Nuevas vecinas para el Seminario

Obispado de Cádiz

Cuatro religiosas de una orden mexicana llegan a Cádiz para atender San Bartolomé y la casa sacerdotal

Las cuatro religiosas franciscanas de la Inmaculada Concepción que se han establecido en el Seminario
Las cuatro religiosas franciscanas de la Inmaculada Concepción que se han establecido en el Seminario

El amplio edificio del Seminario Diocesano tiene nuevas vecinas. Cuatro religiosas pertenecientes al Instituto de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción, procedentes de México, han llegado a la ciudad para prestar nuevos servicios a la diócesis. En concreto, esta comunidad religiosa se va a encargar de atender el Seminario y la Casa Sacerdotal de la calle Arquitecto Acero, según ha informado el Obispado.

La labor de estas religiosas va a consistir en atender la casa de la calle Compañía, especialmente en aquellas cuestiones que no están directamente relacionadas con la actividad docente y de formación de los futuros sacerdotes. Según trasladan fuentes diocesanas, atenderán cuestiones relacionadas con el hospedaje de determinadas personas que acuden al Seminario –ya sean sacerdotes, o académicos que vengan a Cádiz a impartir alguna lección a los seminaristas, o similar–. De igual manera, atenderán en este sentido la casa de los sacerdotes. “Es parte del carisma de esta congregación, la atención a casas de espiritualidad, seminarios...”, señalan desde el Obispado.

Este instituto de religiosas remonta su fundación al año 1874, de la mano del franciscano José del Refugio Morales Córdova; y tiene una especial presencia en México, contando con un total de 180 casas abiertas en distintos lugares del mundo, en especial en países latinoamericanos y en Estados Unidos. En España cuentan únicamente con tres comunidades, siendo la tercera la recién establecida en Cádiz.

Para la llegada de estas cuatro religiosas, la diócesis ha habilitado una parte de la primera planta del Seminario, que es donde han establecido su casa; compartiendo así edificio con los futuros sacerdotes, que viven en la tercera planta de esta histórica finca de la calle Compañía. Desde el Obispado trasladan que este servicio que van a prestar las religiosas se hacía necesario, habiendo apostado la diócesis porque esté liderado por religiosas, “como de hecho ocurre en casi todos los seminarios”, aseguran.

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