“La decepción que sienten los jóvenes saharauis nos crea mucha preocupación”
Mohamed Elouali Akeik | Primer ministro de la República Árabe Saharaui Democrática
El mandatario estuvo ayer en las primeras jornadas de solidaridad con el pueblo saharaui organizadas por el Ayuntamiento de Cádiz junto a las asociaciones pro saharauis de la provincia
Cádiz/–¿Qué les aporta este tipo de jornadas como la que celebramos en Cádiz?
–La solidaridad del pueblo andaluz y de los pueblos de España no es de hace un día o dos. Hoy (por ayer) estamos a un día del aniversario de la Marcha Negra marroquí por la que Marruecos invadió el Sáhara, estamos a ocho días de la invasión militar marroquí y a una semana de los acuerdos tripartidos de Madrid entre España, Marruecos y Mauritania. Y desde los primeros días la solidaridad andaluza se destacó, incluso en los tiempos en los que Felipe González visitó los campamentos para luego olvidar lo que había dicho... Hoy actividades como ésta contribuyen a reforzar la solidaridad con el pueblo saharaui en un momento en el que el conflicto del Sáhara está entrando en una nueva dinámica para la solución de su problema.
–¿Nueva dinámica en qué sentido?
–Pues nosotros hemos atravesado por varias etapas, la lucha armada durante 17 años, después entra las Naciones Unidas, el cese del fuego, el plan de paz basado en un referéndum y calculado con tanto detalle que en seis meses todo se habría resuelto. Pero hoy en día llevamos 27 años y nada se ha resuelto ni se intentaba resolver. Eso decepcionó mucho al pueblo saharaui que tenía mucha fe en que la comunidad internacional y que ha visto como en esos 27 años, gestionados a través de Francia, España y las Naciones Unidas, lo que se ha mantenido es una situación que no avanza, no se ofrece solución legítima sino que se ha optado por mantener un bloqueo constante. Pero hoy en día se ve que hay una iniciativa a nivel del Consejo de Seguridad, sobre todo de los americanos, de que el problema debe resolverse, no les importaría a lo mejor el final que pueda tener, pero que tiene que ser resuelto. Y eso nos ofrece una nueva dinámica para buscar una solución presionando a las partes.
–¿En este nuevo panorama se enmarca la reafirmación de la resolución del Tribunal de Justicia Europeo sobre el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos que señala que no se puede aplicar al Sáhara Occidental?
–No exactamente. Eso entra en otro marco porque, a pesar de esa resolución de los jueces, los Estados siguen intentando evitar que se les impida tener esas relaciones con Marruecos y mantenerlo a su lado a pesar de las infracciones que comete diariamente contra el pueblo saharaui. Lo que sí creemos y valoramos es que por mucho que los Estados recurran esa decisión sobre el acuerdo de pesca los jueces no van a hacer otro dictamen diferente al que diga que el Sáhara no es Marruecos, ni las riquezas del Sáhara son de Marruecos.
–Por parte de su Gobierno, ¿cualquier solución tiene que pasar por el referéndum?
–Por supuesto. Nosotros no podemos decidir como dirección política en ausencia de la voluntad del pueblo. Se podrán discutir muchas otras cosas, pero este referéndum es la única salida para nosotros.
–El Plan Baker de 2003 recogía ese referéndum como etapa final. ¿Quién puso piedras a ese plan?
–Los marroquíes más que nada. Se oponían a todo y a día de hoy siguen oponiéndose a todo a pesar de la presión a la que están siendo sometidos. A todo a excepto de la autonomía que ellos propusieron. Hoy en día aceptaron ir a la mesa redonda y la negociación directa entre el Polisario y Marruecos pero al final no creo que vayan. Todo es para ganar tiempo.
–En ese sentido, el rey de Marruecos se mostró bastante inamovible en el discurso sobre el aniversario de la Marcha Negra...
–Esa es la postura que suelen tener él y su padre, aunque ven que están perdiendo todo, no lo reconocen. Siempre dirán que están en una posición dura ocupando el Sáhara y que nadie los va a sacar de allí pero es para el consumo nacional interno porque Marruecos está en una situación muy grave, porque nunca podrían haberse creído que los marroquíes llegaran a enfrentar a sus reyes, pero hoy en día los marroquíes han roto el silencio.
–¿Han recibido algún mensaje del nuevo Gobierno de España?
–Hasta el momento todos los gobiernos que se han sucedido en la Moncloa han tenido la misma postura, porque la postura no es del Gobierno sino del trono. Darán muchos discursos pero no dan un paso hacia delante.
–¿Qué cree usted que tiene que pasar para que su pueblo consiga la autodeterminación?
–Pues nada del otro mundo, que la comunidad internacional, que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dejen de bloquear esa legalidad y ese derecho del pueblo saharaui y le impongan a Marruecos presiones fuertes para que lo acepte y lo aplique, porque en el 91 ya aceptaron pero no se aplicó nada. Es muy sencillo, que el Consejo de Seguridad se implique de verdad en la resolución de este caso.
–Usted antes fue ministro de Zonas Ocupadas y Diáspora, ¿cuál es la situación en los territorios ocupados y de los activistas en las cárceles?
–La gran pregunta es ¿por qué impide el gobierno de Marruecos la entrada de la presencia internacional de periodistas y observadores en estos territorios? Si le impidió la entrada hasta a la visita del secretario general de las Naciones Unidas a El Aaiún ... Impide que entren porque está cometiendo crímenes y no quiere que nadie se dé cuenta. Y en cuanto a las cárceles, las noticias son catastróficas, de lo peor que te puedes imaginar... Y no sólo a los encarcelados también a las familias se les humilla y se les impiden que visiten a sus hijos o a sus padres.
–¿Qué ha sido lo más difícil en estos nueve meses como Primer Ministro?
–Lo más difícil es cómo mantener políticamente a los jóvenes decepcionados, jóvenes que han vivido 27 años de no paz y de no guerra y que ven que todo lo que hacen, sus estudios, por ejemplo, no tiene sentido porque no pueden conseguir ni un trabajo. Esta decepción es algo que nos crea mucha preocupación a la dirección política en estos momentos. Y lo segundo es conseguir medios con qué gestionar la resistencia de los saharauis sin que les falte ningún servicio, especialmente, alimentación, agua, la sanidad y la enseñanza, que son los elementos primordiales para la vida humana en los campamentos y que en los últimos años han escaseado mucho, han sufrido una caída muy fuerte, sobre todo por la crisis económica en España ya que recibíamos muchas ayudas del movimiento solidario de diferentes provincias.
–Ahora mismo, ¿la consecución de la autodeterminación pasa más por la vía diplomática o no se descarta la lucha armada?
–Hoy en día la cuestión saharaui ganó mucho terreno en la vía diplomática, en la vía de derechos humanos y de legalidad internacional a nivel africano y a nivel europeo. Hemos conseguido bastantes logros pero si te digo que los ciudadanos saharauis en los territorios ocupados y en los campamentos, sobre todos los jóvenes, están ansiosos por emprender las armas no te miento, te digo la realidad. Están decepcionados de las Naciones Unidas y de la Minurso (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental) y a nosotros ya no nos creen lo que les decimos, nos cuesta hacerles creer que podemos confiar en la vía diplomática. A lo mejor llega un momento en que nos echan...
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