel Román.
Ese fue uno de los momentos amargos que se vivió en estos 50 años, aunque no el único. José Manuel Derlinchán, director desde 1996 hasta 2000, señala que "nuestra época más crítica fue cuando los centros adscritos empezaron a dejar de tener alumnos". Por el lado contrario, los años más esplendorosos "fueron de 1993 a 1996. Había más de 1.400 alumnos y 145 profesores. En el 93 teníamos 390 alumnos de 3º de la ESO, tuvimos que dividir las clases en mañana y tarde", subraya José Manuel Derlinchán.
Y es que San Severiano, además de la FP en su momento y ahora los Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior, también cuenta con Secundaria y Bachillerato. "Tú le preguntas a alguien por un instituto de Secundaria y te dirá Columela o Drago. Sin embargo, si preguntas por FP te contestarán San Severiano. La gente aún no nos identifica con un instituto donde hay ESO y Bachillerato, además de los ciclos formativos", sostiene Ángel Manuel Molina.
Tanto es así, que en 1995, cuando se implantó el Bachillerato, "se cuestionó si el profesorado estaba preparado para darlo. Muchos padres no confiaron en nosotros y sus hijos se fueron al acabar la ESO. El problema es la estigmatización de este centro, porque el profesorado es el mismo aquí que en el Columela, todos son funcionarios de carrera", aclara José Manuel Derlinchán.
A pesar de esta idea, el IES San Severiano no ha dejado de crecer y adaptarse a los nuevos tiempos y ha conseguido importantes retos. "Cuando yo era vicedirector, fuimos el centro que más alumnos envió a Europa, con los proyectos Erasmus+ y Leonardo, de toda Andalucía. Viajaron 24 estudiantes a Alemania, Portugal, Italia, Bélgica... Fuimos el primer centro en acoger el proyecto Erasmus+, siendo reconocidos como centro de altos estudios. También fuimos uno de los primeros centros bilingües en Cádiz... Todo ello, gracias al trabajo del profesorado", advierte Ángel.
En la actualidad, San Severiano tiene adscritos dos colegios de Primaria, Gadir y Carola Ribed, por lo que los alumnos que llegan a la ESO suelen ser de la zona. Sin embargo, en los ciclos formativos los estudiantes provienen de poblaciones de la Bahía de Cádiz y la Janda. "Yo a veces me pregunto por qué, existiendo la misma oferta en ciudades como San Fernando, Chiclana o Vejer, nos eligen a nosotros. Algo deberemos estar haciendo bien", razona José Manuel Blázquez, profesor del Departamento de Electricidad.
La buena fama viene sobre todo de los propios estudiantes, señal inequívoca del óptimo trabajo que se realiza entre sus muros. "El boca a boca funciona mejor entre los alumnos que la imagen que se tiene desde fuera", justifica el docente.
Eso se traslada en que cada año la lista de espera para acceder a cualquiera de las especialidades de los ciclos formativos "es de entre 20 y 30 personas. Hasta la semana pasada hemos estado incorporando alumnos", cuenta la actual directora, Elisa Moreno.
Estos últimos años ha influido la crisis económica, que ha provocado la vuelta a clase de muchas personas. "Con la crisis ha aumentado el número de alumnos porque mucha gente se ha quedado sin trabajo y buscan una salida o reciclarse para futuros empleos. La edad media se ha elevado, tenemos alumnos con 40 o 45 años", manifiesta José Manuel Blázquez.
Donde existe mayor demanda es en Estética, por las posibilidades de ser autónomo y montar un gabinete, y en Automatización y Robótica, de la rama de Electricidad, pues muchas empresas piden alumnos de esta especialidad.
Y es que San Severiano, a lo largo de este medio siglo, se ha convertido en un centro de referencia en ciclos formativos y poco a poco se va asentando en Secundaria y Bachillerato.
Al futuro, todos los presentes en esta entrevista le piden lo mismo: inversiones. Dotaciones económicas para poder mantener un edificio que se ha quedado pequeño y antiguo, pero que goza, a sus 50 años, de una imagen impoluta, sin una sola arruga.
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