El Mercado de Abastos de dos plantas que no se llegó a construir en Cádiz

Arquitectura y patrimonio

La falta de medios llevó a Juan Daura a simplificar el proyecto original de Torcuato Benjumeda

Compatibilizó su construcción de 1837 al 38 con la de la Catedral Nueva

Proyecto de Torcuato Benjumeda del mercado de abastos con dos plantas, columnas y soportales.

El Mercado de Abastos de Cádiz que fue construido entre 1837 y 38 de la mano de Juan Daura y cuya principal característica es la contundente columnata de estilo dórico que flanquea su bonita galería porticada, no se planteó así originariamente. El arquitecto Torcuato Benjumeda ideó en 1829 sobre el solar de la antigua huerta del convento de los Descalzos -una vez liberado el espacio tras la desamortización-, un hermoso proyecto de mercado de estilo neoclásico que tendría dos plantas, dispuesto en una amplia plaza central que estaría rodeada de un pórtico de columnas toscanas sobre pedestales y un lado exterior con atrio de columnata. Un edificio que también integraría puestos y oficinas.

Finalmente no pudo ser, Benjumeda falleció en 1835 y se ejecutó el proyecto de Daura, con un planteamiento de mercado que se inspiró en el del arquitecto portuense, pero simplificado debido a la carencia de medios. El que hoy luce -restaurado por Juan Alberto de Riaño-, fue construido a la par que Juan Daura se ocupaba de la terminación de la Catedral Nueva. No se conoce plano alguno del actual, salvo un alzado que puede verse en las imágenes adjuntas, además del boceto de la oficina del juzgado que estaba previsto construir en el centro de la plaza.

Boceto de la oficina de correos que se iba a construir dentro de la gran plaza de abastos.

Así lo recoge el libro Historia urbana de Cádiz, del arquitecto Juan José Jiménez Mata y la historiadora María Pilar Ruiz Nieto, donde se rescatan algunos planos de los proyectos originales que muestran la transformación mediante una operación neoclásica ilustrada de la huerta del convento. Una iniciativa que estuvo acompañada por la regularización de una zona de viviendas nuevas en sus aledaños.

Finalmente fue el 27 de abril de aquel 1838 cuando se puso la primera piedra con gran solemnidad y se finiquitó en diciembre del 38, "con un edificio de orden de Pesto o Posidonia, que Daura interpretó personalmente", según recoge esta interesante obra sobre el urbanismo gaditano.

Este importante proyecto, el del mercado que abastecería gran parte de la ciudad, tuvo una gran relevancia porque vino a consolidar la transformación de la zona en una gran operación que arrancó en 1820 y se prolongó hasta final de siglo.

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