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La empresa pública Paradores de Turismo anunció ayer que derribará el hotel Atlántico de Cádiz para construir una instalación hotelera de 180 habitaciones. El complejo abarcará el terreno del actual alojamiento y la histórica ampliación prevista en el Campo de las Balas, y abrirá sus puertas antes del año 2012, según concretaron fuentes de la cadena.
El anuncio significa un gran cambio de planes de la empresa pública, que había señalado su intención de rehabilitar por completo el edificio existente a partir del año que viene en una costosa operación tasada en 17 millones de euros. En las últimas semanas, técnicos de Paradores han realizado catas en el edificio y han comprobado que sufre aluminosis, una degradación de la construcción habitual en las estructuras de los 70 y que podía genera problemas a la hora de acometer las reformas previstas.
Ante el mal estado de conservación del inmueble, y considerando su escaso valor arquitectónico, los mismos técnicos recomendaron su demolición, una decisión que fue adoptada hace apenas diez días, según relataron ayer fuentes de Paradores.
La cadena considera que con este nuevo plan se podrán completar las obras "con más rapidez, con mayor eficacia y con un menor coste" que siguiendo el planteamiento original. El edificio principal, que se levantará sobre el solar del Atlántico, tendrá 120 habitaciones -frente a las 149 actuales-, varios salones de convenciones, una cafetería, un restaurante y otras estancias comunes.
Este edificio estará integrado en un mismo proyecto empresarial y en un mismo complejo turístico que el inmueble que se levantará en el Campo de Las Balas, donde estaba prevista la histórica ampliación del Atlántico desde principios de esta década. Ese segundo edificio sumará otras 60 habitaciones de calidad superior, un gran spa (tratamientos de salud mediante el uso del agua) abierto al público de la ciudad, un restaurante, zonas comunes y un aparcamiento, señaló ayer Paradores en un comunicado.
Las obras incluirán actuaciones de eficiencia energética, utilización de energías limpias, preservación medioambiental del entorno y del paisaje, ahorro de consumo y medidas de accesibilidad. Configurarán un complejo hotelero de cuatro estrellas y altísima categoría con vistas al mar y rodeado de un paseo marítimo.
En principio, Paradores ha trasladado la misma inversión prevista para la reforma a la construcción del nuevo edificio: 17 millones de euros. Fuentes de la cadena señalaron ayer que es posible que haya que incrementar este montante una vez se concrete el proyecto. Además habrá que sumar la inversión necesaria para levantar el anexo en el Campo de las Balas, que situará el coste global de la operación en torno a los 30 millones de euros.
La dirección de Paradores comunicó ayer su cambio de planes al Ayuntamiento de Cádiz, que ofreció su respaldo al proyecto y recalcó la importancia de que la ciudad pueda disponer de este equipamiento turístico en el Bicentenario de la Constitución de 1812. Fuentes de Paradores recalcaron que la cadena pública se ha comprometido a que las obras hayan finalizado en la segunda mitad del año 2011, y que este compromiso es aplicable al proyecto completo, al hotel de 180 habitaciones frente a la bahía gaditana.
Con este proyecto, Paradores pretende apoyar las celebraciones del Doce y, sobre todo, recuperar un hotel obsoleto, con unas infraestructuras que difícilmente alcanzan los estándares de calidad de la cadena, y que además se enfrenta a una competencia cada vez mayor en la capital, con hoteles modernos y con gran capacidad de comercialización como los de Playa Senator y Barceló, además del cinco estrellas proyectado en el edificio Valcárcel.
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