La Merced de Cádiz se queda sin sacerdote

Los mercedarios de la Caridad han entregado este lunes la parroquia que asumieron en agosto de 2021 al no poder seguir atendiéndola

El Obispado de Cádiz tendrá que resolver ahora qué solución da para seguir atendiendo este templo

Las imágenes de la salida procesional del Nazareno de la Obediencia en la Semana Santa de Cádiz 2024
El hasta ahora párroco de la Merced, en la pasada Semana Santa. / Jesús Marín

La parroquia de la Merced de Cádiz ha quedado huérfana de sacerdotes. El párroco que hasta ahora venía ejerciendo en este templo del barrio de Santa María, José María Sánchez Garzón, ha renunciado a la responsabilidad otorgada en su día por el obispo, habiéndose marchado ya de las dependencias parroquiales coincidiendo con este inicio del mes de abril y con la culminación de la Semana Santa.

Desde agosto de 2021 llevaba Sánchez Garzón al frente de la parroquia. Primero con el recordado Balbino Reguera como administrador, y luego ayudado por varios miembros de la congregación a la que pertenece, los Mercedarios de la Caridad.

Según ha podido saber este periódico, la avanzada edad de este sacerdote y la falta de otros sacerdotes en esa congregación de los Mercedarios de la Caridad ha imposibilitado la continuidad en la Merced de Cádiz. Hasta hace poco tiempo atendía también la parroquia Wanderson Luiz Libano, que habría sido destinado finalmente a Brasil. El resto de mercedarios que había en Cádiz no están ordenados como sacerdotes, por lo que no pueden atender el culto propio de una parroquia.

La marcha de estos Mercedarios de la Caridad deja ahora en el aire el funcionamiento o la actividad de esta parroquia, con todo lo que ello supone. Hasta ahora, solo la actividad celebrativa contemplaba la apertura de la iglesia a diario y la celebración también de la misa, salvo los lunes.

También afecta de lleno este vacío en la vida de las tres cofradías que allí radican: Merced, Sentencia y Siete Palabras, que se han quedado sin director espiritual y que tampoco saben ahora cómo se organizará la actividad en el templo a partir de ahora.

Precisamente, estos días la iglesia ya tenía previsto permanecer cerrada con motivo de las labores de desmontaje de los pasos procesionales de estas tres hermandades una vez terminada la Semana Santa. A partir de ahí, de mediados de esta semana, es por ahora una incógnita quién y cómo se atenderá la parroquia de la Merced, que vuelve a desvincularse del carácter mercedario de la orden fundada por San Pedro Nolasco o de nuevas entidades religiosas surgidas en los últimos tiempos, como estos Mercedarios de la Caridad que tienen su sede central en Tarancón (Cuenca).

Tendrá el Obispado de Cádiz que nombrar un nuevo párroco, así como asignar también un sacerdote que se haga cargo de cada una de estas hermandades.

Un entorno falto de sacerdotes

La parroquia de la Merced es la que atiende al barrio de Santa María, y tiene el inconveniente de que los templos que tiene alrededor no están tampoco sobrado de sacerdotes, precisamente. Así, se puede señalar la iglesia de Santa María, cuyo culto atendía el propio mercedario de la caridad o Aquiles López, sacerdote jubilado hace ya unos años. Santo Domingo cuenta con un único sacerdote para la atención del templo, Pascual Saturio, ante la falta de vocaciones de los dominicos; y San Juan de Dios está siendo atendida por el capellán del Puerta del Mar, Miguel Ángel Vázquez, que acude a diario a celebrar misa matutina.

Tampoco parece muy efectiva la posibilidad de unificar Santa Cruz y la Merced, teniendo en cuenta que la Catedral Vieja tiene una actividad celebrativa bastante intensa, sobre todo en lo que a funerales, bodas y bautizos se refiere, además de atender una comunidad neocatecumenal y tener en su interior cinco hermandades, que habría que unir a las tres que radican en la Merced. Todo ello atendido por un único sacerdote, Rafael Fernández.

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