PEvAU en Cádiz: Se busca 'notaza' previo paso por los nervios y la presión

Alumnos gaditanos cuentan sus anhelos académicos y muchos de ellos dependen de sacar altas calificaciones en la antigua Selectividad

Las universidades de Cádiz y Sevilla, entre los destinos favoritos de los estudiantes

Estos son los grados que puedes estudiar en la Universidad de Cádiz cuando apruebes la Selectividad

Estudiantes repasan sus apuntes en el exterior de la Facultad de Medicina.
Estudiantes repasan sus apuntes en el exterior de la Facultad de Medicina. / Lourdes De Vicente

Es cruel que el mayor o menor acierto en unos exámenes marquen el futuro de muchos jóvenes, pero así está montado el sistema educativo desde tiempos remotos. El proceso selectivo, la antigua Selectividad, no conoce a nadie y de ahí que esos más de 7.000 jóvenes de la provincia estén viviendo estos días en tensión. Se juegan mucho en la PEvAU para acceder a la ansiada carrera y cumplir sus sueños. Especialmente los que precisan de una calificación alta o muy alta. Se busca la 'notaza', pero aún así muchos se quedarán en las puertas. Otros, con pretensiones de carreras menos demandadas, se pueden tomar estas pruebas con más tranquilidad.

Hablamos con estudiantes que, en el exterior de la Facultad de Medicina de Cádiz, donde han realizado el primer examen, el de Lengua Castellana y Literatura, comparten las sensaciones del estreno. Es el caso de Pablo Morales y Paco Páez, alumnos del colegio Amor de Dios de la capital gaditana. El primero de ellos quiere hacer Ingeniería Mecánica en Sevilla. "Creo que me va a dar la nota", dice con seguridad. Páez tiene otro objetivo: entrar en la Armada para ser oficial o suboficial, de la Marina. Para el primer caso la nota de corte el curso pasado "se quedó en un 11,83" y para el segundo, basta con tener un 8,5 de media en el Bachillerato. Este último requisito lo cumple. "Pero mejor ser oficial", sostiene.

Ana Caballero, de San Felipe Neri, quiere ser psicóloga. No tendrá que trasladarse muy lejos: a la Facultad de Ciencias de la Educación en el Campus de Puerto Real. Para ello dice que le hace falta "un 11,1". Asequible, según sus notas de Bachillerato y sus expectativas: "muy mal se me tienen que dar las cosas en la PEvAU".

Jaime Fuentes, alumno del IES Columela, quiere ser futbolista profesional. Es un buen pelotero y juega en el Cádiz Juvenil A. La pretemporada del Cádiz Mirandilla, el filial del primer equipo, le espera. También quiere ser ingeniero, aunque no ha decidido aún la especialidad. Eso sí, los estudios, en Puerto Real. Al nivel futbolístico que estará no puede alejarse de Cádiz. Lo mismo le ocurre a su compañero de instituto y de club Ismael Tinoco, otra gran promesa, que tiene la intención de hacer Matemáticas a distancia, por la UNED, para poder asistir a los entrenamientos matinales.

Filología hispánica, en Cádiz, es la carrera elegida por Paola Sáinz, de La Salle Viña. Como piden solamente un cinco, se está tomando esta PEvAU "como un examen de Bachillerato", sin la presión de una alta calificación. A su compañera Sara Santos, nieta de Gerardo Muñoz, entrañable y recordado corista viñero, le ilusiona hacer Arquitectura en Sevilla. "La nota del año pasado se quedó en un 10 y en Bachillerato tengo un 8,05. A ver qué pasa". Confía en hacer buenos exámenes de Dibujo Técnico y Matemáticas II, las dos asignaturas que le ponderan para esos estudios. La alternativa, con menos nota, es estudiar, también en Sevilla, Edificación.

Otra lasaliana, María Cubiella, aspira a pasar sus próximos años como estudiante en el Campus de Puerto Real para hacer Biotecnología, con nota de corte el año pasado en un 10,938. "Tengo de media en Bachillerato un 9,79 y creo que me puede dar", afirma. Pilar Molina, también de La Salle Viña, se ha decantado por hacer Psicología en Sevilla. "Si no me alcanza me voy a Mallorca, que allí vine mi hermano y piden menos nota", asegura.

Los corrillos se disuelven. La algarabía sufre un parón en seco. Toca entrar en el aula para el segundo examen. La presión es excesiva para tan jóvenes edades. Pero la banda sonora para estas situaciones no es otra que un fragmento de la canción 'El jardín prohibido': "Lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo".

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