De Mier: "En Rilco había cosas que ni sonaban bien ni olían bien"
El exdelegado del Estado para la Zona Franca asegura en su declaración que "en ningún momento" le enseñaron "ninguna transacción comercial de Rilco ni ninguna factura"
El socialista José de Mier, exdelegado especial del Estado para la Zona Franca de Cádiz que este martes ha declarado en calidad de testigo de la acusación en el juicio por el 'caso Rilco', ha asegurado que "en ningún momento" le enseñaron "ninguna transacción comercial de Rilco, ni ninguna factura por transacciones comerciales" realizadas en el periodo comprendido entre que el proyecto estuvo terminado entre finales de 2002 y 2004, cuando él tomó posesión.
Asimismo, ha asegurado que "la única intención" de las acciones iniciadas y que derivaron en la querella que ha dado lugar a este procedimiento era "enterarnos de todo ese lío, qué es lo que era aquello". Ha dicho que había cuestiones que no le "sonaban bien, ni olían bien", por lo que se optó por "debatir el tema fuera de la Zona Franca" y llevarlo ante la justicia para "saber la verdad".
Afirma que cuando él llegó a la Zona Franca Rilco funcionaba "como una empresa que se dedicaba a hacer trabajos informáticos para la Zona Franca" y que tenía también contratos con los ayuntamientos de Cádiz, Rota y Ceuta para informática de procesos administrativos, sobre todo en lo referente a licencia de obra pública. Ha incidido en que "el 98 por ciento" de la facturación de Rilco era por cuestiones informáticas y no relativas a transacciones comerciales con el exterior.
Preguntado por la defensa sobre si dio alguna orientación para que el portal Rilco se cerrara, ha dicho que no pudo "cerrar ninguna puerta sencillamente porque no se abrió".
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