Nuevos negocios de hostelería hacen resurgir a la calle Nueva
Desde hace unos meses esta vía se ha llenado de bares y cafeterías. Las terrazas, inéditas en esta zona, ocupan ahora buena parte del espacio.
Parece difícil que Cádiz, con sus peculiares características urbanas y sus dimensiones, pueda aún ofrecer nuevas zonas para la hostelería y el turismo. Algunos espacios se habían desaprovechado por sobreentenderse como un lugar de paso, falto de atractivos.
Algo así debió de ocurrirle a la calle Nueva. Esta corta vía, que enlaza la plaza de San Juan de Dios con la calle San Francisco, era conocida sobre todo por las entidades bancarias que se ubican en ella, pero desde hace unos meses se ha convertido en una parada obligada para tomar algo.
En la esquina con la calle Cristóbal Colón y a lo largo de su trazado han aparecido varios negocios de hostelería que han revitalizado este lugar.
Uno de ellos es La Marquesa de las Huevas, un bar que ofrece desde desayunos hasta almuerzos y cenas. Este local, cuyo gerente es Nino Ordóñez, abrió sus puertas el 13 de febrero de este año.
Cuenta Nino (gerente también del restaurante El Español y la pizzería Nino's) que tenían ganas de montar un negocio en el casco antiguo de la ciudad y tras el cierre de la marisquería Joselito pensaron hacerse con el establecimiento, aunque les echaba un poco para atrás "que era una calle algo complicada, muy triste". Sin embargo, desde que se instalaron, la respuesta por parte del público no ha podido ser mejor. "La gente responde, estamos muy contentos".
La marisquería Joselito, uno de los grandes clásicos de la hostelería gaditana, dejó ese local de la calle Nueva pero se trasladó muy cerquita, a Cristóbal Colón. Jesús Álvarez, marido de la propietaria y empleado del negocio, explica que "tras la jubilación de parte de la familia no podíamos mantenerlo porque generaba muchos gastos" y por eso decidieron mudarse a un espacio más pequeño.
"Aquí llevamos un año y no nos podemos quejar, afortunadamente", comenta Jesús. Desde su punto de vista, la calle Nueva "ha resurgido en los últimos meses, algo que me parece muy acertado porque le da mucha alegría a esta zona, que solo estaba llena de bancos. Ahora cierran bancos y se abren bares", destaca.
Unos pocos metros más adelante encontramos una nueva cafetería: La vaca atada, que fue inaugurada el pasado 24 de julio. El argentino Javier Senese es el gerente de esta también panadería, que ofrece una estética muy limpia y cuidada, así como dulces, sandwichs y empanadas. La especialidad de la casa es la gastronomía argentina y los panes, en múltiples variedades, ocupan un lugar destacado.
Cafetería y panadería también es el bar Pepín, un nombre muy gaditano que poco tiene que ver con el negocio anterior. Este espacio pertenece a los mismos propietarios de la cafetería La Marina, situada en la plaza de San Juan de Dios, o la panadería La Palma.
Este negocio fue el causante de cambiar, de cierta forma, la fisonomía de la calle Nueva, pues fue el primero en montar una terraza. Abrió en noviembre de 2014 y piensan algunos trabajadores que esa apuesta fue acertada porque "la terraza ha sido un pelotazo. La calle está más ambientada que antes y pasa mucha más gente".
No obstante, reconocen que "al principio costó atraer clientes porque la gente veía la calle como una zona de paso o cogían por San Juan de Dios".
Además de estos negocios, la calle acoge una heladería italiana, una agencia de viajes, una tienda de productos asiáticos, una administración de lotería, una asesoría fiscal y una tienda de moda y accesorios, además de las citadas entidades bancarias.
Sólo hay dos locales cerrados: el que ocupaba una antigua peluquería y otro que pertenecía a un negocio de decoración y textil de hogar.
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