Navantia no se conforma y apuesta por la reforma integral de los cruceros

Industria | Jornada sobre empleo y oportunidades del sector de los cruceros

El director del astillero de Cádiz destaca la fragilidad de un sector donde “el fallo no está permitido”

Las empresas auxiliares reivindican una mayor cuota de participación en este tipo de proyectos

Un obrero de Navantia, frente a uno de los muchos cruceros que han pasado por sus diques para reparar.
Un obrero de Navantia, frente a uno de los muchos cruceros que han pasado por sus diques para reparar. / Julio González

La mayoría de los asistentes a la jornada organizada por la Federación de Empresas del Metal de Cádiz, FEMCA, y Navantia en la sede empresarial se quedaron al final con una sensación común: “Nos falta una segunda parte”, según testimonio de uno de los representantes de una de las empresas auxiliares que acudió a esta jornada nacida con el objetivo de transmitir a la sociedad y a todos los sectores implicados la importancia que tanto para Navantia como para las industrias colaboradoras, así como para el conjunto de la actividad económica gaditana, tiene el sector de reparación de cruceros.

Esta es la venta de cara al exterior pero varios conceptos quedaron en el aire tras un calentito debate final. Todos se mostraron concienciados de que se trata de un sector frágil y sensible, tal vez con huesos de cristal. «Cualquier movimiento puede hacer que todo se tambalee. Hay muchos astilleros en Europa y en el mundo esperando que algún cliente nuestro de un paso atrás», advierte Diego Chaves, presidente de FEMCA.

Participantes en la Jornada de Navantia y FEMCA
Participantes en la Jornada de Navantia y FEMCA

A este respecto, Joaquín Hernández Rocha, director de Navantia Reparaciones Bahía de Cádiz, mostró al público asistente a un acto al que tuvo acceso en exclusiva Diario de Cádiz como colaborador del evento una serie de proyecciones. En una de ellas se veía un esquema con dos columnas, a la izquierda dos astilleros, los de Bahamas y los de Marsella. El primero afectado por un accidente con una grúa que ha dejado muy mermadas sus infraestructuras. El segundo, un astillero afectado por un conflicto laboral de alcance nacional. A la derecha, el astillero de Cádiz, a donde han ido a parar buques que tenían que haber reparado en Bahamas y Marsella y que finalmente terminarán en Cádiz. “Ojo. No me gusta alegrarme del mal ajeno que cualquier día podemos estar en la columna de la izquierda y ser ellos los que se beneficien”. He ahí la idea de fragilidad y sensibilidad de este sector con los huesos de cristal.

El director de Navantia Cádiz , en su intervención en esta jornada titulada Cruceros en la Bahía, empleo y desarrollo, hizo un repaso del pasado y del presente de las reparaciones en el astillero gaditano. Para hablar del pasado remontó a 2005, cuando la SEPI presentó Navantia como la nueva Izar. Una época en la que en la factoría de la capital la actividad se centraba en un 80% en la actividad militar, relegando un triste 20% a la actividad civil.

Fue entre 2005 y 2010 cuando se registraron procesos de modernización del Grupo de Combate y otros buques de la Armada.

“¿Y ahora qué?”, se planteaba de manera retórica Joaquín Hernández. “Ahora el mercado de cruceros es el objetivo”. ¿Y por qué?”. Fundamentó ese paso en que Cádiz, per se, cuenta con una situación geográfica estratégica y Navantia posee en la Bahía unas instalaciones adecuadas para abordar esta nueva tarea.

Con el tiempo comprobaron que no sólo podían tocar ese palo sino que lo podían hacer con capacidad “de acometer proyectos complejos en plazos ajustados”. En este aspecto, Hernández dijo que miramos al exterior y vemos a los chinos haciendo hospitales en diez días cuando aquí reparamos buques y remodelamos sus más de 2.000 camarotes en 43 días.

Pero Cádiz fue también la elegida porque “aquí las tripulaciones se encuentran cómodas durante el tiempo de la reparación al estar junto a la ciudad”. Y si a eso se une la idea de que Cádiz in the midle of everywhere, (Cádiz está en medio de cualquier parte, “mejor que mejor”, según la tesis del director de Navantia Reparaciones. Pero, ojo, unas premisas en las que no cabe discusión alguna:“El fallo no está permitido”, “el cumplimiento del plazo es crítico”, “son proyectos que mueven miles de personas en el astillero” y que “la política de prevención de riesgos laborales de Navantia no es negociable”.

2015 significó un antes y un después. En aquel año, la naviera estadounidense Royal Caribbean firma un convenio con Navantia que hace posible que pasen buena parte de su flota por la factoría de Cádiz. Esto atrajo a otras navieras al ver que Cádiz cumplía en tiempo y forma.

Pero el director de reparaciones se plantea otro “¿Y ahora qué”. Hernández habla del reto de desarrollar los refits, un palabrón que una reforma integral en la que el buque somete a rehabilitación tanto técnica como en lo referente a su parte hotel, es decir, sus camarotes, sus teatros, sus piscinas, sus restaurantes... Algo que requiere dar un nuevo paso que necesita de un nuevo paso entre las empresas auxiliares del sector.

Ahí fue donde Diego Chaves, presidente de FEMCA, es decir de las empresas colaboradoras, insistió en que “el sector del refit de cruceros en una gran oportunidad para que las empresas auxiliares de la Bahía crezcan en pedidos e incrementen su cuota de participación en este mercado”. “El sector –ha insistido- demanda ingeniería, montajes, fabricación, electrónica naval, andamios, pintura, limpieza, seguridad, trabajos subacuáticos, climatización, inspecciones, sistemas antiincendios, decoración de interiores… tenemos que conseguir que nuestras empresas sean competitivas en todos estos aspectos”.

Las intervenciones dieron lugar a un intenso debate en el que participaron, además de Diego Chaves y Joaquín Hernández, Javier Sánchez Rojas, presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Nuria López, secretaria general de CCOO Andalucía, y Manuel Jiménez, secretario de Industria de UGT de Andalucía.

Los representantes sindicales hicieron especial hincapié en la necesidad de que el Gobierno andaluz apueste por la formación para que los trabajadores tanto del astillero como de las empresas auxiliares puedan ir afrontando las nuevas necesidades que vayan requiriendo los nuevos tiempos y lo nuevos retos que aborde el sector de las reparaciones de cruceros.

Sánchez Rojas. Aquí hay un tejido empresarial que aporta un valor estratégico a la Bahía y, sobre todo, a Navantia. Hace años que la industria complementaria está más que a la altura. Vamos por el bueno camino y estoy especialmente contento.

La secretaria general de CCOO Andalucía, Nuria López, habló del déficit de formación que sufre el sector, tanto por parte de Navantia, como por parte de las empresas auxiliares y culpa de ellos a la Junta de Andalucía:“Ya son más de 8 años que Andalucía no ofrece formación para el empleo, lo que permitiría ser más competitivos y absorber las cifra dramática del paro que tiene esta provincia”.

El secretario de Industria, Construcción y Agro de UGT (FICA) Andalucía, Manuel Jiménez, recordó que este nuevo paso de entrar en este tipo de reparaciones “surge a raíz de un acuerdo entre la empresa y los trabajadores”. “Ese éxito vino de la mano de la paz, social. Sin paz social habría sido muy complicado asimilar esta carga de trabajo”, asevero con claridad Jiménez, que indicó que. “llevamos unos años en los que los trabajadores y trabajadoras hemos sido muy consecuentes con este tema pero ha llegado el momento para afrontar una nueva situación”.

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