Navantia está pagando por daños en la carrocería de más de cien coches
Entre los vehículos salpicados de pintura hay 36 de la Comandancia de la Guardia Civil y unos 70 del parking de la estación
Cádiz/Navantia, a través de su compañía de seguros, está indemnizando a los propietarios de más de un centenar de vehículos que resultaron totalmente salpicados de pintura de uso naval durante la reparación de un barco -posiblemente un crucero de la Disney- en la factoría de Cádiz en las primeras una o dos semanas de octubre del año pasado.
Según ha podido saber este periódico, entre los vehículos que resultaron dañados hubo 36 coches oficiales pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil en la capital gaditana -doce blancos y verdes y 24 de colores comerciales- y un número indeterminado de coches particulares de agentes, oficiales, suboficiales y otros empleados del instituto armado. Pero la mayoría -unos 70- son propiedad de abonados y usuarios del parking que gestiona la empresa Saba en los terrenos de Adif situados ante la estación de Renfe.
En el caso de los vehículos que resultaron dañados en este último aparcamiento, las indemnizaciones que está abonando la aseguradora de Navantia oscilan entre los 500 y los 800 euros, en función de los presupuestos de pulimentado que están presentando los afectados, según precisó a este periódico César, uno de los damnificados e impulsor de las reclamaciones. A algunos de los coches incluso se les ha sustituido el parabrisas delantero. No obstante, queda un grupo minoritario que está exigiendo a la compañía el pintado integral de sus vehículos, algunos con apenas unos días de rodaje en el momento en el que ocurrieron los hechos.
En el caso de los coches pertenecientes a la Guardia Civil, todos se han reparado en un taller previamente acordado con la compañía, informaron fuentes de la Comandancia, que no pudieron precisar si fueron pulimentados o pintados.
Con estas indemnizaciones, Navantia reconoce que el moteado de los vehículos que estaban aparcados en el parking que explota Saba procede, sin duda, de las labores de pintura de uno de los barcos que en las fechas antes mencionadas se reparaba en el astillero gaditano.
"Al tacto, techos, puertas, cristales y hasta las defensas delanteras y traseras quedaron cubiertos de una capa rugosa de un tipo de pintura que no es corriente, sino una monocapa de dos componentes de la que se usa en los barcos que es imposible de eliminar ni con diez lavados a máquina", explicó en su momento César, propietario de un coche que apenas tenía 21 días cuando quedó completamente dañado.
No es la primera vez que sucede
Esta no es la primera vez que las labores de pintura de un barco en el astillero de Navantia en Cádiz deja un reguero de damnificados con los coches salpicados de monocapa. Los chapistas de la Bahía y los propios trabajadores de la factoría lo saben bien. Pero quizá sí que sea la primera vez que la compañía afronta las indemnizaciones derivadas de los daños en una cantidad tan numerosa de vehículos. En cualquier caso, las labores de pintura en el astillero gaditano sin las debidas precauciones no han sido la única fuente de problemas para los conductores que aparcan su coche a la intemperie. Uno de los afectados del parking de la estación le ocurrió algo parecido durante el remate de las obras del segundo puente. El barco de recreo que tenía amarrado en el puerto deportivo Viento de Levante apareció pulverizado de óxido, como muchos otros de las mismas instalaciones. Mediante una reclamación colectiva interpuesta por la asociación que gestiona el puerto deportivo consiguieron que se les indemnizase. Hubo al menos otros dos precedentes con el repintado de la valla de Astilleros y con una labores de adecentamiento del Pirulí, en el otro frente marítimo de la ciudad.
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