Pasacalles del carnaval de Cádiz en el Senado

El carnaval busca reconocimiento internacional

Solo la abstención de los 15 senadores de Esquerra impide la unanimidad en la Cámara Alta para apoyar la candidatura de los Carnavales como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Pasacalles de la comparsa ‘Los sumisos’, de Antonio Martínez Ares.
Pasacalles de la comparsa ‘Los sumisos’, de Antonio Martínez Ares. / Miguel Gómez

La propuesta para que la Unesco declare Patrimonio Inmaterial de la Humanidad al carnaval de Cádiz sigue dando sus pasos institucionales. Pasos formales y pasos serios para muchos, lejos del jolgorio carnavalesco, pero imprescindibles para que la candidatura gaditana se presente ante el organismo internacional y, en definitiva, para que consiga este reconocimiento. Hace unas semanas fue el Senado, el Pleno de la Cámara Alta, quien aprobó por una amplia mayoría el apoyo a la tramitación de la candidatura. Fue un debate sosegado según refleja el fiel Diario de Sesiones del Senado, un pasacalles exitoso en el que Cádiz sonó en positivo desde casi todas las voces políticas de esta cámara territorial, con alguna pincelada de denuncia a los problemas eternos de la tierra, y con una votación final que no logró la deseada unanimidad por la abstención no explicada de los senadores de Esquerra Republicana.

El acuerdo senatorial dice textualmente: “El Pleno del Senado, dada la relevancia del carnaval de Cádiz, insta al Gobierno a que, una vez presentada y aprobada la candidatura por el Consejo de Patrimonio Histórico Español, y siguiendo la importante colaboración realizada por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía en esta materia, apoye la tramitación e incorporación de la misma entre las propuestas del patrimonio inmaterial español que se tiene previsto promover ante la Unesco para su inscripción en la Lista Representativa del patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.

El senador socialista Alfonso Moscoso, también alcalde de Villaluenga del Rosario, fue el encargado de defender en la cámara la propuesta de su partido. Durante el debate también intervinieron José Manuel Marín (Vox), el alcalde de Algeciras José Ignacio Landaluce (PP), José Luis Muñoz (Ciudadanos), Assumpció Castellví (Junts), Pilar González Modino (Adelante Andalucía), Almudena Otaola (EAJ-PNV) y la chiclanera Cándida Verdier (PSOE).

Fue un debate tranquilo, por momentos casi de popurrí de comparsa melódica y plana..., tan solo alterado por los aplausos a varias de las intervenciones y de algunos “rumores” en la cámara, que así se recogen en el Diario de Sesiones, cuando Alfonso Moscoso recordó en su intervención que la iniciativa de esta declaración de la Unesco parte de la Universidad de Cádiz, del Aula del Carnaval y de la Cátedra del Carnaval: “Debemos recordar que es la única cátedra de este tipo que existe en Europa en una universidad pública”, afirmación que provocó esos misteriosos “rumores” en la bancada de los senadores. Igual no saben algunas señorías que el carnaval de Cádiz es capaz, desde luego, de sentar cátedra...

La propuesta socialista se topó en el camino con un par de enmiendas. Una de Vox, que no fue aceptada pero cuyo rechazo no impidió que esta formación apoyara con su voto la propuesta, y otra del Grupo Popular que sí fue admitida e incorporada.

En concreto, Vox propuso “reforzar” la candidatura con “la elaboración de una memoria que exponga detallada y exhaustivamente las características propias de esta manifestación cultural, con énfasis especial en aquellos elementos y tradiciones irrepetibles del carnaval de Cádiz que constituyen deslumbrantes factores de diferenciación con respecto a fenómenos análogos en otros lugares”. Moscoso, sin embargo, argumentó que incorporar esta enmienda supondría “minusvalorar el trabajo que durante los últimos años han estado realizando tanto la Universidad de Cádiz como el Aula del Carnaval”. Vox plegó velas lamentando el rechazo pero votó a favor de la propuesta porque el carnaval de Cádiz “forma parte de nuestras tradiciones populares y de nuestro patrimonio histórico-artístico”.

Más calado político tuvo, sin duda, la enmienda defendida por el senador algecireño Landaluce. Siempre con la intención de que saliera adelante con un gran apoyo la propuesta socialista, el popular pidió que se incorporara “la importante colaboración realizada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía”, como forma de reconocer el trabajo realizado también desde las instancias autonómicas desde el año 2015 hasta la actualidad. Moscoso, aunque pegó su tirito reclamando “algo más” por parte de la Junta en los últimos tres años, admitió en nombre del PSOE la enmienda para “obtener los máximos apoyos” y para demostrar que la declaración “no puede ser de ningún partido político”.

El senador de Ciudadanos apoyó la propuesta, alabando al carnaval de Cádiz, y aprovechó su discurso para denunciar la coincidencia de la moción con la precampaña electoral y también la política cultural del Gobierno central para conel conjunto de Andalucía.

Significativa, y muy celebrada en redes sociales, fue la intervención de la senadora de Adelante Andalucía Pilar González Modino, quien renunció al discurso convencional y optó por ofrecer un resumen recitado de combativas y rotundas letras de agrupaciones de Martínez Ares, García Argüez y Tino Tovar, entre otros, para acabar con el ‘credo’ de Juan Carlos Aragón y una frase propia: “Y ahora la Unesco que haga lo que quiera, que el carnaval de Cádiz es ya patrimonio de la humanidad”, entre los aplausos de la cámara.

Intervinieron también senadores vascos y catalanes, del PNV y de Junts, quienes apoyaron la candidatura. Lo hizo Almudena Otaola después de un discurso en el que no citó ni una vez la palabra Cádiz: “Entendemos que es necesario apoyar la defensa de la cultura de los pueblos”. Y también la senadora Castellví con un discurso en catalán, como es habitual en la cámara territorial, en el que reconoció sin fisuras la categoría del carnaval gaditano pero reclamó también, para un futuro, el mismo apoyo cuando presenten una moción en el mismo sentido para los carnavales de Vilanova i la Geltrú y de Sitges.

Y pese a que el presidente del Senado invitó a intervenir a un representante de Esquerra, los republicanos catalanes no comparecieron en la tribuna y fueron los únicos que se abstuvieron en la votación de la moción, que sí encontró el apoyo de grupos tan diversos como Bildu y los partidos regionalistas y autonómicos con representación en la Cámara.

Al final, se consiguió el objetivo con un total de 248 votos a favor y las 15 abstenciones de Esquerra no explicadas ni durante el debate ni al ser requeridos por este periódico a través de un formulario público que cada grupo tiene en la página web del Senado.

El paso previo para llegar al Consejo de Patrimonio Histórico

La satisfacción del senador Alfonso Moscoso por el apoyo logrado en la Cámara Alta par la candidatura del carnaval ante la Unesco es evidente. El alcalde de Villaluenga se congratula del apoyo mayoritario de los grupos y explica que ahora debe ser la Junta de Andalucía quien el próximo mes de octubre presente la candidatura al Consejo de Patrimonio Histórico Español, donde están presentes todas las autonomías, para que pueda ser la apuesta española ante la Unesco para el próximo año, después de que el año anterior fuera la sidra y en 2023 será, posiblemente, la jota aragonesa. Si de ese Consejo sale adelante la candidatura del Carnaval, el Gobierno podrá llevar la propuesta la Unesco para que se haga efectiva en 2023.

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