“El Papa Francisco llama a abrir más puertas legales a migrantes y refugiados”
Jornadas sobre Migraciones
Fabio Baggio, subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Vaticano, explica en Cádiz, en 'Tierra de Todos', la propuesta de Francisco a toda la comunidad internacional
Cádiz/Cuando resuenan las propuestas políticas más xenófobas y racistas, en alza últimamente en España y otros países de Europa; con el telón de fondo de las apuestas por la expulsión masiva de inmigrantes en situación de irregularidad por parte de minorías políticas venidas a más por la fuerza de los votos; frente al cruel rechazo y la estigmatización de los menores extranjeros no acompañados y en el contexto de la difusión de falsas cifras de criminalidad asociadas a los migrantes, un alto responsable del Vaticano, colaborador directo del Papa, explicó y defendió ayer por la tarde en Cádiz la propuesta de Francisco a la comunidad internacional: Acoger, proteger, promover e integrar a migrantes, refugiados y víctimas de la trata de personas.
“Al bloquear puertas, se abren otras no seguras, brindando más candidatos a los traficantes”
Fabio Baggio
Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Vaticano
Abriendo más puertas legales para evitar o minimizar dramas como el que se está viviendo en nuestras costas, en todo el Mediterráneo y en las fronteras Norte-Sur de los cinco continentes, “porque los muertos también se cuentan en África, en el desierto, donde puede que haya más víctimas mortales que en el mar”. Preparando a las sociedades para hacerlo de la mejor de las maneras posibles. Y procurando el desarrollo integral humano en los países de acogida.
Invitado por el Secretariado Diocesano de Migraciones que encabeza Gabriel Delgado, Fabio Baggio, subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Vaticano, participó en la primera de unas Jornadas sobre Migraciones que estuvo presidida por el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, y en la que desgranó la propuesta papal. “Una propuesta que se traduce en 20 puntos de acción que regalamos a la comunidad internacional para que se incluya en dos grandes pactos globales –uno sobre refugiados y otro sobre una migración segura, ordenada y regulada–, porque no puede existir una respuesta si no es compartida”, dijo Baggio.
“Lo primero es salvar vidas, pero inmediatamente después hay que salvar la dignidad de todo ser humano, con especial atención a los que viven situaciones de mayor vulnerabilidad”, afirmó. En cualquier caso, defendió Baggio “el derecho a migrar, pero también el derecho a no tener que hacerlo”, en referencia a la necesidad de mejorar las condiciones de vida en los países de partida. “Siempre bajo los principios de subsidiaridad y solidaridad, dejando también hacer a las autoridades locales”, puntualizó.
Se refirió al “fracaso de las medidas de contención de los flujos migratorios”, que sólo es posible combatir “ampliando los cauces legales, gestionándolos con visión de futuro”, porque “la Historia nos dice que seguirán abriéndose [...] Al bloquear puertas y al no poder controlar todas las fronteras, se abrirán otras que no van a ser seguras ni ordenadas. Y lo más que se va a producir es brindar candidatos a los traficantes”.
Baggio planteó los desafíos y las oportunidades que presenta acoger y proteger al migrante, al refugiado y a la víctima de trata. Así, frente a la nueva “cultura del descarte” de las personas cuando “ya no sirven”, frente a la “globalización de la indiferencia” contrapuso la oportunidad de la “globalización de la solidaridad”. También puso de manifiesto una “seria impreparación de las comunidades locales a recibir tan masivamente la llegada de migrantes”. “No es fácil recibir en la casa de uno”, dijo. Por eso “hay que estar preparados para recibir y combatir esos miedos al desconocido”.
Otro de los desafíos que retrató fueron las crisis que han generado 25 millones de refugiados y 3,6 millones de solicitantes de asilo. “La responsabilidad debe ser compartida, no puede ser de un sólo país”, argumentó. También citó el desafío de “la narrativa negativa o tóxica vinculada con los temas migratorios”. “Donde hay crimen, robo, violación o terrorismo, hay que reconocer que lo hay, pero tiene que ser puesto en su lugar, con las cifras correctas y en las diferentes situaciones y en el contexto de sus conflictos. “La marginalización y la situación de vulnerabilidad produce candidatos al reclutamiento”, dijo, con una crítica a las noticias falsas difundidas por algunos medios. “La oportunidad está en difundir buenas practicas”.
Baggio citó como otro desafío “la instrumentalización del temor” al que lleva el desconocimiento del otro, al que habría que responder “valorando la relacionalidad y la alteridad”, la relación con el otro.
El subsecretario de Migraciones y Refugiados del Vaticano llamó la atención sobre la “disminución del reconocimiento de los derechos fundamentales de los migrantes”, la necesidad de proteger a los menores no acompañados, “víctimas de situaciones especialmente dramáticas”, y en la urgencia de combatir la trata neutralizando la demanda de servicios sexuales y la compra de productos fruto del trabajo esclavo.
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