México se merece más que una línea

La Semana Constitucional dedicada a la capital hermanada con Cádiz se inicia con poco brillo y actos de escasa relevancia

México se merece más que una línea
México se merece más que una línea
Melchor Mateo / Emilio López

16 de marzo 2010 - 01:00

En el programa editado por el Ayuntamiento de Cádiz aparece el epígrafe 'Los mexicanos cantan'. Los hacen todos los días en las plazas de San Francisco, San Agustín, Palillero y Mercado Central durante una hora y media por la mañana y el mismo tiempo por la tarde. Aunque bien se podría haber caído en los tópicos, cualquiera podría esperar a unos mariachis cantando rancheras a todo trapo y desplazándose por la ciudad como muestra del folklore mexicano. Sin embargo, los mexicanos sólo cantan a través de los altavoces que se han situado en varios balcones de estas plazas. Es algo así como un hilo musical con sones de Jorge Negrete y compañía.

Ayer comenzaron los actos de la Semana Constitucional que ha organizado el Ayuntamiento de Cádiz y que esta edición se ha dedicado a la capital de México, hermana con la gaditana. La sensación es que si se quiere estar a la altura la programación de los actos debe esmerarse un poco más. Bien sea por lo que ha aportado México o por lo que ha traído Cádiz, lo visto hasta ayer dista mucho de lo que debe ser una gran explosión cultural. Todavía queda semana y se espera que la situación mejore, pero el día de la inauguración fue un "quiero y no puedo".

Por ejemplo: A las once y media de la mañana se convocó a los medios de comunicación y a diversos representantes políticos, sociales y vecinales a la plaza de España para inaugurar 'Nuestro Zócalo en Cádiz', un espacio que debía recrear la más importante plaza de México D.F. y su mayor símbolo. Todo ello venía precedido de un proyecto de un importante arquitecto mexicano llamado Rodrigo Alcocer de Garay, por lo que las expectativas eran buenas. Al final, el Zócalo en Cádiz se limitó a una línea naranja que rodeaba toda la plaza de España y parte de los alrededores que simplemente sirve para hacerse una idea de las dimensiones que tiene la famosa plaza mexicana. Lo demás tiene que verlo en unos paneles situado al lado del pebetero. Un poco cortito todo. Un periodista ya veterano decía que lo que se había hecho demostraba que la cosa estaba escasa de recursos económicos y razón no le faltaba.

Quedan dos años para la semana grande del Bicentenario. Se supone que el del 2010 tiene que empezar a ser ya un ensayo importante. México es uno de los países que puede aportar más actividades por su propio desarrollo cultural y porque es de los que tiene un mayor poder económico en Iberoamérica. Lo visto hasta ahora dista mucho de ello, aunque el concierto de Las Corregidoras toman Cádiz sí fue una buena muestra de la cultura mexicana.

El día también contó con la muestra gastronómica del chef Enrique Turrent en el restaurante El Aljibe y la proyección de dos cortometrajes correspondientes al ciclo Nuevas Miradas / Viejas Historias. En concreto fueron Mujeres X, de Patricia Arriaga, y Madero muerto, Memoria viva, de Juan Carlos Rulfo, con comentarios de Jaime del Arenal, director del Instituto de México en España, y Enrique Márquez en el Baluarte de la Candelaria.

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