Oposición unánime al cambio del Carnaval al mes de junio

Polémica por las fechas del Carnaval en 2022

Los grupos municipales del Partido Popular, PSOE y Ciudadanos coinciden en el rechazo al cambio de fechas del concurso y la fiesta para 2022 y lamentan la “improvisación” del equipo de gobierno

Domingo de coros en el Carnaval del año 2020.
Domingo de coros en el Carnaval del año 2020. / Lourdes De Vicente
Redacción

17 de septiembre 2021 - 19:52

Cádiz/Unanimidad en las filas de la oposición municipal de Cádiz a la decisión del equipo de gobierno, mediante la concejalía de Fiestas, de trasladar el Carnaval de 2022 al mes de junio y de comenzar el concurso del Falla en abril para llevarlo hasta los primeros días también de junio. PP, PSOE y Cs creen que se podrían haber tomado otras decisiones y lamentan la falta de consenso y la improvisación por parte del gobierno municipal.

Así, el Partido Popular lamentó ayer la decisión de aplazar el Carnaval de Cádiz a junio de 2022, “volviendo a imponer su criterio a todo el mundo del Carnaval con un cambio de fechas precipitado, sin consenso real y, sobre todo, atendiendo únicamente a los intereses de una parte, al parecer muy minoritaria, de la fiesta: al resto de los gaditanos y a muchos carnavaleros se les deja fuera de decisión ya tomada como un precepto inamovible; como si fuera ley, cuando lo lógico hubiera sido mantener las fechas y tener un plan B si la situación sanitaria se agrava”, según apuntó el concejal popular José Manuel Cossi.

Los populares defenderán la reconsideración de la postura municipal porque, según Cossi, “con esta decisión pueden ayudar a determinadas agrupaciones, pero perjudican a la ciudad, se cargan el Carnaval en febrero, el Corpus, la poca programación cultural de primavera que tenían y el fin de curso de muchos niños y jóvenes de la cantera que esperan con tanta ilusión su participación en el Falla. Tanto presumir de la importancia de la cantera para darle cajonazo y dejarla fuera de la decisión; ninguneada y obligada a decidir entre los estudios y el Carnaval”.

Cossi lamentó la falta de participación real, en esta y en tantas decisiones que se toman respecto al Carnaval desde el Ayuntamiento: “La participación y la transparencia de Adelante Cádiz dan para unos cuantos cuplés: eliminan el Patronato, que era el primer objetivo de Adelante Cádiz para hacer y deshacer a su antojo, se apoderan del Carnaval, y ahora lo limitan a un foro al que para acceder tienes que tener experiencia acreditada y currículum carnavalesco que lo avala no sabemos tampoco quién, y donde te llaman para escuchar una decisión ya tomada. Un foro en el que una gran parte de la ciudad no tiene voz ni voto y en el que, de primeras, han dejado fuera a todas las callejeras, que son el grueso del Carnaval de la calle, a la cantera, los romanceros y tantas agrupaciones femeninas a las que no se les ha consultado nada”.

Cossi señaló que las formas de Kichi y Cazalilla demuestran que solamente escuchan a “su parte del carnaval y ni siquiera disimulan: parecen convencidos de que pueden manejar el carnaval sin que nadie les discuta”.

Los populares creen que la decisión tomada no solo es precipitada, sino que además busca la confrontación entre gaditanos, “porque era realmente fácil programar las sesiones del COAC de manera que no se llegara, justo el último Domingo de Carnaval, al Corpus. Una cortina de humo más para ocultar el verdadero debate: el cambio injustificado de fecha a seis meses vista. Buscan polarizar el debate enfrentando a los gaditanos, una vez más”.

El edil popular también advirtió sobre las consecuencias negativas que tendrá disputar visitantes y público con ferias de la provincia y de Andalucía, con los Corpus de otras localidades, y con el inicio de la temporada de verano: “En febrero y marzo la economía local tenía el Carnaval como revulsivo. El próximo año, que debe ser el de la recuperación, no tendremos en febrero nada, y en junio tendremos algo descafeinado que no será Carnaval, evidentemente, y que no tendrá la repercusión que todos los años teníamos en toda España”.

También el concejal socialista Javier Ramírez se pronunció ayer claramente sobre el cambio de fecha del Carnaval. Para Ramírez, esta modificación responde a la forma de trabajo habitual del equipo de gobierno “basado en la improvisación”, y añadió que “una decisión de esta índole debía haberse tomado antes y no en el mes de septiembre”.

Para el socialista, “hubiese sido mejor intentar mantener la fecha tradicional a toda costa” y en caso de que la situación sanitaria lo hubiese imposibilitado, “haber retrasado el concurso algunas semanas”, porque ahora mismo con la vacunación superior al 70% y cuando parece que todo apunta a que volveremos a la normalidad con el aforo de los teatros al 100%, “hubiese sido mejor trabajar pensando en febrero en lugar de abril, pero claro, para eso tendrían que haberse puesto a organizar el concurso antes de verano y no en septiembre”.

“Hacer este cambio basándose simplemente en una supuesta sexta ola después de Navidad cuando las circunstancias sanitarias son totalmente diferentes debido al alto índice de vacunación me parece un decisión precipitada e improvisada”, afirmó el concejal, quien recordó que ciudades andaluzas como Córdoba, Huelva y Málaga ya han anunciado que mantendrán la fecha original, así como Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife.

El concejal resaltó que entre los perjudicados por este cambio en el calendario, además de algunos colectivos propiamente vinculados al Carnaval que ya se han pronunciado como autores o las agrupaciones ilegales, cabe destacar el daño que se produce a la hostelería y el turismo, “que tienen el Carnaval como salvavidas hasta la llegada de la temporada alta y están viendo como ya se están anulando las reservas en los hoteles para febrero”, o la cantera, “que verá coincidir los exámenes de fin de curso y la selectividad con los días de semifinales y final”; además de la coincidencia del domingo de Piñata con el Corpus, de algunos días de Semana Santa con los últimos ensayos antes del comienzo del COAC o de parte del concurso con el Rocío.

Por último, Ramírez se refirió a que la decisión del Ayuntamiento se trasladó a los colectivos durante el transcurso del foro del Carnaval, “una decisión que no fue participativa puesto que simplemente se empleó el foro para trasladar una decisión que ya estaba tomada”, una actitud “dictatorial” y que muestra la “constante falta de participación de la ciudadanía por mucho que quieran hacer ver lo contrario”, concluyó el edil.

Finalmente, Lucrecia Valverde, concejala de Ciudadanos, también habló ayer sobre el cambio del Carnaval: “Es un nuevo reflejo de la forma de trabajar de este equipo de gobierno, un acto de autoridad revestido de formas de falsa participación que responde a la improvisación del que no planifica y se ve obligado a adoptar finalmente decisiones precipitadas sin medir las consecuencias en términos económicos y sociales. El equipo de gobierno ha adoptado una solución fácil y simplista, cargándose así de un plumazo la posibilidad de mantener la fecha a expensas de saber si la situación sanitaria se agravará o no, algo que no está demostrado y que en la actualidad no se puede prever”.

“El Carnaval en junio –continuó la edil Valverde– no es tal y distorsiona por ello los calendarios litúrgicos, académicos y de las actividades turísticas y hosteleras. La decisión podrá, o no, resultar acertada según la evolución impredecible de la pandemia, aunque el hecho objetivo es que no va a impedir la celebración del Carnaval en febrero por parte de las denominadas ilegales, con lo que el argumento de la seguridad sanitaria pierde, en parte, su justificación. Sorprende además que otras muchas ciudades mantengan el calendario (Santa Cruz de Tenerife, Córdoba, Málaga o Punta Umbría, entre otras) y que no se haya avisado a los otros municipios de la provincia, que se ven ahora obligados a adaptarlo”.

Para Lucrecia Valverde, la decisión es “un acto de autoridad” que hubiera necesitado de un consenso más amplio: “En todo caso, hubiera sido deseable una mejor planificación y que previamente se hubiera trabajado con los demás colectivos directamente afectados, como son también los representantes de cofradías y hermandades, y del mundo del turismo y hostelería. Cuando se improvisa, se dejan más flecos de lo deseable y, por ejemplo, ahora habrá de modificarse en pleno el calendario festivo previamente acordado, afectando así a las previsiones laborales y docentes”.

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