Muere el pintor Juan Manuel Fernández Pujol, que llevó la luz de Cádiz a su obra

Obituario

Parte de sus acuarelas forman parte ya del patrimonio de la ciudad

El pintor Juan Manuel Fernández Pujol, junto a la exposición que se celebró en el Mercado Central.
El pintor Juan Manuel Fernández Pujol, junto a la exposición que se celebró en el Mercado Central. / Jesús Marín

El pintor y aparejador gaditano Juan Manuel Fernández Pujol ha muerto a la edad de 87 años. Autor de una prolífica obra pictórica, era un enamorado de su ciudad, que jugó un papel relevante en la misma.

Nacido en 1936, vivió en una familia con una presencia destacada de grandes arquitectos, entre los que estuvieron su padre, dos de sus hermanos y, también, hijos suyos. Él, aunque en un principio inició la carrera de Arquitectura, tras estudiar en el colegio de San Felipe Neri, tras interrumpirla por una enfermedad de su padre, finalmente optó por convertirse en aparejador. Un trabajo que le permitió trabajar junto a sus dos hermanos.

Pero la gran pasión de Fernández Pujol era la pintura. En su juventud adquirió una gran formación artística, que le permitió ser catedrático de dibujo en la Escuela de Artes. En sus clases transmitió a sus alumnos su amor por este arte, y especialmente por la pintura con acuarela, que acumula parte de su obra. Fue también académico de la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz y miembro del Ateneo Literario, Artístico y Científico Gaditano.

Aunque le gustaba mucho el campo, Juan Manuel Fernández Pujol era un enamorado de la ciudad de Cádiz, y de su equipo de fútbol.

Casado con Ángela Martínez Rodríguez tuvo cinco hijos, manteniendo una estrecha conexión familiar.

Su vinculación con la ciudad le llevó hace unos meses a donar al Ayuntamiento de Cádiz 83 de sus obras, 40 acuarelas y 43 bocetos de plazas y edificios de la capital, realizados entre 1983 y 1984. Fue voluntad suya cerrar este acuerdo, pues tenía claro que su ciudad debía disponer de esta obra, y que esta se pudiese mostrar de forma conjunta.

El Ayuntamiento está cerrando la organización de una exposición de los originales, tras organizar hace meses una con reproducciones de las acuarelas que se expusieron en el exterior del Mercado Central, con gran éxito de público.

El día en que se inauguró la muestra de la plaza de Abastos, Maylo Fernández -Pujol , hija del artista, resaltó que "nuestro padre es hoy el hombre más feliz del mundo ya que está en su Cádiz del alma, rodeado de su mujer, sus hijos, nietos, familia y amigos. 86 años de vida son muchos y dan para mucho, sobre todo para dar innumerables y largos paseos por este Cádiz que lo vio nacer, concretamente en la plaza de Candelaria, para conocer todos sus rincones e historias y para quererla. Y para querer que la imagen que un día tuvo de ella perdure en el tiempo a través de estas acuarelas y pueda ser apreciada por todos los gaditanos y visitantes de la ciudad de Cádiz, de la que siempre ha apreciado su luz y colores del cielo, cambiantes en décimas de segundo. En palabras del autor: el acuarelista toma su blog y la caja de acuarelas y mira, y, embelesado, pinta. La luz la pone Cádiz y el color, los gaditanos".

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